Bienvenidos a Manga Plus en Geeky cuarentena, semana dos. Para colmo de males, no hay One Piece.
Este domingo 29 de marzo, segundo de la cuarentena obligatoria a raíz de la pandemia global del coronavirus, la prensa virtual de la app y sitio web de Manga Plus continua su eterno movimiento (Dios bendiga la ética de trabajo insalubre de los mangaka). Las novedades corresponden al número 18 del año 2020 de la revista Weekly Shōnen Jump, así como una selección de lo editado en Japón en la app Shōnen Jump+. Esta vez la portada le corresponde a Kimetsu no Yaiba de Koyoharu Gotōge, que alcanza el hito del capítulo 200 y promedia cuatro años de serialización.
Esta semana viene mucho más liviana de noticias, luego del cimbronazo del número 17, donde recordemos, se anunció nuevo anime de Bleach, nueva serialización de Tite Kubo y el final de Samurai 8. Hachimaru Q.E.P.D. Lo más destacado en materia novedades es, primero, el anticipo de un “anuncio importante” sobre My Hero Academia para la próxima edición. Probablemente la oficialización de la asegurada quinta temporada del anime, o quizás algún videojuego o DLC. Segundo, que el one-shot a publicar la semana que viene en la Jump+ será de la autoría de Hiroshi Shiibashi. Exasistente del maestro Araki, Shiibashi tuvo un éxito en la WSJ entre 2008 y 2012 con Nurarihyon no Mago, que alcanzó 25 volúmenes (aunque la serialización terminó en la revista hermana Jump Next!). Desde entonces ha estado intentando volver a subirse al caballo que es la revista insignia de Shueshia sin éxito. Illegal Rare fue cancelada en 2014, y recientemente a Kamio Yui wa Kami o Yui le pasó lo mismo el año pasado. Ambas series fueron recopiladas en 4 volúmenes. Lo más probable es que este one-shot sea, por el momento, exclusivo a Japón.
Pasemos a los capítulos de la semana:
Chainsaw Man #64: “Welcome to Hell”
Debo confesar que no leo todas las series editadas actualmente en Manga Plus. Sin embargo, salvo que Jujutsu Kaisen de Gege Akutami sea la segunda venida de Dragon Ball, estoy bastante confiado al afirmar que Chainsaw Man de Tatsuki Fujimoto es hoy el título destacado de la revista. Este capítulo 64 prueba exactamente por qué.
Primero, el “sabor seinen” del manga. Me encantaría conocer como fue la discusión editorial en la cual se decidió poner a Fujimoto a trabajar en la WSJ en lugar de la Young Jump. Especialmente porque su obra anterior, Fire Punch, cuyos 83 capítulos fueron publicados originalmente en Jump+ en Japón es claramente de corte seinen. Más allá de lo crudo de la violencia presente en cada capítulo, creo que lo que hace que Chainsaw Man se sienta seinen es la caracterización de los personajes. Lejos del tono esperanzado y energético que distingue a los protagonistas shōnen, tanto los oficiales de los agentes de seguridad pública como los demonios están marcados por un profundo nihilismo en sus motivaciones y acciones. Presos de un mundo que no se ve, pero se siente posapocaliptico.
Denji resulta interesante porque en su visión infantil del mundo, producto de su crianza en la calle y en solitario, lo hace similar a héroes shōnen clásicos. Pero al estar motivado solo por una pulsión sensual a comer e darle rienda suelta a su libido, queda lejos de esos mártires por la amistad y la justicia a los que estamos acostumbrados en la Jump. En este sentido, el protagonista es indicativo de todo el elenco de la serie. Es casi como si los editores de Shueshia hubiesen logrado que Fujimoto se atuviera a ciertos clisés del shōnen (el héroe, sus amigos), pero él los refleja a través de su retorcida lente.
Lo que está a la vista en este capítulo es el segundo punto fuerte de la serie: el arte. Fujimoto posee un estilo tosco, que juega con el “feísmo”, sobre todo en los primeros capítulos. Pero cuando uno se empieza a preguntar si este tipo está calificado para publicar en la Jump, te sacude con páginas dobles como la que se encuentra reproducida arriba. La página anterior, donde se lo presente al Demonio de la Oscuridad flanqueado por una pasarela de astronautas partidos a la mitad es una cosa de locos. Su diseño, mitad Evangelion, mitad Cenobite, parece algo salido de una pesadilla de H.R. Giger.
No solo destaca su inventiva en el diseño de personajes, una mezcla entre la inventiva sin fin para crear personajes de Eiichiro Oda y la retorcida mente de Junji Ito, sino su manejo de la narrativa visual. La siguiente página, en que las viñetas están compuestas por los brazos que caen es a la vez una elección narrativa que se siente natural e inesperada. Un mangaka sumamente confiado de su capacidad de contar solo con imágenes (un anti-Togashi), Fujimoto se concentra en la acción y escamotea el dialogo. Lo que a la vez hace a la serie dínamica, pero sumamente veloz. Cada semana el capítulo se va volando delante de lector.
