Caravan SandWitch busca abrazarnos en una cálida aventura narrativa sobre la exploración y los vínculos, que funciona de a momentos.
Entre tanto shooter, rpg, sandbox y mundos abiertos enfrentando a todo tipo de criaturas, Caravan SandWitch es una bocanada de aire fresco que todos necesitamos en algún momento. El juego es simple, pero su sentido de exploración, su entorno pacífico y su jugabilidad sin violencia intentan atraparte hasta el final
Ambientado en el planeta Cigalo, en Caravan Sandwitch jugás como Sauge, quien regresa a su hogar después de recibir un mensaje de auxilio de su hermana, quien ha estado desaparecida por algún tiempo. Sauge no es ajena al planeta ni a las personas que viven allí, sin embargo, muchas cosas han cambiado desde que dejó el pueblo para trabajar en la estación espacial.
Como resultado, gran parte del tiempo que pasas en Caravan Sandwitch se divide entre explorar la tierra, ponerte al día con las personas con las que Sauge creció y, por supuesto, realizar tareas para ellos. Las tareas son asignadas por una variedad de personajes, incluidas personas rana que llaman hogar al planeta. También hay algunos robots extraños que tienen una inteligencia humana completa.
Explorando Cigalo
El planeta que protagoniza Caravan SandWitch es un cuenco de polvo gigante. Lo que alguna vez fue probablemente un hogar para plantas exuberantes, animales y otros fragmentos de vida silvestre ahora se han retirado a pequeños rincones del mundo. Debido a un incidente ocurrido hace 40 años, el planeta apenas es habitable y la gran corporación que ayudó a agotar sus recursos dejó poco y nada a su paso.
La historia que sigue una vez que Sauge aterriza desde Space City es amplia y abundante. El deber de Sauge, además de buscar a su hermana perdida, es ayudar a los ciudadanos restantes esparcidos por el mapa de tamaño decente del juego y hacer muchas búsquedas de piezas, y ahí es donde se introduce a la otra gran protagonista de Caravan SandWitch: tu infaltable camioneta tipo van. Una vez que aterrizás, un pariente restante no tarda mucho en entregar el último vehículo en funcionamiento del planeta a una niña que dice que puede conducir.
Caravan SandWitch te tendrá principalmente hablando con los habitantes de Cigalo, realizando misiones secundarias cortas mientras trabajas para encontrar cuatro tipos de componentes electrónicos esparcidos por el mapa del juego. A medida que emprendas una pequeña lista de tareas de compras, idealmente deberías estar saqueando todos los circuitos de color verde o amarillo, ya que serán necesarios para avanzar en la narrativa del juego.
La exploración es a lo que dedicarás la mayor parte de tu tiempo en este juego. La pequeña Sauge puede correr el recorrido a pie, pero idealmente querrás atravesar el mapa en tu confiable camioneta. Dicha camioneta obtendrá más herramientas a lo largo del juego, lo que te permitirá acceder a partes del mapa que de otro modo serían inaccesibles.
Conducir la camioneta está bien. Por momentos se siente mucho más como un coche de juguete que como un vehículo real y es particularmente notable cuando la camioneta sufre grandes caídas sin siquiera efectos de sonido notables y una respuesta de la suspensión del coche. Una vez que tengas tu sistema de escaneo y tu gancho de agarre en su lugar, puedes usarlo para escalar edificios antiguos mucho más rápido. Hablando de escala, Caravan SandWitch realmente sabe cómo crear una escena: escalar edificios altos y torres antiguas y abandonadas y poder ver las lejanas arenas y asentamientos es impresionante. El estilo visual del juego es magnífico, una combinación de cel shading y colores llamativos te cautiva mirando y fotografiando un montón de vistas durante ei viaje. La escala de la tormenta destructiva pone en perspectiva lo pequeño que puede ser todo lo que te rodea, y es un detalle fenomenal a nivel artístico.
Sauge es una ayudante nata. Ayudará a todo y a todos, y a lo largo del desarrollo de la historia, las vidas que encuentres se verán afectadas por la bondad de la protaonista. La gente de Cigalo es variada y encantadora, y conectarás con ellos entendiendo cómo sus vidas se vieron afectadas por esta corporación gigante, “El Consorcio”, que llegó a su planeta hace mucho tiempo y se fue cuando se agotaron los recursos. Encontrarás sitios de trabajo abandonados donde la gente solía vivir, robots de ayuda destruidos, y desenterrarás recuerdos con la gente restante de Cigalo para bien o para mal.
Ahora, el Consorcio es uno de los principales antagonistas del juego, pero en realidad no tienen presencia en Caravan SandWicth. En cambio, todo lo que encontrarás son restos de sus operaciones y la advertencia ocasional de que manipular su software es ilegal. De hecho, absolutamente no hay peligros reales en esta aventura. Podés caerte de una torre gigante y Sauge estará bien.
La historia, el corazón que hace avanzar esta historia, es estretenida y con muchos matices, pero avanzar en ella no es del todo divertido. La búsqueda de circuitos, el principal contador que indica el progreso en la historia, afecta directamente el disfrute del juego. Pasás bastantes horas, más de las que nos hubiera gustado, buscando piezas y objetos relacionados con misiones. Es normal quedarse trabado buscando los circuitos morados “exóticos” varias veces y el mapa tampoco es muy útil en ese sentido, ya que la cantidad de puntos de referencia que puedes colocar es limitada (y tienes que borrar estos pines manualmente, uno por uno).
Eso sí, es excelente explorar todos los rincones y grietas, pero se pueden pasar cosas por alto y no siempre es fácil recordar qué áreas no has revisado. Las misiones secundarias también recompensan estos circuitos, lo que te anima a completarlas y experimentar sus historias. Pero fuera de las cronometradas para el capítulo correspondiente, las otras pueden no ser completables sin avanzar en la historia principal. En última instancia, empezás a encontrar tedioso este aspecto de la progresión de Caravan SandWicth. En otros juegos de aventuras, los minijuegos a veces pueden ayudar a romper esta monotonía, pero lamentablemente la pequeña Sauge solo puede correr, saltar y buscar comida.
Conclusión
Caravan SandWitch es una hermosa aventura que cubre historias de luchas y dolor, combinadas con un estilo artístico suave y delicado. Aunque es muy tediosa su progresión principal, el mundo de Cigalo es un disfrute constante, que se profundiza a medida que aprendes sobre la historia del planeta y también sobre los habitantes restantes.
Es una propuesta distinta, a otro ritmo, que puede ser ideal si estás en la búsqueda de algo más ligero y sin tanto frenetismo.