De la mente de Koji Igarashi llega Bloodstained: Ritual of the Night, un homenaje híbrido entre Castlevania: Symphony of the Night y Aria of Sorrow.
El mundo de los Metroidvania se ha expandido a lo largo de diversas propuestas, por fuera y dentro de estas franquicias, a lo largo de los últimos 25 años. Pero los que mejor han logrado reflejar su esencia y sacar sus mejores exponentes han sido sus propios creadores, tanto en la producción como en la dirección.
Koji Igarashi es un nombre propio dentro de este género (tal es así que hay una sub denominación propiamente llamada Igavania), desarrollador que ha trabajado como productor en más de una decena de Castlevania, franquicia en la que ha ido incorporando nuevas mecánicas para impregnarle frescura a una propuesta que está lejos de extinguirse.
Bloodstained: Ritual of the Night es el resultado de una financiación en Kickstarter que comenzó hace 4 años y que, simbolismos aparte, funciona como esa secuela espiritual de Castlevania: Symphony of the Night y que desde hace más de 2 décadas Konami nos la viene negando. Porque si cambiamos los protagonistas que están en esta aventura y matizamos algunos detalles, la esencia es completamente la misma. Entonces, si no podemos catalogarla como secuela por su imposición narrativa la bautizamos como una continuación ideológica en base a los conceptos de Igarashi.
Un título que, gracias al trabajo de Armature Studio y 505 Games, logra rescatar lo mejor de los juegos en los que participó para fundar un híbrido que a adapta a la perfección las exigencia del gamer que venía buscando un Metroidvania desafiante, atractivo y poderoso, con un castillo que emerge como un ente con alma propia, llena de peligros y misterios esperándonos en cada rincón.
Symphony of the Night + Aria of Sorrow = Bloodstained
Bloodstained: Ritual of the Night parte de la base estructural que impuso en 1997 Symphony of the Night: tendremos que recorrer un amplio castillo con diversas sub áreas, las cuales podremos ir accediendo mediante vayamos adquiriendo nuevas habilidades, como el doble salto, bucear o incluso la inversión de gravedad (haciendo alusión al hermoso mapa al revés de SOTN).
Las diferentes entregas de Castlevania intentaron tener un sello distintivo que los diferencie por sobre los demás. Por ejemplo, Circle of the Moon tenía un sistema de cartas combinables que otorgaba diversos poderes o Harmony of Dissonance tenía la inclusión de los libros elementales, que dotaban de power ups a las armas. Para Bloodstained, Igarashi toma uno de los conceptos más atractivos de la franquicia, que pudimos disfrutar en Castlevania: Aria of Sorrow y es la incorporación de habilidades absorbiéndolas de los enemigos, que en vez de obtener sus almas estas skills en Ritual of the Night llegan mediante cristales, uno de los elementos clave dentro de la narrativa.
De esta manera, Bloodstained se transforma en un híbrido que a base de decisiones bien tomadas muta en un concepto conocido pero fresco al mismo tiempo, donde los viejos gamers pueden recorren con decenas de guiños y los nuevos jugadores.
Miriam, la protagonista de esta historia (y que si jugaron la precuela de 8bits Bloodstained: Curse of the Moon lanzada el año pasado ya entrarán con todo el contexto necesario), tendrá a su disposición más de un centerar de habilidades distintas gracias al abultado bestiario que presenta el juego, pero no solo de eso se valdrá en su aventura contra los demonios; además contaremos con un nutrido arsenal que varía desde espadas, lanzas, pistolas e incluso botas para repartir murra a patadas.
Y la profundización en la vertiente ofensiva continúa, porque este armamento cuenta además con técnicas más poderosas que el ataque estándar que expanden el abanico. De yapa, las skills que conseguimos mediante los cristales también se pueden upgradear, por lo que la inclusión de los conceptos rpg permiten personalizar de una manera sentida cómo queremos explorar el castillo. Por ejemplo, podemos usar un arma pesada para los enemigos más duros pero habilidades a distancia para repeler a las criaturas más molestas, dejando una hermosa libertad para ir modificando cuando querramos nuestro estilo. Encima, el señor Igarashi incluyó un sistema de atajos que con solo tocar un botón podremos ir variando entre habilidades equipadas para variar nuestra estrategia según la situación lo amerite.
Dejando un lado las armas y los cristales, la personalización cuenta también con los rigores clásicos de equiparnos armaduras, objetos para la cabeza y accesorios que modifican nuestros stats, además de algunos secretos. Porque de secretos es que también Bloodstained se nutre: no todo está a la vista y prestar atención a los detalles es un concepto clave para encontrar, además de todo lo que esconde el castillo, abrirnos paso a través de la historia y descubrir todos los finales que presenta Ritual of the Night.
Tocando esta arista, la historia de Bloodstained: Ritual of the Night nos ubica en pleno auge de la Revolución Industrial, donde una secta denominada el Gremio de Alquimistas utilizaba humanos para que canalicen el poder de los cristales (los mismos mencionados más arriba) y de esta manera poder invocar a fuerzas demoníacas. Una de estos conejillo de indias era nuestra protagonista, Miriam, que en vez de sucumbir ante estos experimentos termina absorbiendo el poder de los mismos, logrando escapar.
