Una isla, mongoles y un grupo de samurais protagonizaron la batalla que surcó la historia de la humanidad y dio origen al nuevo videojuego de Sucker Punch para PlayStation 4.
Entramos en la segunda mitad de 2020 y PlayStation se prepara para recibir su último gran exclusivo para la actual generación de consolas. Por supuesto hablamos de Ghost of Tsushima, el nuevo sandbox de Sucker Punch que desembarcará el próximo 17 de julio y que detrás de su protagonista, Jin Sakai, se esconde una historia real que terminó en la conocida como “primera gran guerra moderna de la humanidad”.
Desde sus comienzos el imperio liderado por Gengis Kan conquistó a placer territorios de Europa y Asia, llegando hasta las posteriores invasiones comandadas por su nieto, Kublai Kan. Y fue justamente este heredero quien decidió expandirse por territorios japoneses, sin saber que delante se encontraría con un grupo de guerreros implacables y condiciones naturales que hacen de esta, una batalla verdaderamente legendaria.
Kublai Kan y su salvaje ejército mongol
Para el año 1268 Kublai Kan (en el juego llamado Khotun Khan), nieto del gran conquistador Gengis Kan, ya se había expandido desde el actual territorio de Polonia hasta Iraq en occidente y se encontraba en dominio de Rusia llegando hasta las valiosas tierras de Laos en Asia. Enaltecido con el título de Gran Kan y tras haber sido nombrado emperador de China, Kublai ya tenía planes para seguir expandiendo sus territorios, con un próximo objetivo fijado: Japón.

Confiado en su poder y consciente de que el continente entero conocía sus hazañas, envío a un grupo de mensajeros al país del sol naciente con un claro comunicado: pronto llegarían sus tropas, o se sometían ante ellas y entregaban las tierras en paz o las tomarían mediante una invasión. La respuesta de los honorables mandatarios japoneses fue clara, si querían hacerse con su país debían vencer a su más letal arma: los samurais, una orden de guerreros entrenados desde su juventud, listos para pelear hasta la muerte.
La isla de Tsushima
Era la primera vez que el imperio mongol abordaría un intento de conquista a través del océano, por lo que Kublai Kan y sus súbditos tardaron seis años en construir una flota que les permitiera llegar en condiciones a Japón. ¿El primer destino? Tsushima, el escenario que sirve como epicentro para el juego de Sucker Punch. En 1274 un grupo de 80 samurais a caballo esperaban en las costas para enfrentarse contra 23.000 soldados mongoles, chinos y coreanos.
Como podrán imaginarse, fue una masacre. No solo la diferencia de números suponía una ventaja para los mongoles, sino también su estilo de lucha: los japoneses estaban acostumbrados a un estilo franco y honorable, mientras que los provenientes de Mongolia eran salvajes y despiadados. En cuestión de horas Tsushima pertenecía a Kan, a la que le siguió con la misma suerte la isla de Iki.
Sin embargo, poco más tarde llegaría la conocida como Batalla de Bun’ei. Allí los samurais japoneses, conscientes de lo que había sucedido en Tsushima e Iki, aguardaban por refuerzos intentando frenar, por fin, el incesante avance mongol. Los refuerzos fueron naturales: un descomunal tifón se desató en las costas de la isla, obligando a los invasores a retirarse a sus embarcaciones ante el miedo de perderlas y no poder regresar a sus tierras.
La lluvia y los destructivos vientos terminaron con la destrucción de 200 barcos mongoles con toda la tripulación adentro. Los pocos que quedaron a flote no tendrían una mejor suerte: apenas acabada la tormenta, los samurais que esperaban atentos en las costas de Hakata abordaron sus pequeños botes y se acercaron a los debilitados guerreros de Kan, haciendo uso de sus habilidades y acabando con la vida de todos ellos.
El favor de Amateratsu
Kublai Kan se encontró con una situación que no conocía, acababa de perder una batalla. Pero el emperador estaba obsesionado con el país del sol naciente. En el segundo intento de invasión reunió a 140 mil soldados de origen chino que, a bordo de 4.400 naves, emprendieron viaje hacia las costas que antes se le habían prohibido. Armados con flechas envenenadas, vasijas llenas con pólvora que arrojaban como si fuesen bombas y armaduras de cuero reforzadas dispuestas a resistir los ataques de las katanas avanzaron con convicción enceguecida.
Los números resultaron abrumadores para los samurais japoneses, quienes ,ante el temor de perder sus preciadas tierras, pidieron a Amateratsu (diosa del Sol) que los ayudará en el ataque que se aproximaba. En 1281, como si de una película o leyenda se tratase, un segundo tifón apareció en las costas que los mongoles asediaban. Se lo conoció como Kamikaze, duró dos días y los relatos cuentan que fue el más grande que Japón había visto hasta ese entonces. ¿El resultado? Entre la tormenta y las mejor entrenadas katanas de los samurais, los mongoles perdieron al 80% de su ejército.
Algunos dicen que la leyenda del favor de Amateratsu y el poder del Kamikaze llegaron a oídos de Kublai Kan, quien tembló de temor y renunció a las tierras con las que se había encaprichado. Lo cierto es que las armaduras y el honor de los guerreros japoneses, con algo de suerte o un favor de los dioses, consiguieron frenar por primera vez el avance de un imperio que planeaba hacerse con el control de todos los territorios conocidos. Seguramente la historia de la humanidad habría sido otra de no ser por la leyenda de los samurai que pelearon en las costas niponas hasta el último respiro.
La leyenda del Fantasma
Ghost of Tsushima nos llevará a aquella primera batalla en la isla que da nombre al videojuego de Sucker Punch. Los tráilers que ha publicado Sony nos muestran parte de la masacre que acabó con la vida de los guerreros que custodiaban esas tierras. Sin embargo, el estudio le da un giro y permite que uno de ellos sobreviva, Jin Sakai. En su piel nuestra misión será presentar oposición a las fuerzas de Kan y desde las sombras, como si de un fantasma se tratase, acabar con todos los soldados que se crucen en nuestro camino.