Koei Tecmo y Gust adaptan el popular manga y anime creado por Hiro Mashima, con una absoluta dedicación a los fanáticos de Fairy Tail.
Después de varios lanzamientos dedicados a mobile y las consolas portatiles de PlayStation y Nintend (PSP y DS, respectivamente), Fairy Tail hace su debut en PlayStation 4, PC y Nintendo Switch, de la mano de Gust y Koei Tecmo.
El manga creado Hiro Mashima debutó en 2006 y su versión anime en 2009, con una duración que se extendió por más de una década. Tiene su nicho de fans, principalmente en Japón, pero no está dentro de las franquicias más populares.
Es por eso que, al momento de jugar Fairy Tail, pensé que iba a ser mucho más amistoso con aquellos que no conocían la trama de la saga protagonizada por Natsu y Lucy, pero Gust (junto a Koei Tecmo) prefirió el camino del fan y consigue un relato que aborda una trama bastante avanzada en el canon, con gran parte de sus personajes ya introducidos a la historia y un ritmo que si no fuese por el compendio que hay en el menú dejaría afuera a los jugadores que no conocen este relato.
Como contrapartida, Fairy Tail es un JRPG con lineas muy tradicionales que apuesta al combate por turnos, abocado principales a la utilización de magias y habilidades por sobre las acciones físicas. Un juego que te lleva de la mano constantemente y no tiene una curva de dificultad muy pronunciada, incluso en sus zonas finales. Eso sí, en paralelo a mi progreso en el juego me vi unos capítulos salteados del anime para hacer la comparación y mucho del lore se representa con una enorme fidelidad, incluso en todo lo relacionado al vínculo de los personajes y las animaciones al momento de realizar los hechizos.
Llevando al gremio a lo más alto
Siendo un ignoto total al momento de atravesar las primeras horas en Fairy Tail, el juego comienza en un punto ya avanzado del manga y anime pero que si bien no puedo negar que deja afuera a todos los que no consuman la franquicia, se nos establece un punto de partida que será la gran constante de la aventura.
Formamos parte de Fairy Tail, un gremio de magos que no está atravesando su mejor momento, y que nuestra tarea será completar una gran cantidad de encargos y misiones para devolverle el brillo de antaño y ser el grupo por excelencia en este mundo. Obviamente, en paralelo transcurrirá un relato que involucra fuerzas malignas que atentan contra la paz de este mundo. El juego toma adaptaciones de diferentes arcos del manga y no duda en saltar de una historia a otra con abruptos cortes; acá deja en claro que Gust buscó incluir las tramas más atrapantes e interesantes para contentar a todos los seguidores.
La metodología del juego consiste básicamente en cumplir decenas de encargos, que se repiten entre cazar determinados enemigos, encontrar objetos y ayudar a personas con tareas específicas, estas últimas son las más sencillas pero que rompen con la monotonía de las anteriores dos. Cómo suele ser un habitué en muchos exponentes del género, todo el brillo que ponderan las misiones principales, con desarrollo de personajes y diversidad de contenidos, se desploma cuando abrazamos las sidequest, sin brillo, con mucho relleno y destinadas a extender la vida útil del juego, que oscila las 20 horas de duración y un poco más si buscamos completar al 100% la aventura.
El principal problema con el desarrollo de estas misiones secundarias es que en la estructuras del juego no son tan secundarias per se, ya que necesitamos completar gran parte de ellas para subir de rango en el gremio, un requesito obligatorio para progresar en la historia.
Cumplir misiones nos dará plata para comprar cosas pero también para upgradear las bases de nuestro gremio, que potenciarán la experiencia que consigamos y mejorarán la tienda de objetos y Lacrima, la sustancia mágica que nos otorga diferentes poderes elementales.
La exploración en Fairy Tail es bastante limitada, con diferentes zonas segmentadas en un mapa de mediano tamaño, el cual nos permite saltar de un punto a otro con una facilidad abismal. Estos escenarios son bastante cortos y con un diseño esquemático tan tradicional como repetitivo. Esta decisión apunta también a simplificar estas cuestiones y no complejizar las mecánicas; Fairy Tail es a anchas y largas un título que busca ser accesible en sus metodologías, pero no por eso peca de aburrido.
