Horizon Zero Dawn Remastered no deja de ser una reversión que no pedimos, pero que realza en todos los aspectos un clásico indispensable de PlayStation.
Desde la última década la epidemia de remasterizaciones y remakes instaló el debate en cada lanzamiento. A mediados del mes pasado el debate tuvo como foco la remake de Until Dawn, y ahora es el turno de la primera aventura protagonizada por Aloy.
El anuncio de Horizon Zero Dawn Remastered es, sin argumentos en contra, un relanzamiento completamente innecesario. Una IP que salió hace 7 años y que realmente se ve y se juega muy bien, ¿por qué iba a necesitar un lavado de cara? Si bien este interrogante no tiene mucha prestación al análisis, es increíble como realmente Sony logró realzar una propuesta que, sin sonar contradictorio, no precisaba de mejoras.
No precisaba de mejoras hasta que este tipo de remasterizaciones te hacen ver lo contrario, con un delicado trabajo en cada una de las aristas audiovisuales para lograr esa inmersión generada por Forbidden West y de la que también permite apreciar la belleza de este mundo atravesado por el apocalipsis y el dominio de las maquinas.
Qué lindo volver a verte Aloy.
La intencionalidad clara de Horizon Zero Dawn Remastered es emparejar las condiciones técnicas y audiovisuales de su reciente secuela, partiendo de la base que, si ya contás con el juego original, hablamos de una actualización que cuesta 10 dólares que realmente vale mucho la pena, teniendo en cuenta que además de las mejoras visuales también incluye Frozen Wilds, su cuantiosa expansión.
Nixxes, responsable de esta remasterización, le dedicó una importante inversión de tiempo y pre-producción para enaltecer de punta a punta toda la propuesta: nuevas capturas de movimiento, mejoras en la iluminación texturas, modelados y más, con el portento de hacer le juego cada vez más realista e inmersivo.
Al comparar los gráficos de Horizon Zero Dawn con los de Remastered, hay momentos en los que uno puede tener dificultades para encontrar mucha diferencia. Sin embargo, con el juego aen accción, Horizon Zero Dawn Remastered se ve consistentemente mejor que el original. Es un juego que se ve increíble, y que está a la altura de la mayoría de los otros títulos de PlayStation 5.
Se denota a lo largo y ancho de la exploración que podemos realizar con Aloy el esfuerzo concreto para realzar lo más posible cada uno de los elementos que componen el juego. Las mejoras en la captura de movimiento son notorias. Aloy puede charlar con varios personajes durante su aventura, y estas conversaciones en Horizon Zero Dawn Remastered se vean mucho mejor y menos robóticas. Este aspecto de realismo es una combinación de detalles que conforman una actualización más soberbia de lo que habíamos esperado. En las texturas de movimiento, al avanzar la deformación de la nieve y la arena bajo los pies de Aloy, o cómo la densa vida vegetal reacciona a su tacto, cómo los arroyos y ríos que cruzan su mundo son más claros que antes, deletiando un mundo mucho mejor y más vivo que en el original.
La cámara sufrió leves ajustes, ahora en un plano más alejado, lo que permite que Aloy y otros personajes muestres más animaciones en brazos y cuerpo, ocasionalmente moviéndose por la escena en lugar de quedarse rígidamente en su lugar. Algunas animaciones repetidas durante las misiones secundarias más genéricas están presentes, pero los hitos narrativos clave recibieron una revisión sorprendentemente robusta.
Los modelos de los personajes se ven impresionantes con inmensos detalles tanto en el cuerpo como en la ropa, con una impronta para Aloy realmente espectacular, superando por momentos a lo exhibido en Forbidden West. Ni hablar de todo el tiempo que van a perder con el Modo Foto y pasar varios minutos analizando los detalles más finos, la mayoría de los cuales son mucho más consistentes en toda la experiencia que antes.
Este mundo creado por Guerrilla ya era hermoso y ahora Nixxes, desarrolladora responsable de esta remasterización, logró subir el listón con una puesta en escena realmente alucinante. Este realzamiento de su “belleza exterior” es un contrapeso para reflejar como la estructura de su jugabilidad y las mecánicas que componen este título de mundo abierto se sienten un tanto envejecidos.
Por cada mejora audiovisual hay un golpe de realidad al sumergirnos en la jugabilidad de Zero Dawn. Diseño de misiones secundarias anticuado, una interfaz de usuario por momentos complicada para navegar y elementos de su ciclo de vida que lo hacen por momentos un hueso dificil de roer. No vamos a pretender tampoco que al ser una actualización de 10 dólares Nixxes haya agregado nuevo contenido jugable, pero sí podíamos esperar también un acompañamiento en mejoras de UX.
Forbidden West había mejorado muchos de estos aspectos y es raro como la remasterización se olvidó por completo de ellas, dejando estos avances afuera de esta reversión
Estas “críticas” que se le pueden hacer a su estructura son hilando completamente fino. El inicio de la aventura de Aloy sigue siendo uno de los mejores títulos de la anterior generación de consolas y que, a 7 años de su debut, es un clásico indispensable para los poseedores de consolas.
Es fabuloso como lo atractivo de su jugabilidad se construye en una protagonista carismática y con un sistema de juego que ofrece desafíos, exigencia y también sorpresa por partes iguales. Enfrentar a todo tipo de máquinas en esta aventura mantiene ese vértigo inigualable y esa sensación de cazar colosales criaturas o derrotar a un grupo numeroso mantiene esa magia completamente intacta.