El género detectivesco y puzzle cobra un nuevo sentido con Ghost Trick: Phantom Detective, una verdadera sorpresa para aquellos que no tuvieron el placer de disfrutarlo en sus orígenes de Nintendo DS.
Las buenas historias, si bien no son imprescindibles (Mario, te hablamos a vos), son parte importante de un buen juego. La excusa de una historia de asesinato en circunstancias poco clara es una base más que útil para un innovador puzzle que sigue este caso policial con toques esotéricos para una resolución absolutamente inesperada. Estamos hablando de Ghost Trick: Phantom Detective, la brillante entrega del director Shu Takumi, distribuida por el sello archiconocido de Capcom.
Una rápida búsqueda en Google dará la impresión al lector que este juego es excelente. Quién suscribe ve estos acuerdos laudatorios con leve desconfianza, pero Geeky tiene su espacio de prueba de joyitas como esta para confirmar la calidad de esta aventura. Es difícil elegir lo mejor de Ghost Trick, así que esta reseña se detendrá en los distintos elementos que, como verán, posiciona este juego en un lugar privilegiado para cualquier amante de una buena historia interactiva de detectives original. Este análisis ha sido realizado con una copia de esta entrega en su versión de PlayStation 5.
La apasionante historia fantasmagórica
El título del apartado cometerá el pecado moderno de ghostear al lector en los detalles de la historia. Como muchas otras reviews reconocen, y nos sumamos a la iniciativa por el bien del gamer, conviene entrar a Ghost Trick con la menor información posible. Sin ser una idea revolucionaria ni nunca antes vista, la premisa efectiva y cautivadora del juego pone a quien tome el mando en el rol de detective para resolver un asesinato en condiciones sospechosas. El particular giro es que el occiso es el protagonista, un fantasma desmemoriado que no puede recordar qué le ocurrió.
Lo que sigue después es un brillante elenco de personajes, lugares y eventos que están hechos con amor y detalle. Cada uno de ellos tiene su personalidad, su giro estético, su gracia propia, no importa si son protagonistas o secundarios. Su gran mayoría genera empatía con sus caricaturescos estilos e ingenuidad digna de cualquier película animada de alta calidad. Los giros de la trama son absolutamente logrados, con varias sorpresas en el camino, algo que solo algunos juegos con buenos guionistas como el mismísimo creador Shu Takumi. Todo esto se posibilita por un gameplay fascinante, el siguiente apartado.
Cómo se mueven los fantasmas
Ghost Trick tiene un parentesco lejano con las aventuras gráficas. Si bien la historia avanza sin tanta interacción o bifurcaciones pequeñas y no tanto según el camino elegido, hay algo de sobrevolar una historia atrapante utilizando el ingenio. El juego esencialmente fluye entre distintas escenas del crimen o espacios listos para investigar, y nuestro trabajo constante es ir hilando el misterio que desvela al fenecido protagonista. El relato se extiende a 17 capítulos con información que se va revelando en cada uno y con una serie de desafíos ascendentes. Los primeros fluyen con facilidad mientras que los últimos van desafiando al jugador de maneras interesantes, con algún que otro rebusque ocasional.
Como sugiere el título, tomamos el control de un fantasma. El mismo puede moverse a través de distintos elementos inanimados (y no tanto) en cada escena. Algunos de ellos son elementos de paso para llegar a otros, que son interactivos. Abrir un paraguas, hacer sonar un reloj, distintas acciones pequeñas que pueden desencadenar eventos o reacciones inesperadas configuran este gameplay fascinante e innovador. La dificultad es ascendente a través de los casi 20 capítulos que integran la saga, con un pico antes del final y un pequeño descenso para el epílogo, en virtud de la trama. El resultado es un equilibrio preciso entre historia y jugabilidad. Cabe aclarar que, ocasionalmente, el jugador puede sentir un avance torpe o interrumpido de la parte interactiva a causa del relato, pero son los menos y afectan verdaderamente el disfrute de semejante aventura.
De la pantalla chica a la grande
Como mencionamos, Ghost Trick es una remasterización originalmente pensada para Nintendo DS. Es difícil de evitar el recelo con el reciclaje de determinados juegos o franquicias, detrás de la fatiga creativa que a veces pareciera azotar a la industria cultural toda. Sin embargo, a veces es importante salvar del olvido joyas que quizás no tuvieron la atención que se merecían. El desafío particular se presenta en estos casos, cuando la concepción del juego requería convertir un juego para llevar al paso en una consola de mano a los televisores domésticos que suelen requerir las consolas caseras.
El desafío de transportar un juego es esencialmente tripartito: gameplay, video y audio. El primero sortea la hazaña sin mayores desafíos. La jugabilidad de PlayStation no tiene nada que envidiarle a la Nintendo DS, fluyendo con mucha facilidad. Lo complejo es lo audiovisual, que representa un salto generacional enorme entre una consola de mediados del 2000 con una de los 2020s. ¿El resultado? Una estética animada preciosa y vigente frente a una música sorprendentemente intacta. Hay poco que reclamarle a Ghost Trick en ese flanco. Podrían haberse grabado voces para los diálogos, o regrabado algún que otro track, pero sería meterse en decisiones que en última medida son eso, elecciones no tomadas que no alteran a la calidad del producto.
El veredicto, ningún misterio
Si llegaste hasta acá, difícilmente te sorprenda saber que Ghost Trick: Phantom Detective tiene una más que justificada reputación y merece todas las flores que recibió. Efectivamente, el consenso crítico es acertado, y a Shu Takumi, su fama lo precede. Está claro que no todos son amantes del género, y este tipo de juegos apelan a un grupo específico de gamers (sin ser un nicho como el de Park Beyond), pero la ductilidad de este juego de detectives merece la atención incluso de ajenos a este tipo de puzzles por su originalidad. Su dificultad es accesible, sin trampas y permite la fluidez.
Ya hemos mencionado con anterioridad algún que otro defecto, como la historia que por momentos nos pone a los jugadores en espectadores pasivos, pero es un pecadillo casi justificado frente a una fascinante narrativa, digna de su propio animé. Aquellos que lo vieron con cariño y duda antes de comprarlo no deben vacilar más y hacerlo, y los que valoran un buen misterio con puzzles originales no pueden perderse esta brillante aventura.