Lab Zero Games abandona el mundo de las peleas para sumergirse de lleno con Indivisible, una aventura rpg con fuertes dosis plataformeras.
Cuando leí que Indivisible estaba inspirado en Valkyire Profile, uno de los mejores rpg que nos regaló la primera generación de PlayStation, mi intriga sobre lo que podía proponer Lab Zero Games fue in crescendo. Más aún porque estamos ante una desarrolladora que solo había experimentado en juegos de peleas (Skullgirls 1 y 2) y que viene hace 4 años trabajando en esta propuesta.
Si bien mantienen conceptos arraigados a lo que propuso en su momento Valkyrie Profile, acentuado principalmente en el estilo de combate, Indivisible se aleja en muchos momentos de sus vertientes rpg para pararse en la vereda de los plataformeros 2d con exploración y revisitación de escenarios al mejor estilo metroidvania.
La simplificación de los conceptos roleros se contrapone con la amplia variedad de personajes, pudiendo elegir entre más de 20 héroes diferentes para seleccionar, en un combate tan simple como desenfadado, que si bien son algunas de las cartas que ofrece este juego, que cuando son puestas de manera correcta en la mesa funcionan y muy bien.
Evitando el reinicio del mundo
El arranque del juego no dista de lo que pueden ofrecer otros exponentes del género. El prologo de la historia funciona en simetría para entender la simpleza del combate que caracteriza Indivisible, en el que vemos a 4 héroes enfrentarse a un poderoso ser del cuál sabemos nada. Esta pelea inicial deja en claro que a cada personaje le corresponde un boton del joystick (X, cuadrado, círculo y triángulo) y la mezcla entre ellos creará letales combos para dañar a los oponentes. Más allá de algunas variantes en las técnicas, ya que si combinamos el botón que le corresponde al personaje más arriba o abajo hará un golpe diferente, el combate mantiene esta simplificación arraigada que permite introducirnos en Indivisible bastante rápido.
Después de conseguir la victoria en esta pelea, la historia de Indivisible avanza 16 años, para meternos en la piel de la protagonista: Ajna, una joven guerrera que vive pacíficamente en una aldea con su padre, quien oficia también de maestro y mentor. Tras un ataque a la ciudad a manos del ejercito de un poderoso gobernante llamado Ravannavar, despierta en Ajna un poder que yacía oculto, liberando fuerzas desconocidas para ellas y que tendrá que manejar a lo largo y ancho de todo este periplo.
Lo más curioso de esta protagonista es que los aliados que iremos sumando a durante la historia serán absorbidos por ella, para vivir dentro de la mente del personaje, en una especie de “palacio interior” como lo denomina ella, saliendo al mundo exterior cuando tengan que combatir o interactuar con otras personas. Así comenzará una aventura en la que Ajna tendrá como objetivo inicial la venganza por la muerte de su padre y el ataque a su pueblo, pero luego irá mostrando un trasfondo mucho más complejo para el personaje, en el que recaerá sobre sus manos la supervivencia del mundo.
La narrativa, desde el comienzo, no apunta a algo demasiado profundo y en demasiadas ocasiones es más una justificación para ampliar la duración del juego y evitar ir directamente al núcleo de la historia, que tiene como antagonista principal a Kala, una diosa que busca una vez más reiniciar el universo para alcanzar la perfección anhelada.
Durante nuestra aventura en Indivisible, iremos conociendo una buena cantidad de personajes que se irán sumando a nuestro roster, muchos de ellos de forma obligatoria debido al desarrollo de las quest principales, pero también cuenta con una buena cantidad de héroes ocultos, que podremos descubrir si completamos algunas tareas secundarias o somos lo bastante ingeniosos al momento de explorar.
La adquisición de estos aliados va de la mano con esa sencillez para llevar a cabo la narrativa: hay un “porque sí” constante que le quita emoción a los diálogos, aunque por suerte podemos rescatar que estos héroes tienen una personalidad atractiva y no veremos 2 iguales, tanto en diseño como en su manera de ser. Los diálogos que mantienen con Ajna resultan ser los más interesantes dentro del juego y le impregnar ese color que se complementa con el poderoso apartado artístico que ofrece esta propuesta de Lab Zero Games.
Una fusión entre plataformas y combate rpg
Si tenemos que hacer un balance entre las aristas que ofrece Indivisible, tendremos un 70% plataformas y exploración, mientras que el 30% restante se lo atribuimos al combate. Esta distribución no es desmedida, ya que durante el grueso del juego tendremos a Ajna explorando las 6 regiones diferentes que componen al juego, que no son excesivamente grandes pero que tendremos que revisitar varias ocasiones para conocer cada rincón.
Como si se tratase de un metroidvania puro, a medida que avancemos en la trama principal, la protagonista irá aprendiendo nuevas habilidades que ampliarán sus skills dentro de la perspectiva plataformera: desde poder agarrarse de los techos con una lanza, colgarse de las paredes con un hacha o correr más rápido para romper paredes.
