Elsie combina el frenetismo bullet-hell con plataformas en un mundo futurista rogue-like, que regala grandísimos momentos.
Si hay algo que me gusta de propuestas indie como Elsie es que en ningún momento tienden a ocultar sus influencias.
El nuevo juego de Playtonic (que también trabajan en paralelo en la tercera entrega de Yooka-Laylee) y Knight Shift Games es un rogue-like futurista que apalanca su acción en mapas procedurales cargados con unas vibras a Mega Man que tiñen toda su impronta de un acción plataformera y de acción en formato bullet hell: enemigos y proyectiles en muchas partes de la pantalla y un prontuario de armas y power ups que iremos escalando en cada incursión para llegar al final del dungeon lo más optimizados posibles.
No es un juego perfecto, pero esa influencia con la que se nutre Elsie no le hace sombra a la identidad que promulga tanto su narrativa como su desarrollo de personajes, toda una amplia gama de aliados y npc secundarios con un diseño artístico que realzan su propuesta.
La Guardiana contra los Guardianes
En este plataformero 2d interpretamos a Elsie, un androide creada por la Dra. Grey, una eminencia dentro de la industria y que busca crear a estos prototipos con el fin de que se transformen en guardianes protectores de este mundo. Elsie tiene como particularidad, a diferencia de modelos anteriores, que fue diseñada con la última tecnología, que le da habilidades superiores y también un raciocinio superior.
Cada Guardián y Guardiana fue creado con el fin de proteger cada una de las regiones de este mundo, pero cuando los diferentes protectores de las regiones comienzan un proceso de saboteo y atacan la ciudad principal, Elsie deberá empezar a buscar aliados en distintas partes del mundo y combatir a los Guardianes, para entender también el por qué de su rebelión.
Sí, es una premisa y argumento que también respira Mega Man por todos lados, pero en este caso la aventura propone recorrer diferentes secciones en formato rogue-like: arrancamos desde el mismo punto de partida y a medida que avanzamos, se nos divide los caminos en dos para ir avanzando hacia nuevas áreas, eliminando bosses y repitiendo el proceso.
Una vez que avanzamos lo suficiente y derrotamos algunos Guardianes, se sumará Andru como personaje jugable, más apuntando al combate cuerpo a cuerpo y con un seteo propio de habilidades.
La fórmula rogue-like funciona con un elemento que Elsie sabe manejar muy bien: la promesa de que la siguiente run será más épica que la siguiente. Sus partidas son en casi todo momento eufóricas y exigen una buena coordinación de movimientos y acción; esto se logra con un buena tasa de respuesta en los controles, que maridan de forma perfecta con una barra de energía que permite una buena amplitud de desplazamientos.
En cada run podremos upgradear vida, energía o poder especial e ir farmeando pasivamente el daño, la velocidad de disparo y la potencia del parry. Perder o terminar la run (por avanzar en la historia), nos llevará esos parametros a cero pero hay una buena cantidad de recursos (chatarra y monedas de intercambio) que permiten aumentar el progreso del juego: nuevas armas, habilidades y potenciadores que pueden aparecer en cada partida al azar.
El ritmo de recompensa es bastante elevado y la progresión es muy generosa: al cabo de 4 o 5 runs bien ejecutadas ya construímos una buena base de recursos obtenidos y la sensación de ver a una protagonista más poderosa se percibe en el daño que causamos a los enemigos.
El diseño de niveles aprovecha el frenetismo y su verticalidad para que cada fase que atravesamos tenga un posicionamiento lógico de enemigos. Atacar estratégicamente, hacer parry en los momentos justos e ir danzando entre proyectiles y explosiones será un abc constante. Cada run no solo permitirá para sumar recursos e ir derrotando Guardianes: tiene ese inconsciente aprendizaje para ser das hábil y resiliente.
A nivel audiovisual el pixel art trabaja bastante bien sobre los enemigos y los escenarios, pero a veces Elsie no resalta ni contrasta lo suficiente y nos podemos comer algún proyectil de forma accidental.
Elsie no tendrá enormes cuotas de originalidad pero hay un enorme amor y cuidado por los detalles y que la experiencia de juego sea realmente atrapante. Uno de esos detalles cautivadores es todo su apartado de voice acting. Cada personaje, cada npc, cada aliado y guardián enemigo tiene su actor de voz, que le inyecta una impronta y personalidad a las interacciones con la protagonista.
Estos detalles cuidados también se presentan en las habilidades y armas que obtenemos así como también el intentos de que cada zona no solo sea diferente en lo visual, sino en la estructura de desafíos y en las diversidad de enemigos.
No cae en la repetición por esa magia que tiene del riesgo-recompensa, que acá se encuentra muy bien balanceada. Sí le echa en falta un poco más de diversidad en los tipos de escenarios y convengamos que lo procedural comienza a perder esa frescura cuando en determinadas runs ya tenés un poco en claro cómo van a venir los enemigos e incluso las trampas que encontrás en el camino.
Conclusión
Elsie aprovecha el frenetismo, la buena respuesta de sus controles y las altas dosis de acción y plataformas para que el jugador haga la vista gorda de sus falencias, y eso pondera a una propuesta que es mucho más de lo que parece en una primera mirada.
El magnetismo de los personajes no le hace justicia a lo chato de su narrativa y una propuesta que tiene un hilo conductor bastante previsible. Sin embargo, en la suma de todos sus factores Elsie sale airoso, porque entretiene, divierte y siempre te deja con ganas de jugar una run más y volverte un poco más poderoso.