Kill la Kill the Game: IF aterriza en el mundo de los videojuegos de la mano de Arc System Works con una adaptación más liberal de su historia pero manteniendo su esencia.
Realizar una adaptación en el terreno de los videojuegos conlleva más dificultades de lo que uno piensa, pero por suerte hay empresas que entienden lo que puede dar una determinada franquicia y Arc System Works entra dentro de esta categoría. Luego de traernos el brillantes Dragon Ball FighterZ, trabajo en conjunto a A+ Games(y Studio Trigger, una de las productoras de contenidos más importantes de la región oriental) para traernos Kill la Kill the Game: IF, título de pelea basado en el anime estrenado en 2013.
Kill la Kill the Game: IF logra presentar con un sencillo sistema de combate una dosis frenética de combate y a pesar de sus limitaciones en el contenido (debido al producto original) logra mostrar un virtuoso roster que tiene una frescura bien impuesta, asentado en un modo historia que toma varias perspectivas para llevar su narrativa.
Obviamente, hay una sensación de exclusión constante para aquellos que no conocen el anime, pero Kill la Kill the Game: IF utiliza varias mecánicas para intentar sumergirnos en este universo.
Diferentes perspectivas, un mismo relato
Kill la Kill the Game: IF cuenta en su arranque inicial con una cantidad limitada de contenidos. Si no arrancamos el Modo Historia, no estarán habilitados ni el versus (online y local) ni la práctica y los minijuegos. Esto es adrede, ya que Arc System quiere que sí o sí comencemos por este punto, indirectamente para invitar a los que no están embebidos de su mitología empiecen a conocer los primeros compaces.
Lo interesante del juego es que toma las bases del anime original pero le da una vuelta de tuerca, narrando nuevos relatos, pero por sobre toda las cosas es que nos cuenta su argumento desde 2 perspectivas diferentes: comenzaremos jugando con Satsuki (antagonista en el inico del anime) para después tomar el rol de Ryuko, la gran protagonista de turno. Esta elección de no apegarse estrictamente al relato original de manera 100% fiel es el mismo motivo por el que te invita (obligatoriamente) a comenzar por este modo: conocer a los personajes y todo su universo.
El sistema por el que elige Kill la Kill the Game: IF para desarrollar su modo principal es el clásico ciclo de pelea, cinemática en un loop eterno hasta el final. No hay ningún tipo de interacción, exploración, componentes rpg o aristas similares. Todo está enfocado a perfeccionar nuestras técnicas de combate y meternos de lleno en su argumento.
Si bien en cuanto a duración es un tanto limitada, los contenidos son variados ya que va mechando entre peleas 1vs1, 1 vs 2, luchas contra decenas de esbirros (llamados covers), e incluso varios aliados contra 1 solo enemigo. Claramente las luchas en condiciones numéricas disparejas, tanto a favor o en contra, modifica la resistencia a los golpes de los enemigos: cuando es a nuestro favor, el rival será durísimo, mientras que cuando hay que despachar a varios personajes, son cuantiosamente débiles.
Un combate fluido, pero perjudicado por la cámara.
El sistema de pelea, como dijimos más arriba, es bastante sencillo. A través de una arena para movernos con libertad en todas las direcciones, contamos con 3 tipos de ataque: uno melee, uno a distancia, y uno que funciona para romper la guardia. Estos además cuentan con sus propios especiales que se utilizan consumiendo barras de poder que se consiguen atacando o bloqueándonos.
Como plus, cuenta con un sistema de duelo llamado “bloody valor” que se reduce en un simple piedra, papel o tijera: tendremos que apretar en segundos uno de los 3 botones disponibles y si ganamos obtendremos diferentes beneficios además de quitar vida al rival. Si bien no es algo que me haya terminado de convencer, forma parte de esta fusión orquestada que mezcla combate con animaciones que no cortan con el ritmo de juego sino que hacen más interactivo a los combates.
La versatilidad entre estas habilidades y la velocidad de movimiento con la que cuenta el austero roster hacen de Kill la Kill the Game: IF un juego muy dinámico, que no se siente en lo absoluto repetitivo y con una curva de aprendizaje muy sencilla. Ojo, que sea fácil de jugar no quiere decir que es un simple rompe botones y apretando cualquier cosa nos acercaremos a la victoría. La estrategia es un factor muy clave en las peleas, ya que hay un botón que rompe la defensa, bloquear todo el tiempo no es un negocio fiable y a veces esquivar ataques no es la mejor idea frente a algunos personajes que cuentan con patrones de ataque complejos. Es por eso que conocer a los luchadores, con sus ventajas y desventajas, es un elemento clave para perfeccionar nuestras habilidades.
Cada luchador se diferencia en lo absoluto del otro y si bien solo hay 8, A+ y Arc System logra sacar agua de las piedras. Porque a diferencia de otros animes más masivos y longevos como, por ejemplo, Dragon Ball, su universo es mucho más reducidos y no solo se ve afectado por el roster, las locaciones son muy pocas (6 nada más), que no tienen una interacción en las peleas y solo son un mero trasfondo artístico.
El principal dolor de cabeza dentro de su gameplay no es algo propiamente extraído de los controles sino la cámara. Al movernos libremente por el escenario, muchas veces nuestro personaje termina en un limbo visual del cuál no podemos seguirle el ritmo, cuestión que se agrava cuando combatimos contra más de un luchador, ya que no contamos con un botón para cambiar nuestro objetivo, por lo que a veces querremos concentrar el ataque hacia un personaje y terminaremos yendo hacia otro.
Ahondando en los diversos modos con los que cuenta el juego, el versus online cuenta con un sistema de rangos, en el que podremos ir subiendo para enfrentar a luchadores más competitivos.
Por el lado de los minijuegos o modos alternativos, contamos con un survival y varios aplicados a los covers, en los que tendremos que derrotar a una determinada cantidad en cierto tiempo, pero la falta de contenidos es algo con lo que Kill la Kill the Game: IF tendrá que trabajar en los meses siguientes porque si ya de por sí cuenta con un material original muy limitado en cuanto a personajes y locaciones, si no sumán variantes la vida útil puede resultar bastante condicionada al fanatismo que uno pueda tener respecto al anime.
Audiovisualmente con el sello de Arc System Works
Cuando atravesamos cualquiera de sus numerosas cutscenes o mismo suceden las animaciones de técnicas en los combates Kill la Kill the Game: IF transmite una calidad de animación notable, que se traslada al logrado diseño de sus personajes, con un detalle puntilloso en cada uno de los elementos característicos, que a su vez se ven complementados por una bso original, con voces tanto en japonés como en inglés.
Su punto más flojo se da en los 6 distintos escenarios con los que podemos combatir. Son chatos, con nula interacción y no tienen ningún atractivo más que justificar un lugar para poder combatir.
Conclusión
El fandom que venía esperando hace años una adaptación gamer, puede quedarse tranquilo. Kill la Kill the Game: IF es una representación grata del anime donde la esencia del mismo se acentúa principalmente en sus personajes. La narrativa, bastante más acelerada si la comparamos con lo que vemos en el material original, cuenta con bastante contenido inédito, y que le den un mayor protagonismo a Satsuki es una perspectiva diferente.
Su poca cantidad de contenidos, tanto en modos como en personajes, le termina jugando en contra, pero su jugabilidad y el combate funcionan, y al tratarse precisamente de un juego de pelea, el resultado final termina siendo positivo. Esperemos que en los próximos meses haya una actualización de contenidos que le sume más variables a la ecuación, pero también es un buen punto de partida para que otras franquicias vean cómo se puede hacer una adaptación a la altura de las circunstancias.