Así y todo, un gran fuerte de Chainsaw Man es su capacidad de ir construyendo una mitología intrigante que mantiene tensa la trama. Este fue, a mi gusto, un problema en Fire Punch, cuya segunda mitad parece deambular sin mucho rumbo. En cambio, aquí tenemos varias capas de conflicto que se trastocan e informan la una a la otra: la caza del Demonio de la Pistola, el conflicto internacional entre las agencias gubernamentales relacionadas con lo paranormal, Makima como aparente gran jugadora en este juego de poder, y ahora sabemos, un panteón superior de demonios de los “miedos primales” de poder inimaginable que habitan en el infierno.
Chainsaw Man #64 es no solo un excelente capítulo de manga, sino una muestra de que es lo que Fujimoto hace tan bien. Solo esperemos que la obra se mantenga en el visto bueno de los japoneses para que podamos leer la resolución de los conflictos mayores que se dibujan ahora en el horizonte de la historia de Denji.
Kimetsu no Yaiba #200: “El precio de la victoria”
Finalmente, salió el sol. Muza, ahora un bebé gigante reminiscente al Tetsuo del final de Akira, se deshace con los primeros rayos de la mañana ¿Está muerto de verdad? Lo dudo, más no sea porque falte un último golpe para liquidarlo. O, quizás, para escaparse y abrir una “segunda parte” del manga, con timeskip y todo ¿Podrá Gotōge resistirse al canto de sirena del éxito y el dinero? Sobre todo, cuando las ventas no aflojan y alcanzan alrededor de dos millones y medio de ejemplares por tomo, números que están por pasar por encima a las mejores épocas de Attack on Titan ¿O se mantendrá firme en lo que desde hace años se viene construyendo como un desenlace natural a la serie?
Un posible camino que el autor podría seguir para seguir adelante con Kimetsu no Yaiba es convertir a los protagonistas, Tanjiro, Nezuko, Zenitsu e Inosuke en la próxima generación de pilares. Porque, justamente, este capítulo 200 no se concentra responder las preguntas con las que abrimos el párrafo anterior, sino que lidia con las consecuencias que siguen al asalto final al castillo de Muzan y lo que, hasta el momento, aparece como una victoria para los humanos.
Si bien no he sido gran fan de la caracterización con la que Gotōge construye a sus personajes, especialmente su uso suboptimo del flashback, en este capítulo todo ese trabajo rinde fruto en los momentos emotivos que rodean la convalecencia, y en algunos casos muerte, de los actuales Hashira. Sobre todo Shinobu, quien creo es el personaje mejor desarrollado, o por lo menos, el que me pareció el más original entre el elenco expandido de las fuerzas de élite de los cazadores de dominios.
El capítulo termina con lo que parece ser la confirmación de la muerte de Tanjiro. Aunque bien sabemos, los protagonistas de shōnen tienen más vidas que un gato. Con la llegada desesperada de Nezuko finalmente al campo de batalla en la última página, se abren varias posibilidades ¿Lo convertirá a Tanjiro en demonio? ¿Usara alguna magia demoniaca como deus ex machina para revivir a su hermano? ¿Lo que queda de Muzan hará uso de ella para volver, como buen boss final, una última vez? Veremos que deciden los editores de Shueshia.
Ahora, el “ranking”. Con los “campeones” usuales, Kimetsu no Yaiba y One Piece fuera de la competencia (uno en portada, el otro ausente), el top 3 queda para Dr. Stone, My Hero Academia y The Promised Neverland. Cuarto aparece Chainsaw-man, en la que creo es su mejor posición al momento. Se nota que a los japoneses les gustó el excelente (y difícil de comprender) capítulo 63.
El fondo también ve cambios con la salida del perenne último puesto, Samurai 8. Como suele ser habitual entre los que pelean el descenso encontramos a Agravity Boys, Yozakura-san Chi no Daisakusen, y la serie que ya tiene “las valijas hechas”, Zipman!!! Se suma a este trio Majo no Moribito (o The Guardian of the Witch o El Guardian de la Bruja), que luego de posicionarse a mitad de tabla en su debut en el “ranking”, se desploma unos cuantos puestos. La seguidilla de one-shot en la cual nos encontramos (los cuales no han sido, a diferencia de otras veces, incluidos en Manga Plus) marca tanto que por ahora no habrá otra cancelación, como que una nueva salida de la revista es inminente para abril.
La semana que viene en Manga Plus, correspondiente al número 19 del año 2020 de la WSJ vendrá con portada y páginas a color para One Piece, que vuelve de su ausencia programa. También hay páginas a color para Jujutsu Kaisen, My Hero Academia y para el one-shot del (creo) novicio Tsujita Taisei ¿Les tengo que repetir que no Hunter X Hunter? ¿O no hace falta? Hasta la semana que viene.