El combate es su punto más fuerte y dónde saca a relucir tanto su potencial como las influencias del manga. Estamos ante un clásico sistema por turnos, en el que los enemigos se distribuyen en una cuadrícula 3×3. Como dije más arriba, los ataques físicos son una anécdota en esta aventura y lo que priorizaremos será la constante utilización de magias.
Cada personaje cuenta con sus propias potencias y debilidades elementales, y armaremos el roster de combate (empezamos con un limite de 3 para luego extenderlo a 5 por pelea) en base a su diversidad para poder abarcar la mayor cantidad de tipos posibles.
Lo atractivo del combate es que las magias tienen un rango diverso y sus efectos pueden mover a los enemigos dentro de la cuadrícula hacia adelante o atrás, en función a que nos sirve para futuros ataques. Los rangos y habilidades son bastante diversidas, y los personajes también se dividen en los que enfatizan las técnicas ofensivas como de soporte. Obviamente, tendremos que encontrar un balance para no tener una escuadra muy desproporcionada.
Lamentablemente, toda ese potencial en el apartado de habilidades choca de frente con la poca variedad de enemigos que destila su bestiario y su reducida dificultad. Con solo entrenar lo justo y necesario en el recorrido de las misiones no vamos a tener dificultad en casi ningún enfrentamiento, porque además el combate ofrece muchas posibilidades para salir victoriosos; desde súper habilidades que combinan las técnicas de personajes hasta una opción que se llama “Awakening” que nos recupera la vitalidad y el MP si recibimos mucho daño durante una batalla.
Este atractivo de ver a los personajes tirando los hechizos clásicos del anime y manga desluce el potencial de las batallas, siendo un mero tramite para seguir avanzando en la narrativa. La simpleza absoluta desluce un poco todo el potencial que tiene el apartado de magias y la estrategia que podemos utilizar contra los enemigos. Sin importar a veces las técnicas que usemos, terminaremos ganando las batallas más tarde que temprano y no hay un desafío como tal, salvo algunas excepciones bien marcadas.
No tenemos items para equipar ni accesorios para upgradear los stats de los personajes. En cambio, Fairy Tail nos permite 2 caminos distintos para potenciar a los protagonistas. Por un lado, adjuntarles Lacrimas que suben diferentes parametros (vida, MP, ataque, defensa, etc) con slots que se irán desbloqueando con el progreso de los niveles y rangos de cada uno.
En segunda instancia, podremos mejorar el vínculo entre los personajes interactuando entre ellos, ya sea en la ciudad principal o en nuestra base. Esto mejorará el nivel de las técnicas combinadas y el consumo de MP, otra adhesión más a esta accesibilidad que plantea Fairy Tail en toda su base jugable.
El apartado audiovisual mantiene la línea de las producciones AA basadas en adaptaciones de anime. Un cel shading bastante prolijo y animaciones estáticas en gran parte de sus escenas con diálogos, con pocas cinemáticas que utilizan el motor del juego. Para los fanáticos de Fairy Tail hay otro mimo en la parte sonora, ya que cuenta con las voces originales de los actores japoneses.
Conclusión
Fairy Tail funciona mucho mejor como un regalo para los fanáticos que como juego en sí. Hay muchas mecánicas e ideas que se ven desaprovechas en pos de no presentar un gran desafío en los combates y en el desarrollo de las misiones. Todo el repertorio de magias y estrategias de combate con la disposición de enemigos en la grilla 3×3 se desluce con las facilidad de las batallas y la poca variedad de rivales a enfrentar. Las sidequest terminan cansando con rapidez, pero por suerte las misiones principales sacan a flote el brillo que destila por momentos esta aventura.
Gust apostó por un JRPG tradicional con ideas interesantes, pero la mayoría de ellas solo se quedan en buenas intenciones. Eso sí, el fan de Fairy Tail la va a pasar muy bien porque los guiños y la fidelidad con el canon están presentes.