Dragon Ball: The Breakers incursiona en el mundo de los multijugadores asimétricos, donde los civiles le roban el protagonismo a los grandes héroes del anime.
Todos miramos con cierto escepticismo pero con curiosidad el anuncio de Dragon Ball: The Breakers, un juego dentro de la franquicia creada por Akira Toriyama que busca abandonar el terreno de los fightings games para meterse de lleno en el campo de los multijugadores asimétricos, un sub-género que cada vez cuenta con mayores exponentes y, por consecuencia, aristas dentro de sus matices.
The Breakers no tiene miedo en experimentar y mostrar algunos elementos originales, aprovechando todo el lore del manganime para estar en cada uno de los detalles, pero en este propio intento de originalidad también se tropieza con sus propias buenas intenciones, logrando como resultado una aventura que te garantiza unos lindos momentos satisfactorios y muchas instancias de frustración.
¿Dónde funciona y dónde sale perdiendo este muljugador asimétrico de Dragon Ball que propone partidas de 7 vs 1? En los siguientes párrafos te contamos todo en detalle.
Viajeros del Tiempo.
A través de un simple pero detallado tutorial, Dragon Ball: The Breakers revela la dinámica de sus partidas al mismo tiempo que intenta colocar un marco narrativo a este multijugador de caza, supervivencia y escape. Una grieta temporal abrió fisuras entre distintos puntos del tiempo, y los diferentes villanos conocidos de la franquicia harán acto de presencia para invadir – por eso se llaman incursores – y destruir todo rastro de humanidad que encuentren.
Del otro lado se encuentran los supervivientes, que bajo la ayuda de Trunks, líder de “La Patrulla del Tiempo” están buscando la forma de averiguar el origen de estas grietas temporales y, principalmente, cómo ayudar a la mayor cantidad posible de personas mientras encuentran la forma de cerrar estas brechas peligrosas. Estas son las bases que predominan para tener la excusa de multijugador asimétrico con los principales personajes de la franquicia.
No hay mucha más profundidad – convengamos que tampoco Dragon Ball tuvo epopeyas narrativas en sus páginas – pero al mismo tiempo The Breakers aprovecha cada momento de interacción en el juego para depositar un gramo del lore: items, cosméticos, npc con los que interactuamos, habilidades, vestimentas, etc. El ecosistema de DB logra florecer en cada momento para suplir el hecho de que los grandes héroes de la franquicia casi brillan por su ausencia y personajes como Woolong o Bulma son más relevantes. ¿Por qué sucede esto? Porque los supervivientes y “protagonistas” de esta aventura multiplayer son civiles.
La propuesta de The Breakers consta de partidas conformadas por 8 jugadores (100% humanos, nada de IA), separados en 7 supervivientes y un incursor, y su dinámica está escalonada en diferentes etapas/fases donde tenemos que cumplir objetivos.
El punto neurálgico se desglosa en que los supervivientes tienen que escapar a través de una máquina del tiempo y el incursor evitar que eso suceda. En la perspectiva de los supervivientes, para llegar a la máquina del tiempo primero tenemos que lograr varios objetivos antes: encontrar una x cantidad de llaves distribuidas en el mapa y colocarlas en puntos estratégicos, proteger estos puntos y, por sobre todas las cosas, no morir en el intento.
Sobre este último aspecto, las oportunidades supervivencia son bastante variadas. Primero y principal, los escenarios disponibles ofrecen un montón de puntos ciegos para pasar escondidos. El incursor no solo es más ágil que nosotros, también vuela y es completamente poderoso, así que si caemos en su mira las posibilidades de escapar son contadas. Para evitar ser presa de los villanos contamos con diferentes herramientas además de ser sigilosos como un ninja: objetos de decoy, algunos transportes, y movimientos bastante ágiles para escapar.
Los escenarios son bastantes extensos y con una buena variedad de items que permiten auxiliar a los aliados o potenciarnos; también contamos con la posibilidad de rescatar a civiles npc que dan objetos a cambio. Los escenarios juegan mucho con las verticalidades, para poder encontrar items importantes en todo tipo de lugares pero también atravesar zonas evitando ser detectados por los villanos.
La frutilla del postre dentro de las opciones que tienen los supervivientes para lograr su cometido está en la posibilidad de recibir el poder de los Guerreros Z y por un tiempo limitado absorber sus poderes para enfrentar los incursores: esta es la carta que permite ganar la partida sin escapar en la máquina del tiempo. Para conseguir esto hay que encontrar “Puntos de Cambio” que hay desparramados por todo el escenario y realizar la transformación. Un dato no menor es que el incursor va “subiendo de nivel” – que se traduce estéticamente en los cambios de forma clásicos de Freezer, Cell y Majin Buu, hasta ahora lo 3 villanos disponibles – y si nosotros tenemos un “nivel de cambio” como superviviente más bajo que el incursor, por más que nos transformemos en un héroe no le vamos a poder hacer daño.
La coordinación entre los superviventes, como cualquier otro tipo de propuestas dentro del género, es un factor determinante para tener una chance de escapar y acá se desliza el mantra dentro de los multijugadores asímétricos: jugar con otras personas sin coordinación o falta de estrategia reduce sideralmente el tiempo de las partidas y los incursores se pueden hacer un festín en cuestión de minutos.