En un vaivén de acontecimientos, el resultado es el que todos ustedes esperan: las fuerzas del mal se salen de control y, como consecuencia, un implacable castillo emerge de la nada misma (¿lo obvio no?), poniendo en peligro a toda la humanidad. Quedará bajo nuestra responsabilidad, con la de un puñado de aliados, incursionar en esta colosal locación y destruir a todo lo que se nos interponga en nuestro camino. La narrativa no termina siendo el punto más fuerte de Bloodstained, principalmente porque no logra despegarse de la sombra Castlevaniesca y presenta varios recursos ya conocidos, pero es acá donde recalcamos que si prestamos atención a lo que va sucediendo y a los objetos que vamos encontrando, las piezas del rompecabezas están dispuestas a ser unidas para abrirnos nuevos caminos.
En la entrada del castillo estará establecida una especie de base, en la que nuestros aliados estarán ahí para vendernos items, fabricar armas, cocinar (elemento clave ya que las comidas nos aumentarán los stats) y brindarnos diferentes sidequests, para darnos un sentido más justificativo al momento de querer completar el 100% de todo lo que nos propone el juego, y créanme que es bastante. Con un hilo principal que solo nos ocupa como mínimo unas 15 horas, llevar a cabo una limpieza absoluta del contenido del juego duplica su cantidad, que nos exigirá una segunda vuelta seguramente para probar Bloodstained en las 2 dificultades extras, que amplían notoriamente el desafío. Además, cuenta con varios modos extras, como Boss Rush, y ya nos anticiparon que llegarán varios DLC de manera completamente gratuita (entre las que se incluye un cooperativo) que expanden la vida útil.
La personalización también cuenta con su parte cosmética, ya que escondido en un lugar del castillo nos esperará un estilista que permitirá modificar desde nuestro corte de pelo hasta el tono de la piel, haciendo que nuestra Miriam termine siendo una versión única del personaje, tanto en la habilidades como en apariencia
Si esta secuela espiritual tomaba muchos conceptos estructurales, los enemigos no podían estar al margen. Igarashi juega el limite con sus influencias y el bestiario pasa de tomar guiños para los fanáticos a copias casi calcadas que solo varían el nombre y parte de su fisionomía. En parte para evitar cualquier problema de derechos, pero por otro lado nos hubiese gustado ver más de su imaginación puesta en acción, algo que sí se refleja en los bosses, diseñados con un estilo propio, algunos muy distintivos y que se fusionan con ese estilo gótico que predomina en los aposentos de este castillo.
Un bella artística pero una sublime banda sonora
Si partimos del concepto que Bloodstained: Ritual of the Night nació de una financiación en Kickstarter, no podemos evaluar con la misma vara los conceptos técnicos y audiovisuales, pero este Igavania tiene muchos puntos para destacar. El diseño de los personajes y las animaciones de las cinemáticas son un tanto rudimentarias y poco expresivas, pero la dirección artística del castillo y la distintiva elaboración de cada una de sus zonas es magistral. Un cuidadoso trabajo para estar en los detalles y lograr que ese 2D por momentos se confunda y los colores tengan una profundidad divina. Las áreas están bien delimitadas y la paleta de colores junto a la exacta iluminación dotan al castillo de una vitalidad necesaria para recorrer con Miriam a medida que vamos eliminando enemigos.
Sin embargo, donde hay que detenerse es en la banda sonora, que está a cargo ni más ni menos que de Michiru Yamane, otra de las eminencias dentro de la franquicia, ya que es la misma responsable ni más ni menos que del soundtrack de, entre otros, Symphony of the Night y Aria of Sorrow. Cada una de los tracks que componen esta OST respiran Castlevania por todas sus melodías, cada una más atrapante que la otra. Es genial como Bloodstained logra homenajear y al mismo tiempo imponer su sello artístico con este tipo de pinceladas como pueden escuchar acá abajo para que puedan comprenderlo mejor.
https://www.youtube.com/watch?v=TheGUOlWzp4Conclusión
Mientras Konami se sigue durmiendo en los laureles apostando a recopilaciones y remasterizaciones de sus clásicos, Bloodstained: Ritual of the Night nos recueda por qué amamos tanto los Metroidvania.
Koji Igarashi supera ámpliamente las expectativas y los años de espera no fueron en vano. Un Igavania tan completo como atráctivo, que si bien en varias ocasiones peca de repetir muchas fórmulas conocidas, logra buscar sus propios caminos con una jugabilidad súper atráctiva, un mapa amplio y lleno de secretos, que invita a la exploración constante para descubrir todo lo que tiene para ofrecer.
Al mismo tiempo, Ritual of the Night es la invitación perfecta para que todos los nuevos jugadores que quieran incursionar en el género tengan en Bloodstained una puerta de entrada a este maravilloso género.