Anarquía y mucha violencia dominan el mundo de Huntdown, un Run & Gun frenético en el que ser un cazarrecompensas es un trabajo muy rentable.
Mientras esperamos que los AAA terminen de florecer en lo que resta de este turbulento 2020, las diferentes producciones indie se hacen un lugar en una mitad de año con pocos lanzamientos de renombre, intentando llamar la atención con sus propuestas sencillas pero atractivas.
Un poco de eso es lo que ofrece Huntdown, una aventura de acción en 2d al mejor estilo Run and Gun, pero con una estructura mucho más simple, aunque para nada monótona. La propuesta desarrollada por Easy Trigger junto a Coffee Stain Studios nos lleva hacía un caótico futuro donde las balas y la violencia son las primeras respuesta que emergen en este título que tiene un cuidado pixel art y un abanico de opciones para eliminar a nuestros enemigos, con la posibilidad de elegir entre 3 personajes jugables diferentes y co-op local.
Un mundo dominado por la anarquía
La historia, como suele predominar en este tipo de propuestas, solo es una excusa para batirnos a tiros a diestra y siniestra contra cualquier enemigo que se nos cruce. Todo el argumento se sitúa en una sociedad distópica en el futuro, cuando el Gobierno no pueden contener la paz social y las bandas de criminales dominan a gusto las diferentes regiones de la ciudad.
Ante la ineficiencia policial y la pasividad de los políticos, los cazarrecompensas son el valor más preciado para eliminar a todos los criminales que tienen un control absoluto de las calles.
En este contexto anárquico, tomaremos el control de Anna Conda, John Sawyer y Mow Man, los protagonistas de Huntdown que podremos controlar, cada uno con su arma principal y secundaria diferente, que si bien no varían demasiado, intentan darle a cada uno un estilo diferente.
Anna Conda es la única humano dentro de los protagonista, y cuenta con una pistola automática y un tomahawk. John Sawyer es el cyborg calzado con una magnum con mira (sí, la misma que usa Arnold en Terminator 1) y un boomerang, mientras que el tercer personaje es un androide que utiliza una pistola semi automática y cuchillos arrojadizos.
Independientemente del personaje que elijamos la estructura de las misiones es exactamente la misma y lo único que cambia son algunas de las breves intro que hay entre zona y zona.
La estética de los escenarios y la impronta de este mundo tiene una enorme influencia de Escape from New York, el film de John Carpenter, o la mismísima Blade Runner, donde diferentes estéticas y universos convergen en un sumido por la destrucción, los agujeros de bala y la ausencia de la ley. El caos de los escenarios es constante, y este futuro caótico se entremezcla con una estética ochentosa con muchos punks, grafitis, escopetas recortadas y cocktail molotov.
Huntdown está dividido en 4 escenarios diferentes con 5 niveles cada uno. Al final de cada una de estas 20 zonas nos espera un boss, el objetivo de estos cazarrecompensas y nuestro obligación será cazar a todos.
La estructura de las misiones es completamente lineal, teniendo que ir del punto A al B. Durante el recorrido se cruzarán un buen puñado de enemigos, que arrancan entre los 25 y 40 por nivel para luego oscilar entre los 75 y los 100. Los movimientos rápidos y los reflejos son dos condimentos que tienen que estar en nuestro menú en todo momento, ya que los esbirros que enfrentamos cuentan con diferentes patrones de ataque y el juego permite cubrirnos en cajas agachándonos o escondiéndonos entre las paredes.
Es en esencia los conceptos de Metal Slug pero simplificando el rango de ataque, porque en Huntdown solo podremos atacar hacía los costados y nunca para arriba, abajo o en diagonal. Acá tendrá que entrar nuestra agilidad para desplazarnos, saltar de forma eficaz y disparar a todo lo que se mueva, porque algunos niveles cuentan con varios segmentos verticales e incluso enemigos aéreos, así que el periplo no será tan sencillo como disparar sin parar y avanzar.
