Una nueva película protagonizada por los bloques más famosos llegó al cine y las consolas reciben su adaptación a los videojuegos, una repleta de fantásticos mundos.
Lo sabemos, es el cuento de nunca acabar. Nunca faltan las excusas para que LEGO saque un nuevo videojuego y, para colmo, en la mayoría de los casos solo parecen clones con alguna que otra característica que los distingue. No vamos a mentirles, esta entrega no es la excepción, pero sí que tiene varios condimentos que lo hacen lo suficientemente atractivo.
La gran aventura LEGO 2: El videojuego utiliza la premisa de la película: tras varios años de tranquilidad, directamente desde el espacio exterior llegan unos invasores de LEGO DUPLO que, en cuestión de segundos, destruyen todo a su paso. Emmet y Lucy, junto a todos sus amigos de DC, deben salir a luchar para acabar con la amenaza y reconstruir el mundo.
Grandes personajes y poco que contar
El título desarrollado por TT Games nos da la bienvenida en Apocalipsisburgo, la ciudad en la que habita Emmet. La falta de cinemáticas apenas comenzar nos hace comprender una cosa: dan las cosas por sabido. Está claro que el juego apunta a todos aquellos que previamente hayan visto la película, ya que no explica prácticamente nada de lo que ha ocurrido en el lugar. En este sentido, la historia que se nos cuenta funciona como un complemento para la cinta y esto impide que esa premisa de la que hablamos se pueda explotar a mayores. A finales de cuenta, y sin hacer spoilers, podemos decir que la trama queda en segundo plano mientras que la aventura nos invita a perseguir una nave de principio a fin con razones un poco forzadas y que ni siquiera acaban de convencer en el desenlace.
Sin embargo, este camino que corre en paralelo al del film tiene sus ventajas. Una de ellas es que permite la aparición de muchos más personajes de DC, los cuales podremos controlar cuando sea necesario, y justamente son todos estos personajes uno de los grandes atractivos de la experiencia. No solamente los de la editorial de cómics, sino los del propio universo de La gran aventura LEGO 2, unas figuras construidas con ladrillos que van sobradas de personalidad y que tienen momentos realmente divertidos. El sentido del humor es un elemento que nunca falta en estas entregas y es capaz de regalarnos varios momentos de carcajadas. En este sentido también agradecemos que las voces de las protagonistas sean las originales, aunque arreglar al resto con simples balbuceos nos pareció una solución a la reducción de presupuesto bastante desagradable.
Un poco más de lo mismo, en un gran universo
Como les anticipamos, La gran aventura LEGO 2: El videojuego no se desprende de la clásica fórmula que viene arrastrando la franquicia desde hace años. Todas las mecánicas costumbristas están ahí: recorrer los escenarios en busca de bloques, romper cosas para conseguir fichas, la dificultad extremadamente sencilla y los combates simplistas que se resuelven apretando reiteradamente un mismo botón, más alguna habilidad especial que se hace lugar pero que no aporta demasiado. A pesar de lo efectivas que estas mecánicas puedan resultar para los más pequeños, para un público mayor resulta en un factor totalmente desalentador.
Sin embargo, esta nueva entrega de TT Games sí que tiene algo con lo que lucirse. Puede que la fórmula sandbox ya se haya hecho presente en la saga, pero seguramente nunca lo hizo con tanta fuerza como en esta entrega. ¿Por qué? Bueno, porque su mundo abierto está compuesto por una serie de planetas de un diseño verdaderamente alucinante. Y no solamente lo decimos desde lo visual, sino también desde los desafíos que encontramos en cada uno de los escenarios y de las posibilidades que ofrecen. Explorarlos es un verdadero placer y en cierto punto el juego nos obliga a hacerlo, ya que para avanzar a través de los 7 que hay en total (más un puñado más con misiones extra) hay que encontrar ladrillos maestro que encontramos desparramados por el territorio.
Siguiendo por el camino de sus múltiples mundos, también hay que destacar la increíble cantidad de actividad que se puede encontrar en ellos. Quienes verdaderamente consigan engancharse con lo que el juego ofrece, las horas que brinda en materia de misiones principales, secundarias, minijuegos y otras actividades se cuentan por decenas. No podemos decir que todas ellas sean igual de divertidas, ni que estén igual de trabajadas, pero tampoco podemos negar que se han esforzado en darle mucho que hacer al jugador. Completarlo al cien por ciento es un verdadero desafío.
Apilando ladrillos: apartado técnico
Hablar del apartado gráfico de la franquicia resulta ya en un discurso repetitivo, ya que el motor utilizado sigue resultando siempre efectivo a la hora de recrear este mundo de juguete. Sin embargo sí que podemos destacar el trabajo del equipo de desarrollo a nivel diseño. Es verdad que una gran base está sujeta a la película, pero muchos de los mundos que se presentan fueron creados para el videojuego y son visualmente espectaculares. En cuanto al sonido, La gran aventura LEGO 2: El videojuego también mantiene el nivel de sus entregas anteriores y se agradece que hayan puesto las voces originales, aunque sea solo la de los protagonistas.
No obstante, está claro que al título le faltaron un par de horas más en el horno. Ese trabajo sin terminar se refleja en varios bugs que aparecen en el camino que, por ejemplo, provocan que terminemos atravesando una pared y que nuestro personaje se quede inmóvil. Otro de los elementos que sufre es la cámara, sobre todo cuando nos acercamos mucho a las paredes y rincones, que tiende a volverse loca y a jugarnos algunas malas pasadas.
La gran aventura LEGO 2: El videojuego, el veredicto final
A estas alturas ya nos cansamos de pedirlo, parece que TT Games y Warner Bros. no van a renunciar a la fórmula que les viene siendo efectiva desde hace años. Esta nueva entrega de la franquicia viene con todo lo que ya conocemos: combates simplistas, destruir elementos para juntar fichas y una dificultad súper sencilla. Está claro al público que apuntan y con el que se sienten cómodos.
Más allá de esto, sí que debemos reconocerle a La gran aventura LEGO 2: El videojuego el universo que nos regala. Aunque todo sigue siendo igual, si hay algo que nos sigue invitando a vivir esta experiencia es recorrer sus mundos increíblemente diseñados y repletos de cosas que hacer. ¿Repetitivo? Seguro. ¿Entretenido? Digamos que a pantalla partida y pensando en los más chicos, también.