Ubisoft aterriza en el mundo de los battle royale gratuitos con Hyper Scape, un título que busca constantemente marcar la cancha con su identidad e ideas.
No descubro la pólvora si afirmo que el género Battle Royale es uno de los que mejores se afianzó en los últimos años. PUBG, Fortnite, Apex Legends y este año Warzone son solo un puñado de exponentes que han logrado captar a millones de jugadores con estrategias claras: juego base gratuito, actualizaciones constantes y contenidos específicos que buscan lograr esa identidad de marca que termine de llamar la atención.
Cuando una fórmula se vuelve popular, el resto de las marcas intenta aportar su granito de arena para robar un puñado de esa atención por parte de una comunidad que demandad novedades de forma regular. El denominador común para el éxito radica en la gratuidad del producto base. Activision y EA lo padecieron en carne propia con los battle royale de Call of Duty: Black Ops 4 y Battlefield V, respectivamente, que no acaparaban la atención porque había que comprar el título completo.
Bajo este contexto de mayor oferta de producciones, Ubisoft viene a plantar pelea con Hyper Scape, una battle royale que apela a marcadas aristas desde su concepción y jugabilidad: ambientación futurista, verticalidad en su mapa, combate frenético, armas que se fusionan y diversidad de habilidades.
Pero su innovación no viene solo del lado de la jugabilidad y estética; su integración formal con Twitch hace que la comunidad juegue un factor preponderante en el desarrollo de las partidas. Su contenido no es de los más amplios desde su día 1, pero hay una apuesta clara por la renovación constante de propuestas y desafíos para mantener activo tanto a los jugadores como los espectadores.
Aún así, esa intención constante de marcar la cancha con innovación y una identidad, deja de lado aspectos fundamentales que tuercen la balanza de forma abrupta.
Bienvenidos a Neo Arcadia
Hyper Scape, desde el vamos, ofrece un lore bastante detallado sobre nuestra presencia en Neo Arcadia, una ciudad digital creada por Prisma Directions, en el que las personas se refugian como ese escape ideal de sus obligaciones y volcarse de lleno en esta urbe llena de desafíos pero también recompensas. Un aroma a Ready Player One que dentro de sus posibilidades se encuentra “Crown Rush”, la experiencia Battle Royale que nos reúne en este juego.
Si bien la historia que hay detrás del juego es sumamente anecdótica, son esos pequeños detalles que ya ostentamos desde el hub principal del juego que imprimen de color a toda la experiencia. Un enorme hall que nos permite por un lado probar todas las armas y habilidades que tenemos a disposición, customizar a nuestros personajes con los cosméticos que vayamos comprando y la sección para elegir las modalidades de juego, por el momento solo 2 disponibles en esta primera temporada.
Toda esta tranquilidad y armonía que ostenta el hub central del juego trastoca directamente cuando nos sumergimos de lleno en las primeras partidas. Partidas que, debido al tamaño del mapa (menor en escala que otros referentes del género) entran rápidamente a la zona de conflicto con eliminaciones que suceden rápido y sin cesar.
100 jugadores conforman las partidas, que tienen 2 objetivos para ganar diferentes. El primero, claro está, es ser el último jugador en pie, sobreviviendo el embate de todos los competidores. La segunda instancia para llevarse la partida es encontrar una codiciada corona que aparece en la recta final de la partida; si logramos retener el trofeo por 45 segundos, automáticamente nos llevamos el triunfo a casa.
Esta metodología que al principio suena interesante, como un rebusque completo a las reglas de los battle royale, rompe en cierta manera con el estilo tradicional de estos juegos. En vez de apelar al combate y buscar eliminar al resto de los concursantes, tranquilamente podemos escondernos, buscando armas y habilidad aquí y allá, para enfocarnos en buscar la corona cuando esta diga presente. Acá claramente es cuestión de gustos, pero siento que esta alternativa para llevarnos la victoria complementa el otro problema que acarrea Hyper Scape: los jugadores evitan el combate.