Además de las armas base con las que cuenta el trío protagónico, hay disponible más de una dócenas de armas principales y media docena de secundarias, que varían entre cadencia y potencia de forma sideral, para ir rotando de estrategias durante la marcha.
También cuenta, aunque son pocas, con secciones plataformeras en las que un mal error en el cálculo significará retomar desde el último checkpoint.
Si todos los níveles presentan la misma estructura, también su apartado de requisitos secundarios. Para completar el escenario al 100% el juego nos propone 3 requisitos: eliminar a todos los enemigos, encontrar 3 items ocultos y no morir. Me hubiese gustado que este variante de sidequest haya tenido otras opciones y no siempre ese trinomio, porque al fin y al cabo las zonas ofrecen otras posibilidades, con habitaciones secretas por ejemplo, que las hay y bien escondidas.
Mi principal problema con Huntdown es que se queda a medias tintas entre un run and gun frenético y un arcade más estratégico. Las oleadas de enemigos no son tan viscerales como para no dejar de moverse en todo momento ni tampoco los níveles se transitan a ritmo medido. Es un tira y afloje entre ambos conceptos hasta que llegamos a lo mejor que ofrece el juego: la lucha contra los bosses.
20 jefes que no solo tienen una estética e impronta diferente, sino que además cuenta con patrones de ataques y estilos de pelea completametne diversos. La verdad dinámica y frescura reside en estos enfrentamientos, que cuenta con un umbral de desafío ascendente y justo, aunque los que busquen una exigencia mucho mayor pueden probar la dificultad más elevada, que se desbloquea al finalizar la aventura. Todo el potencial, la dinámica de sus combates y la brutalidad de su mundo se canaliza en estos momentos, que no solo es cuando el juego demuestra todo lo bueno que tiene sino que también son los momentos más divertidos.
Huntdown tiene su apartador co-op local de hasta 2 jugadores y no ofrece de momento una vertiente online. Por razones de cuarentena, no tuve la posibilidad de probar esta modalidad pero claramente jugarlo con un amigo es seguramente una experiencia más disfrutable.
Completar la aventura dependerá claramente de la dificultad y nuestra maestría en este género, pero en dificultad normal me llevó más o menos unas 5 horas, aunque esto se extiende si queremos completar el 100% de todos los niveles y después intentarlo en la dificultad extra que se habilita.
Un pixel art precioso
Huntdown, como mencioné más arriba, presenta una ambientación cyberpunk con un marcado pixel art, un estilo artístico que suele predominar en las propuestas indie. Ante tanta oferta visual similar, son pocas las propuestas que se destacan por este apartado y Huntdown entra en este selecto grupo. Hay un trabajo minucioso en los detalles, para darle una vitalidad a los escenarios e intentar que cada uno se sienta único. Los protagonistas están bien trabajados pero lo que se llevan todas las miradas son la arquitectura y la paleta de cólores utilizadas en los niveles y las variantes de los bosses.
Cuando las zonas se vuelven repetitivas, el juego intentan variar y sumar nuevos detalles a los pasillos y superficies, con el fin de que no sea un viaje visualmente monótono.
Conclusión
Una premisa y una jugabilidad sencilla, para que te enfoques directamente en pasarla bien. Huntdown emula la esencia y divertimentos de los arcades y los run and gun, sumergida con una ambientación exquisita y unos enfrentamientos con bosses, por momentos memorables.
Me hubiese gustado que ambicionará más dentro del diseño de los niveles y su contenido, o haber diferenciado de otras formas a los protagonistas, pero es una propuesta más que correcta, que apuesta a los seguro y lo hace de forma correcta, ya que en pocos momentos sentirás una monotonía o una repetición de las acciones. Una nueva arma, diferentes enemigos o una disposición diferente de los escenarios logran que Huntdown se mantenga a flote y nos meta de lleno en este mundo en donde ser un cazarrecompenzas tiene su peso en oro.