Gundam Breaker 4 viene a recuperar el vuelo de una franquicia que no estaba en su mejor momento con un hack n’ slash con un nivel de personalización ideal para los fanáticos.
Gundam entra tranquilamente en el olimpo de franquicias que iniciaron el legado de la cultura pop y el mundo geek a nivel global. Con casi más de 45 años de historia, la saga tiene el lujo de tener adaptaciones de todo tipo (algunas incluso solo exclusivas en tierras niponas) y los videojuegos no quedan exentos de esta ecuación.
Y así como Gundam proliferó en diferentes adapataciones, Gundam Breaker es una saga propia dentro de los videojuegos que también corrió por varias formar de reimaginar la historia de los mechas/gunplas.
Gundam Breaker 4 toma la posta directa de Gundam Breaker 3, lanzado en 2016, y busca posicionarse como uno de los hack n’ slash más completos de toda su saga, no solo por la variedad de contenidos online y offline, sino también por el poder de personalización de los gunplas y el amor que le dedican a todos los fanáticos del género.
Sin embargo, es un título muy amigable para aquellos que no están familiarizados con la franquicia (acá me incluyo) y abre la puerta a que puedas disfrutar de su buena cantidad de contenidos.
Luchando para ser el mejor.
Gundam Breaker 4 se aleja de la narrativa principal de Gundam original y acá nos setean en un universo en el los mechas son herramientas/armas para competir y alcanzar la gloria. Esto es una excusa para adentrarnos en múltiples campos de batalla para enfrentar a todo tipo de mechas pero, principalmente, en la posibilidad de crear, armar y personalizar nuestra máquina de guerra de la forma que queramos.
Y acá no exageramos que el nivel de personalización y detalle que tiene Gundam Breaker 4 es uno de los más ricos y atractivos que tienen juegos de este tipo. La libertad que el juego ofrece para que diseñemos el mecha del color y anatomía que más nos guste es una invitación constante a danzar por los diferentes modos de juego y conseguir decenas y decenas de partes.
Acá las posibilidades son casi infinitas. Desde lo más superficial, que es elegir que tipo de color queremos para el más mínimo accesorio, hasta la combinación de piezas para armar un set realmente impecable a la vista. Eso para todo lo que tiene que ver lo estético, porque cuando empezamos a elegir las habilidades y armamentos, las combinaciones no rozan lo infinito pero se le acerca.
En este sentido, Gundam Breaker 4 aprovecha la polifuncionalidad armamentística para poder usar rifles, gatling guns, ametralladoras, lanza granadas, bazookas, y mezclarlas con escudos, lanzas, espadas, hachas, espadones y mucho más, porque también contamos con habilidades especiales que se encuentran disponibles según las partes de mechas que consigamos.
El comienzo del juego puede ser un tanto abrumador por la cantidad de piezas que conseguimos y el tiempo que tenemos que dedicarle a la personalización. No es un dato menor: pasás una buena cantidad de minutos descartando piezas que no utilizamos y encontrando las mejores cualidades para cada elemento del Gunpla. Las estadísticas son importantes para calibrar el tipo de personaje que queremos desplegar en combate: el balance, la potencia de las armas de fuego, el impulso de desplazamiento y la resistencia son algunos de los factores que podemos alterar para encontrar el sistema que mejor se adecúe a nuestro estilo de juego.
Lo bueno de Gundam Breaker 4 es que ningún seteo se siente realmente desbalanceado: hay un trabajo en maridar los estilos y que esa libertad de configurar las piezas como más nos guste no afecte de forma sideral el rendimiento del Gunpla. Es necesario contar con buenas armas a corto alcance, armas de fuego y habilidades tanto ofensivas como de support para lograr un robot de combate que sea todo terreno.
Gundam Breaker 4 tiene un apartado offline bastante completo y realmente necesario para poder armar un buen Gunpla para luego poder zambullirnos en las opciones online que tiene el juego.
Su modo Historia es simpático y realmente anecdótico; con una historia marcada por alcanzar la fama teñida por la corrupción que se cierne por la dominación de todo el plano de combates que se originan a través de los Gunplas que son controlados por los humanos a distancia. En esta narrativa, tendremos que escalar desde puestos juniors para entrar en la “elite” y en las competencias más importantes.
Sin embargo, a medida que vamos progresando en los capítulos, se empiezan a bifurcar otros modos de juegos que amplian la oferta y también los desafíos. Aventura y Cazarrecompensas presentan desafíos opcionales con una buena tasa de recompensas, que van desde créditos para la tienda hasta artículos únicos.
Independientemente de los modos que elijamos, cuando lo traducimos a su jugabilidad Gundam Breaker 4 propone enfrentarnos a oleadas de Gunplas, de diferentes tamaños y cantidades de enemigos, incluso con algunas boss fights un tanto memorables por lo colosal de algunos combates.
En el plano de los controles, el combate es sumamente intuitivo y simple de ejecutar, con botones marcados para el combate melee, el uso de armas de fuego y las habilidades especiales. Donde sí choca un poco la experiencia es en todo lo relacionado al movimiento. Es un tanto tosco el desplazamiento de los Gunpla y frustrante la verticalidad que tenemos con los saltos. El sistema de lock on de los enemigos es poco intuitivo y la cámara de momentos nos puede jugar malas pasadas.
La exigencia en rendimiento a nivel técnico sale a perdida si lo comparamos con otros títulos dentro de su género, pero en lo que respecta a Gundam la evolución misma de la franquicia se nota con creces.
Igualmente, no todo está relacionado a combatir y destrozar los mechas enemigos. Hay toda una sección llamada Diorama, en la que podemos empalmar nuestros set de figuras y armas maquetas originales para luego compartirlas con la comunidad.
Conclusión
Con varios aciertos en su profundidad de personalización y una buena variedad de opciones de juego, Gundam Breaker 4 es un exponente que supera las expectativas y logra presentar una experiencia robusta. Algunas decisiones en los controles y movimientos no terminan de exprimir todo su potencial, pero las amplias posibilidades de confeccionar un gunpla a nuestra gusto y deseo hace que el título cobre valor por su propia identidad y legado.
Los fanáticos de Gundam pueden celebrar porque hay un título a la altura de lo que demandan, y aunque a veces no abrace a todos los públicos, sí es una buena puerta de entrada para los que nunca se metieron en este universo.