Marvel vs. Capcom Fighting Collection: Arcade Classics trae de regreso 7 títulos imperdibles con algunas novedades para los fans y muchas horas de diversión.
Marvel vs Capcom es una insignia histórica dentro de los fighting games. Las salas de arcade en los ’90 estaban plagadas de estos títulos, pero también comenzaron a copar el terreno dentro de las consolas domésticas (SEGA, PC y PlayStation 1, principalmente) para transformarse en íconos de esa época dorada.
Marvel vs. Capcom Fighting Collection: Arcade Classics es más que una homenaje a esos títulos infaltables: es un recopilatorio que reúne un pedazo importantes de la historia dentro del genéro de lucha, y también de los beat ‘em up de Marvel de los ’90.
Este compilado, muy similar en lo que ya hecho Capcom en reediciones anteriores, busca por un lado pulir al máximo la jugabilidad de cada títulos, modernizar la experiencia en cuanto a lo visual y el rendimiento, y también ampliar la propuesta con una capa online para maximizar cada una de las propuestas. En 2025 tendremos un segundo recopilatorio (con juegos como Power Stone o Capcom vs SNK), lo que dejará 15 juegos diferentes resumidos en dos compendios.
Select your heroes!
Los juegos que componen Marvel vs. Capcom Fighting Collection: Arcade Classics son lo siguientes: X-Men: Children of the Atom, Marvel Super Heroes, X-Men vs. Street Fighter, Marvel Super Heroes vs. Street Fighter, Marvel vs. Capcom: Clash of Super Heroes, Marvel vs. Capcom 2: New Age of Heroes, The Punisher y X-Men: Children of the Atom. Sacando la aventura de Frank Castle que es un beat ‘em up tradicional, estamos ante 6 títulos de pelea que, con sus detalles, son excelentísimos títulos, cada uno con sus propias características.
A nivel recopilatorio, los 7 juegos están preservados y conversados a la perfección para que la experiencia sea igual que la original. La interacción e interfaz para cambiar entre juegos es bastante intuítiva y simple. Vamos a poder cambiar el aspect ratio de la pantalla para expandir o reducir las dimensiones y que no terminemos jugando en una mancha de pixeles con colores. También se pueden agregar marcos a los costados para cuando estamos con resoluciones más angostas.
Otras configuraciones que modernizan la experiencia están relacionadas al auto save para ir guardando cuando queramos, ya sea en medio del modo historia, de una tanda de arcade o en la aventura beat ‘em up de The Punisher. Incluso, cada título viene con su versión americana o japonesa, con un sentido amplio de la profundización.
Para los más fanáticos, los juegos cuentan con una sección “Museo” donde encontramos artes inéditos, soundtracks y mucho contenido biográfico.
Revisando el contenido de este recopilatorio
Desmenuzando cada título, empezamos con X-Men: Children of the Atom, lanzado originalmente en 1994. Con un roster completo dedicado a los Mutantes (con presencias hasta ese momento no tan habituales como Silver Samural, Spiral o Psylocke), fue uno de los primeros títulos en utilizar técnicas para evitar los agarres y los combos más elaborados, que le daban una profundidad más compleja a su jugabilidad; junto a su gran encanto que era la posibilidad de fusionar combos tradicionales con técnicas especiales.
Marvel Super Heroes, con un debut en arcade en 1995, apuesta toda su estructura al Guantelete del Infinito desde su argumento en el modo arcade, así como también en el combate, ya que podemos ir agarrando las diferentes gemas dentro de las peleas para alterar el curso de las batallas. El roster tiene algunas perlitas inéditas hasta el momento, como Red Skull y Blackheart.
X-Men vs. Street Fighter fue uno de los primeros hitos dentro de esta franquicia y la que empezó a patear el tablero con algunas innovaciones. Debutó en arcade en 1996, y además de combinar el roster de dos universos diferentes, instaló el concepto de combate por parejas, con un ritmo más frenético y la posibilidad de ampliar radicalmente las estrategias implementadas según la dupla seleccionada. El roster apostó por los personajes más clásicos de cada sello, y la chance de unir en combate a Wolverine con Ryu, por citar un ejemplo, fue algo increíble para la época.