El segundo modo de juego saca a relucir todo el potencial que ostenta el Hyper Scape, y son las mismas que en solitario pero en equipos de 3, con un agregado particular, ya que si morimos la partida no se termina para nosotros. Además de tener la chance de ser revividos por nuestros compañeros en diferentes áreas del mapa, jugaremos como “fantasmas” dentro del mapa, señalando loot y otros enemigos con la cualidad de que no podemos ser vistos ni afectados por las balas.
Una mecánica que saca a relucir ese potencial que tiene guardado tras varias capas de problemas con su jugabilidad; y no por su jugabilidad per se, sino por la falta de conexión y naturalidad que se presenta al llevar a cabo las partidas. La pantalla traspasa esa artificialidad propia del universo del juego, que evita que empaticemos con la propuesta. Esto se ve afectado también por lo genérico que se ven los avatares y los diseños cosméticos, que se pueden ir desbloqueando con la economía in game.
El mapa de Neo Arcadia puede ser relativamente pequeño en cuestiones de distancia, pero hay una enorme capa de verticalidad que cambia el eje del juego. Contamos con doble salto e inmunidad a las caídas, 2 cartas que van como viento en popa para escabullirnos por los intrincados edificios, callejones y techos de esta futurista ciudad.
La plasticidad de los movimientos y su velocidad me recuerdan al esqueleto principal de Quake 3: Arena, pero acá no hay deathmatch o free for all que nos avalen. Si estamos jugando en solitario la muerte representa volver al lobby y enlistarnos para otra contienda. Las armas no se sienten con peso y calibre propio y hay una desproporción enorme entre el poder de cada una. Mientras que algunas armas convierten en esponjas de balas a los rivales hasta que los derrotemos, otras tienen el tupe de derribarlos tras 3 o 4 disparos. Con esto no digo que no tienen que haber armas más poderosas que otras, pero la brecha de potencia es abismal y es algo que deben regular a posteriori.
Una de las gracias de Hyper Scape está en la fusión de sus armas. ¿Cómo funciona esto? Podemos llevar hasta 2 diferentes al mismo tiempo e ir aumentando su poder si encontramos una del mismo tipo en el escenario. Por ejemplo, si encontramos varias veces la escopeta el poder de la misma y su cargador aumentará. Es una mecánica bastante interesante y que va en sintonía con lo que promulga Hyper Scape: quedarse quieto no es una opción, porque mientras vos te refugias otro está looteando cosas para el momento del enfrentamiento. Lo que más chocas de las armas es su visualización en el mapa, todas ostentan la paleta del negro y el gris y es díficil distinguirlas con claridad hasta no estar bastante cerca de ellas.
Creo que el elemento distintivo que más me atrapó de Hyper Scape es el uso de habilidades, o hackeos que es el nombre que tienen. Al igual que las armas, podremos equipar 2 a la vez y se encuentran desparramadas por todo el mapa, con la posibilidad de fusionarlas para mejorar sus características. Invisibilidad, invencibilidad, creación de muro a prueba de balas, lanzador de explosivos, entre otros. Al jugar en solitario, la magia de estos hackeos pierde su efecto pero utilizado en equipo la lógica cambia por completo, porque podremos suportear a otros curando o creando barreras de contención, haciendo mucho más efectivo el claro trabajo en equipo.
La mayoría del loot se encuentra concentrado en el interior de los edificios, pero el calor del combate sucede en su mayor caudal entre los altos techos de Neo Arcadia, donde los snipers pueden hacer lujo de su precisión y los más vehementes apuestan al frenetismo explicito del juego para llegar desde todas las direcciones con ráfagas de disparos.
Conclusión
Hyper Scape pusó sobre la mesa varios elementos que no podemos dejar de mencionar como un soplo de aire fresco dentro del género. La verticalidad extrema de sus combates y el esparcimiento libre de habilidades, prescindiendo por completo de las clases, es una de sus cartas más importantes. El tiempo y las actualizaciones de contenidos sentenciarán el destino de este battle royale. Esta alianza de Ubisoft con Twitch es un pleno que decide apostar la empresa para que el título tenga un apoyo constante desde la plataforma, pero por ahora le toca arrancar desde atrás, ya que los tanques están firmemente asentados y sus números no tienden a bajar.