En el otro lado de la moneda tenemos la posibildad de jugar con los villanos de Dragon Ball, y los incursores cuentan con dos objetivos muy claros para ganar la partida: derrotar a todos los supervivientes o destruir la máquina del tiempo, imposibilitando el escape de cualquier forma. El abanico de opciones que tienen los incursores va en aumento a medida que podemos ir evolucionando a los personajes en sus diferentes fases, volviéndose no solo más poderosos, sino que sus técnicas son más destructivas.
Los incursores son casi omnipotentes: no solo se mueven más rápido, sino que su capacidad de desplazamiento se amplifica con su capacidad para volar a toda velocidad. Dicho todo esto, encontrar a los supervivientes en las fases iniciales no es sencillo si están bien escondidos, pero una vez que lo tenemos en la mira, como contábamos más arriba, en cuestión de impactarlos con una técnica. Si no podemos encontrar a los supervivientes, la partida nos deja una pequeña ayuda ya que, al colocar las llaves que activan la máquina del tiempo, se emiten luces en el mapa.
El principal atractivo de jugar con los villanos es tener que explorar los enormes mapas surcando los cielos y cazando a los personajes. Esa sensación de estar al acecho y prestar atención a todo lo que se mueve para detectar a los rivales consigue por momentos lograr su cometido. Este planteo se deshace cuando pasamos al plano de la acción y “el combate”. Los controles son completamente frustrantes y tampoco es que hay una variedad de técnicas que planteen un escenario divertido. Otro punto atractivo es que el incursor puede ir destruyendo las diferentes zonas del mapa si los civiles no activan las llaves en un tiempo determinado: esto funciona también para que los personajes no vivan todo el tiempo escondidos y estén obligados a desplazarse.
Volviendo al plano del grupo de supervivientes, así como lo es jugar con el villano lo divertido es la caza, para el bando de los buenos toda esa sensación de sentirse acechado y evadir a como de lugar caer en las garras mantiene esa adrenalina en todo momento. Porque en The Breakers una vez que fuimos detectados por el enemigos, es casi imposible sobrevivir o escapar. Somos más lentos, tenemos menos recursos y los items a utilizar son más de camuflaje que de defensa. Esos ritmos iniciales que tiene el juego marcan la pauta de que en esta propuesta no todo está mal, pero las partidas no logra sostener esa dinámica. Ni hablar de que, si somos los primeros en morir y no nos reviven, estaremos pasando largos minutos como espectadores sin poder hacer nada más que mirar. Ser 7 vs 1 es una dinámica que da muchas chances de ganar, pero también tiene un desbalanceo claro en el desarrollo de las partidas.
El gran problema que tiene The Breakers pasa por su ejecución: lo que sucede en las partidas y cómo se desarrollan ocurren casi de forma caótica; las dinámicas y situaciones cambian con mucha velocidad y es bastante normal sentir una perdida en la noción de los objetivos. De un momento a otro pasamos de buscar una llave en x región del mapa a tener que salir corriendo porque el lugar donde estamos explotará a manos del villano en cuestión de segundos. Lejos de aprovechar este caos para sembrar diversión, la propuesta no logra canalizar este mareo intencional para traducirlo en una cuota de satisfacción a nivel jugable. Está claro que la intención que quiere transmitir cuando jugamos como civiles es la de desprotección total, pero no se plasma correctamente.
La progresión del juego no es determinante pero permite potenciar en algunos rasgos las supervivencia, pero ante cada partida, dependiendo las cosas que hayamos hecho (no hace falta ganar para llevarte algunos premios), recibiremos algunos incentivos económicos para boostear en nuestra base operativa. DB: The Breakers tiene diferentes tipos de “monedas” para comprar items. Tenemos desde cosméticos hasta opciones para boostear los items de los supervivientes, donde el “cooldown” es su principal atributo. También podremos potenciar las habilidades del los “Guerreros Z” y los incursores, logrando que sus técnicas sean aún más poderosas o incluso desbloquear nuevas.
Otra de las opciones son las tarjetas de invocación, que por una limitada cantidad de veces podemos usar para tener como aliados en la partida a un determinado héroe a modo de préstamo, con algunas habilidades especiales o nivel elevado. Una suerte de “ayuda” para nuestro favor en partidas puntuales. El formato “pay to win” no tarda en hacerse presente pero tampoco es algo que cambie sideralmente la balanza en las contiendas, ya que el objetivo de las partidas para los supervivientes (encontrar las llaves y escapar en la máquina del tiempo) se puede lograr igual sin todos los potenciadores o invocaciones Z.
Conclusión
El gran interrogante con Dragon Ball: The Breakers es entender si va a continuar dentro de algunos meses. En un juego que no es free-to-play, que no tiene cross-play y que a nivel jugable no tiene una veta lo suficiente atractiva, solo dependerá de la cantidad de contenidos que le inyecten en las próximas temporadas para que pueda sobrevivir contra otras propuestas similares.
A dos semanas de su lanzamiento, la posibilidad de encontrar jugadores en las partidas (otro dato no menor es que no se pueden completar con IA) sigue siendo alta, con demoras de no más de 4/5 minutos, pero si esto aumenta es probable que The Breakers tenga los días contados y que ni un milagro de Shenlong lo salve.