Lo que comienza siendo algo tan simple como agarrarse de cornisas y saltar pozos que tienen pinches, termina mutando de manera considerable, y en muchos momentos del juego el combate quedará en segundo plano para ofrecernos una experiencia plataformera hecha y derecha, que no tiene una penalización tan radical como un mismísimo game over (algo que no existe en ningún momento de Indivisible), sino que el juego propone esa celeridad y dinámica para que la frustración por fallar un salto o caer en una trampa no sea considerable.
La fluidez de los controles y la precisión que tienen los comandos permite que toda esta exploración plataformera sea muy atractiva, a pesar de que por momentos tengamos que hacer grandes distancias para ir hasta algún lugar que nos interese, ya que los puntos de movimientos rápido están mal empleados, así como también el mapa, que resulta poco intuitivo y confuso en determinados momentos. Lo positivo es que, una vez que Ajna haya conseguidos algunas habilidades clave, podremos ir interconectado todas las regiones para transformar todo el mapa en un escenario uniforme.
Toda esa versatilidad plataformera tiene su contrapunto en la arista rpg. Si ya mencionamos que su combate es tan simple como adictivo, la personalización de los personajes se reduce a la nada misma, que solo se diferenciar por la velocidad, el poder de ataque o la vida que tienen y es algo que no se puede modificar. Subir de nivel no implica una modificación de stats (que no hay), salvo un aumento de la vida máxima y para aumentar nuestra fuerza, defensa y la cantidad de veces que podemos atacar por turno con cada personaje, tendremos que encontrar unas piedras rojas (el único coleccionable del juego) que al intercambiar una determinada cantidad elevará estas variables.
Lo atractivo del combate es que los personajes no solo se diferencian en los diseños, sino también en sus técnicas, permitiendo armar nuestro propio estilo. Podremos hacer un squad completamente ofensivo, que cuenten con técnicas más potentes, o algo más balanceado, ya que varios héroes tienen habilidades pasivas, que incluyen curación, aumento de velocidad o de Iddhi (el equivalente al mana), para poder ejecutar las técnicas especiales.
La magia del combate de Indivisible radica en armar estrategias pulsando los botones, ya que algunos enemigos tendrán defensas más elevadas que requerirán una combinación de ataques superiores e inferiores. ¿Es factible apretar todos los botones al mismo tiempo y que sea lo que Dios quiera? Es un vicio al cual se podrá recaer contra enemigos comunes cuando ya estemos bastante avanzados en la historia y revisitemos lugares con rivales inferiores, pero para los bosses y enfrentamientos puntuales, tendremos que tener una estrategia marcada.
En términos de dificultad, Indivisible no tiene un nivel de exigencia alto, incluso en las fases finales del juego. Hay un mayor desafío en las facetas plataformeras, que requerirán de justeza para ejecutar saltos y combinaciones de póderes, que cuando tengamos enfrente a imponentes bestias que querrán destruirnos.
Los combates no son aleatorios y están presentes dentro de la exploración en el mapa. Salvo en algunos puntos específicos, como ciudades o nuestro palacio interior, habrá una buena cantidad de enemigos desparramados que podremos enfrentar o no. Es algo curioso, porque si bien el farmeo es necesario para subir la vitalidad de nuestro equipo, tampoco es algo que se torne demasiado obligatorio para avanzar en la aventura (salvo cuando se traten de peleas inevitables).
La magia de la animación
Indivisible es un juego que entra por los ojos. Con la colaboración de Studio Trigger, que participó en la creación de la intro, Lab Zero Games lográ un diseño artístico de sus personajes 2d que se fusiona de manera exquisita dentro de un entorno modelado 3d. Gracias a la fluidez de sus movimientos y la diversidad de sus entornos, complementados con una variedad acorde en su paleta de colores, Indivisible logra transformarse en muchos momentos (con hermosas cinemáticas también) en una bellísima ficción animada.
Los héroes están muy bien diseñados y, si bien algunas caras suelen ser particularmente flojas, como dijimos anteriormente logran ser completamente diferentes entre sí. Por la poca relevancia que tiene por momentos el combate, logra conseguir un bestiario bastante diverso, aunque tampoco tardaremos mucho en ver de vuelta a los mismos enemigos con un tono de color diferente.
Con un soundtrack correcto, hay que destacar también el buen trabajo de voces en inglés que tiene el juego, aunque por el tipo de animación y el estilo que maneja, para su humor y narrativa, no le sentaría nada mal una vertiente japonesa.
Conclusión
Comencé jugando Indivisible esperando un rpg con un poco de plataformas para que la ecuación se me diera vuelta 180°. Vamos a tener intensos combates y una dinámica adictiva que nos encantará cuando hayamos conseguido una buena cantidad de personajes, pero no podemos obviar el hecho de que Lab Zero Games intenta marca una distancia prudente con otros exponentes del género, dejando su huella con una base dedicada a los clásicos plataformeros.
No es un juego excesivamente largo ya que cumplir con todas las tareas principales nos puede llevar unas 15 horas, pero gran parte de la magia del juego es explorar cada uno de sus rincones y encontrar a todos los personajes secundarios secretos que oculta el juego. Además, ya está confirmado que en los meses venideros llegará varios DLC gratuitos, que además de sumar bosses opcionales y sidequest, ofrecerá más héroes para elegir.