Llegó el final de Life is Strange: Before the Storm y te contamos qué nos pareció el cierre de esta aventura cargada de sentimientos.
La tormenta tenía que terminar. Dontnod Entertainment y Deck Nine Games lanzaron el tercer y último episodio de Life is Strange: Before the Storm, la precuela del título lanzado en 2015 que llegó para dar a conocer la relación que alguna vez existió entre Chloe Price y Rachel Amber. ¿Qué tal se han despedido las dos jóvenes?
El segundo episodio, “Un mundo feliz“, nos presentó un combo de sentimientos y conflictos que -como anticipamos en su análisis– necesitaría mucho para poder acabar a la altura de lo esperado. “El infierno está vacío” llegó para hacerlo pero debemos decir que no con las fuerzas suficientes.
Demasiado… en muy poco tiempo
Uno de sus principales fallos es la duración. Tanto contenido merecía varias horas de resolución y nos encontramos ante el capítulo más corto de todo el juego. Esto es mucho decir si consideramos que apenas si llega a alcanzar las 2 horas.
Esto, trae varias consecuencias consigo. En primer lugar debemos decir que en gran parte del título somos meros espectadores, disfrutando de las buenas cinemáticas pero sin sentirnos parte de ellas. Por otro lado también se ven reducidas la cantidad de decisiones que debemos tomar y las “batallas de insultos”. Al mismo tiempo no tenemos ningún puzle, ningún conflicto ni nada que resolver que nos mantenga entretenidos durante un buen rato. En fin, se siente que metieron demasiada información en muy poco tiempo.
Personajes y ambientación, la fórmula infalible
Por supuesto, todos estos fallos se hacen un poco más llevaderos gracias al carisma de sus protagonistas. Es verdad que Chloe y Rachel no tienen tanto lugar para mostrarse en “El infierno está vacío”, pero su relación vuelve a atraparnos y a involucrarnos en la historia.
La ambientación también se convierte en uno de los puntos fuertes de este cierre de Life is Strange: Before the Storm. Todavía nos preguntamos cómo es que hacen para hacer una selección tan perfecta de canciones, las cuales acompañan cada una de las escenas casi como si hubieran sido concebidas con ese fin.
Técnicamente el juego sigue estando bien. Si bien no destaca por sus gráficos, es prolijo y posee un acabado sonoro realmente destacable. Las voces también se convierten en uno de los puntos altos y más allá de algún fallo en el que los personajes mueven las bocas pero no hablan, no hay nada que se le pueda reprochar.
Contarnos una historia, eso es lo primero
Con sus fallos y sus aciertos, Life is Strange: Before the Storm – Episodio 3: El infierno está vacío llegó para poner el punto final a esta gran aventura. El equipo de Deck Nine Games ha decidido sacrificar algunos recursos interactivos del título y apostar todo al relato de la historia.
A pesar de prácticamente no poder formar parte de los actos, sí disfrutamos de su narrativa. El título vuelve a conmovernos y a ponernos la piel de gallina en más de una ocasión. Sumado a esto hay un detalle que no podemos dejar escapar: ese detalle final, ese guiño a lo acontecido en el título original, ese segundo en el cuarto de fotografía alcanzó para revolvernos las tripas y decirle adiós, definitivamente, a Rachel Amber.
“El infierno está vacío”, la conclusión
Este episodio final de Life is Strange: Before the Storm debió ser muchísimo más grande. Debió durar más, debió dejarnos interactuar en más ocasiones y debió explotar en mayor medida sus recursos. La cortísima duración se siente en cada paso y lamentablemente impide que haya sido un cierre a la altura de lo esperado.
Sin embargo, sus personajes, su ambientación y una historia cargada de emociones vuelven a prevalecer para hacer que todo este viaje haya valido la pena. Vamos a extrañar a Chloe y sobre todo a Rachel, aunque no tanto como aún extrañamos a Max Caulfield.