Marvel Super Heroes vs. Street Fighter llega un año después y continúa la línea de X-Men Vs Street Fighter pero con una mayor profundización en su narrativa, con finales más desarrollados para cada uno de los personajes. Las asistencias de los personajes que conforman el dueto están mejor construidos y hay un pulido más notorio en el diseño de los luchadores. El roster no trae ninguna incorporación rutilante, quizás el punto de innovación más flojo de toda la entrega.
Marvel vs. Capcom: Clash of Super Heroes es la joya de la corona. Lanzado en 1998, logró perfeccionar un trabajo de 5 años en arcade, con diferentes propuestas y variantes para llegar a una jugabilidad impecable, un diseño que optimizaba el 2d a todo su calibre y un repertorio de personajes con muchas novedades. Venom, Strider Hiryu, Morrigan, Captain Commando o War Machine hacían su debut en una plantilla bastante diversa. Para los que le dedicamos horas incontables en nuestra infancia, todavía tenemos en la memoria las frases de los personajes cuando destilan sus técnicas especiales.
Marvel vs. Capcom 2: New Age of Heroes llega dos años después a arcade sin el mismo impacto que su primera entrega, pero que logra posicionarse como una secuela superadora en todos sus sentidos. Trae consigo un container de luchadores: 56 personajes jugables, un hito absoluto en el mundo de los fighting games. Ahora las luchas son 3vs3, lo que amplia una vez más la estrategia de los combates, pero tambíen suma otras mecánicas dentro de las peleas, como las asistencias aéreas, o la posibilidad de switchear automáticamente con cualquier miembro del grupo. Cable, Jill Valentine, B.B. Hood, Marrow o Charlie Nash son algunas de las flamantes incorporaciones de un juego que se traduce en diversión asegurada.
El último de la lista es The Punisher, aventura que salió en 1993 y que se siente como el gran colgado de toda la propuesta. Alejándose algunas cuadras de los fighting games, estamos ante un beat ‘em up tradicional del estilo yo contra el barrio, en el que podemos controlar tanto a Frank Castle como a Nick Fury. A diferencia de otros títulos del género, su tono adulto y la violencia de su propuesta logra llamar la atención, pero sus limitadas variantes en los controles lo hacen un juego más simple y quizás el menos destacado de todo el compilado.
Conclusión
Marvel vs. Capcom Fighting Collection: Arcade Classics no es una pieza de museo: es un recopilatorio que te invita a revivir una época dorada de los arcade y los juegos de pelea. Un puñado de semillas que abrieron la puerta al desarrollo de un montón de ideas y franquicia.
Este compilado demuestra, sin hilar tan fino, la vigencia de estar propuestas, que con 25 y a 30 años de existencia, no se sienten obsoletas a la respuesta de los controles. Obviamente a nivel audiovisual quedaron encasillados en propuestas noventosas inolvidables, pero esta colección te garantiza una cantidad de horas de diversión casi infinita, y la posiblidad de revivir algunas gemas del mundo de los fighting games.
Marvel vs. Capcom Fighting Collection: Arcade Classics no es una pieza de museo: es un recopilatorio que te invita a revivir una época dorada de los arcade y los juegos de pelea. Un puñado de semillas que abrieron la puerta al desarrollo de un montón de ideas y franquicia.
Este compilado demuestra, sin hilar tan fino, la vigencia de estar propuestas, que con 25 y a 30 años de existencia, no se sienten obsoletas a la respuesta de los controles. Obviamente a nivel audiovisual quedaron encasillados en propuestas noventosas inolvidables, pero esta colección te garantiza una cantidad de horas de diversión casi infinita, y la posiblidad de revivir algunas gemas del mundo de los fighting games.