Friday the 13th: The Game nos mete de lleno en un título protagonizado por Jason Voorhees, donde lo mejor sale cuando no jugás con él.
Porque 12 películas no son suficientes para explotar a Jason Voorhees, el personaje que es una de las grandes referencias de las criaturas de los ’70 y ’80 que protagonizaron los film de terror, gore y ciencia ficción de aquella época de oro, la cual comparte con mucha honra junto a otros exponentes como Freddy Krueger, Predator y Leatherface, entre otros.
Friday the 13th: The Game supone la tercera incursión de Jason Voorhees en el universo gamer (su última aparición fue en Mortal Kombat X) en un título que intenta refleja la propuesta de las primeras entregas cinematográficas, no solo reflejando sus escenarios más icónicos, sino en un juego en donde predomine la tensión, la violencia y el mismo gore en sus dolorosas muertes.
El juego, responsabilidad en parte a Gun Media y en parte gracias a una campaña de financiación via Kickstarter, va directo al grano. Friday the 13th: The Game se olvida del Modo Historia, una campaña de trasfondo o bien material de lectura dentro del mismo para contextualizar nuestra aventura; y apunta directamente al modo online, en donde Jason tiene que cazar a 7 personas (llamados monitores de acá en más) a pedido de los susurros de su poca amigable madre.
Cazar o ser cazado, el juego te divide en estas dos claras aristas, adoptando la mecánica vista en Dead by Dayligt (aunque ahí eran 4 contra 1 y la cámara del “cazador” era en primera persona). Si nos toca jugar con Jason, somos una completa máquina de matar. Es mucho más lento, al comienzo, que el resto de sus presas, pero su ralenticidad la compensa con un poco variado árbol de habilidades, dentro de las cuales podemos destacar que escucha los movimientos de los monitores, capta las emanaciones de calor y, entre otras, puede transportarse al lugar que querramos. En pocas palabras, una maquina de matar tan invencible como omnipresente.
Si nos toca ser uno de los monitores, la cuestión cambia de manera abrupta, ya que en el único aspecto que le sacamos ventaja a Jason es en la velocidad de nuestros movimientos, arista que no es muy alentadora ya que si Voorhees está en plena persecución y nos cansamos, prepárense para una violenta muerte. La clave entre los monitores pasa por el trabajo en el equipo, algo fundamental en la supervivencia en cada partida, que tiene una duración máxima de 20 minutos. En los distintos mapas que conforman Friday the 13th: The Game, todos referenciales a las distintas películas (como el icónico Crystal Lake) y unas versiones de los mismos lugares pero más reducidos, para que la acción se desarrolle más rápido.
En cada mapa, siempre hablando de los monitores, tendremos que cumplir distintos objetivos que nos permitirán, cada uno a su manera, sobrevivir a Jason. O arreglar un auto, una lancha, llamar a la policía o pedirle ayuda a Tommy Jarvis, el único personaje de las películas que enfrentó a Voorhees 3 veces y sobrevivió.
Como mencionábamos anteriormente, es fundamental el trabajo en equipo para poder escapar mediante el cumplimiento de algunos de los objetivos ya que, por ejemplo, si nos disponemos a arreglar la lancha, necesitaremos colocarle una hélice y nafta, pero podemos llevar de un objeto a la vez (solo podemos llevar un item encima, incluidas las armas). Entonces si no hay una cooperación entre los monitores solo es cuestión de tiempo para que Jason nos asesine. Otra de las maneras para ganar es sobrevivir los 20 minutos que dura la partida, pero no nos dará las bonificaciones extra de cumplir los objetivos.
Jugar con Jason supone una estrategia mucho más reducida. No disponemos de un mapa (los monitores pueden conseguirlo si lo buscan pero con ir prestando atención a los distintas señales que explicamos unos párrafos más arriba (movimiento, miedo, calor). Obvio, perseguir y cazar a los distintos monitores es bastante gratificante, más aún cuando subimos algunos niveles y vamos desbloqueando distintos finishers.
Friday the 13th: The Game cuenta con un sistema de progresión. En el caso de Jason, subir de nivel nos permitirá ir desbloqueando algunos skins, alusivos a las distintas películas. Cada uno tendrá un arma particular y distintas habilidades características; algunos pueden correr, otros tienen mayor percepción, algunos pueden recargar sus técnicas de manera más rápida, entre otros. Por el lado de los monitores, los niveles más altos nos desbloquearán nuevos personajes distintos para seleccionar que presentan distintas ventajas y desventajas: mayor o menor sigilo, resistencia.
Este título de terror, acción y ¿estrategia? presenta una gran desventaja para aquellos que no tienen amigos que tengan Friday the 13th: The Game y es encontrar una partida. Pueden pasar largos minutos esperando en la sala para encontrar gente que se sume a las partidas, ni hablar de encontrar alguien de la región sudamericana. Antes de realizar este análisis jugué un aproximado de entre 40 y 50 partidas y solo en la mitad complete a los 8 jugadores para formar una partida. Incluso he llegado a participar en encuentros de 2 miembros. Jason vs un monitor. Ya se imaginarán cómo resultó dicho match y cuanto pudo durar.
En el aspecto audiovisual, suena bastante peculiar como hicieron un gran énfasis en las distintas versiones de Jason, intentando pulir al máximo todos los detalles, mientras que presentar una versión tan tosca y carente de gestos por parte de los monitores. Por el lado del entorno, los distintos asentamientos están bien logrados y con muchos detalles, ya que son claves para la exploración. Sin embargo, el resto de la ambientación es bastante simple.
El sonido y la musicalización es bastante optima. Es interesante ver como la música comienza a tornarse más tensa y angustiante a medida que Jason puso los ojos en nosotros y se acerca cada vez más.
La jugabilidad puede causar más de un dolor de cabeza en varios momentos, principalmente del lado de los monitores. Los movimientos suelen ser bastante toscos y apretar mal un boton en determinado momento puede provocar en un momento complicado abrir una puerta en vez de tapearla. Por el lado de Jason todo es mucho más sencillo porque puede destruir puertas, ventanas y todo lo que tenga a su paso.
Friday the 13th: The Game es un título que se disfruta el triple si lo haces con amigos y conocidos, ya que las partidas son mucho más desafiantes y estratégicas. Sin embargo, jugarlo online con desconocidos funciona para pasar el rato, pero al cabo de varias partidas puede terminar cansando ya que puede resultar monótono.