Deadbolt, una hermosa joya indie desarrollada por Hoopoo Games, desembarca a PlayStation 4 y aprovechamos este marco para realizar un amplio análisis.
Siempre es favorable que un juego, a pesar de tener un tiempo en el mercado, ofrezca un port para otro harwdare. En este caso hablamos de Deadbolt, un título de acción y sigilo indie desarrollado por la siempre ponderada desarrolladora Hoopoo Games, que luego de conseguir buenas críticas durante su lanzamiento en PC hace casi ya 2 años, llega PlayStation 4 con muy pocos cambios.
Deadbolt presenta desde su sencillez en 2d con gráficos de 8 bits una aventura muy genial en donde encarnamos a la muerte en modo sicario, teniendo como enemigos a zombies gangster, vampiros y demonios.
Devolviendo las criaturas al inframundo
Como mencionamos más arriba, en Deadbolt encarnamos a la Muerte. Lejos de usar la clásica túnica negra y guadaña (aunque será un arma que podremos desbloquear), sus vestiduras son más urbanas y modernas, con un estilo badass más similar a Jean Reno en Leon o a Javier Bardem, en No Country for Old Men. Un grupo de zombies, vampiros y demonios lograron escapar del infierno, y es nuestro trabajo no solo mandarlos de vuelta al hogar de Hades, sino también descubrir cómo lo hicieron.
A medida que progresemos en el juego iremos descubriendo un poco más sobre nuestros enemigos y el verdadero origen de todo; además contamos con algunos coleccionables en formato de cassette que ahondan sobre el propósito de nuestros enemigos.
¿Es determinante la historia en la estructura de Deadbolt? Si y no. Podemos avanzar misión a misión sin que importe demasiado lo que estamos haciendo, porque los objetivos están siempre aclarados, pero por otra parte cada nivel, 27 en total, tiene una razón en nuestro periplo de muerte y sangre. Es una pieza más dentro de un rompecabezas que irá revelando quién es el gran villano que está detrás de esta conspiración.
Brutalidad o sigilo, elegí tu camino
En los 27 niveles de Deadbolt el modus operandi es el mismo: llegar con nuestro a un determinado edificio, cumplir el objetivo y salir con vida. Para cumplir los objetivos, el juego incita a seguir en la mayoría de los niveles dos claros caminos.
Por un lado el sigilo, mediante el uso de elementos cuerpo a cuerpo, como cuchillos o martillos, o pistolas y fusiles con silenciador, tendremos la posibilidad de entrar y escapar de los distintos asentamientos sin que nadie haya notado nuestra presencia. Además, contaremos con la ayuda del ambiente a nuestro favor, pudiendo apagar las luces o golpear las puertas para llamar la atención de nuestro enemigos y despacharlos a oscuras. Otro recurso, casi vital diría, es la posibilidad de escabullirnos por los conductos de ventilación para aparecer por sorpresa en otros lugares.
El segundo camino, un tanto obvio, es el de arrasar con el lugar a tiro limpio y cuchillazo en la frente. En los primeros niveles resultará un tanto más sencilla esta premisa, ya que los zombies (no hablamos del típico zombie tradicional, estos hablan, miran tele y tiene actitud de gansgter neoyorquino) no resultarán un problema complejo, pero cuando aparecen los vampiros en acción; ir disparando a todo lo que se mueve no nos dará resultados satisfactorios.
Ganar las misiones nos otorgarán almas, que podrán ser intercambiadas por nuevas armas, que dicho sea son bastante diversas y ayudan pero no garantizan que ganemos todas las misiones caminando. Pistolas, escopetas, fusiles, ballestas, martillos y hasta un trabuco son algunos de los elementos que tendrá la Parca para hacer valer su nombre.
Los objetivos en cada nivel son bastante repetitivos y ahí es donde se ve la pata más flaca de Deadbolt: O tenemos que matar a todos, encontrar algún documento que nos provee de información o buscar llaves que permitan abrir algo clave. Las variables pudieron ser diversas, pero Hoopoo Games en este aspecto trato de apostar a lo seguro.
El título cuenta con una cierta rejugabilidad. Si bien las 27 misiones resultan una cantidad un tanto cortas y podríamos haber pretendido algunas más; las mismas pueden ser realizadas las veces que queramos, ya que cuenta individualmente con un sistema de puntuación de 5 estrellas, que considera el tiempo que tardamos, las veces que morimos, nuestra precisión y los disparos a la cabeza realizados. Conseguir puntaje perfecto nos otorgará almas para canjear armas.
Los controles funcionan bien y el pase de PC a PlayStation 4 se adaptan de manera correcta, aunque al principio puede que tengamos algunos problemas para apuntar y puede resultar un tanto desesperante en los tramos finales del juego si no le agarramos bien la mano a esta cuestión. Otro aspecto negativo es que el stick es bastante sensible al movimiento y a veces entramos y salimos por puertas cuando solo queríamos seguir avanzando.
Graficamente sencillo pero muy cuidado
Hoopoo Games no buscaba brillar en este punto. Sin embargo, bajo su simpleza en los 8 bits se encuentra un trabajo muy cuidado de los detales. Los muebles de los departamentos, las luces internas y los detalles de los enemigos hacen cumplir el apartado visual.
Respecto a la banda sonora, aprueba, y muchas de las canciones que suenan durante las misiones terminan resultando bastante pegadizas.
Conclusión
Deadbolt es un híbrido entre la acción y el sigilo que con poco termina presentando una propuesta muy atractiva. Puede resultar un tanto corto, pero a razón producto-precio, sumado a su rejugabilidad, termina con un balance positivo.
Si tienen unos pesos que no saben en que gastarlos, la Muerte puede resultar una gran opción.