Digital Sun nos trae Moonlighter, una hermosa propuesta en donde se combina RPG con elementos de los rogue-like y gestión de ciudad.
Desde hace un tiempo largo que las desarrolladoras españolas se posicionaron como uno de los mejores exponentes en matería de títulos indies. Este año tuve la posibilidad de disfrutar propuestas como Crossing Souls o Timothy vs The Aliens, y ambas propuestas han estado a la altura de las expectativas.
En esta ocasión, la gente de Digital Sun nos presenta Moonlighter, su primer producción (en donde colabroró 11Bit Studio, responsable de This War of Mine) un juego que desde el vamos puede resultar poco atrapante, pero que con el paso de las horas termina enganchando y mucho. Una aventura que tiene como base el RPG, pero que combina elementos rogue-like con gestión de ciudad para darle una vuelta de tuerca bastante llamativa.
Moonlighter se encuentra disponible para PlayStation 4, Xbox One, PC y Nintendo Switch.
Devolviendo el brillo a la ciudad
La historia de Moonlighter tiene ese toque de literatura fantástica que, a pesar de su simpleza, funciona para darle una orientación a nuestra camino. Hace muchos años y sin motivo aparente, surgieron 5 mazmorras en un territorio alejado de las civilizaciones. Esto llamó la atención de aventureros y guerreros que, intrigados, fueron hacia allí para explorarlas y gracias a esta vorágine se fundó la pequeña aldea de Rynoka, en donde se cimentaron distintos comercios que prosperaban gracias los recursos que fueron sacando de los alrededores.
Sin embargo, los incesantes peligros y la muerte de muchos exploradores hicieron que las mazmorras fueran clausuradas y Rynoka como consecuencia de esta debacle comercial, entre en un período de decadencia.
Acá entra en acción Will, nuestro valiente protagonista de turno. Y hago énfasis en valiente, porque no se trata del clásico guerrero dotado de habilidades que no teme en regresar a esos peligrosos lugares, sino que el jóven Will es un comerciante de Rynoka, que tomará cartas en el asunto para restaurar el brillo de Rynoka. Además, se le suma un elemento de misterio a toda la premisa. Las 4 primeras mazmorras contienen una llave respectivamente y que juntas abren la quinta, hecho que nunca ha sucedido y se rumorea que contenga, además de riquezas, la razón por la que estos asentamientos aparecieron.
Comerciante de día, guerrero de noche
La mecánica de Moonlighter se puede dividir fácilmente en dos. Por un lado, la exploración de las mazmorras, que cuenta con elementos característicos de los dungeon crawler y los aventuras rogue-like. Cada mazmorra cuenta con 3 pisos de profundidad y se generan de manera procedural, por lo que cada incursión tendrá un mapeado distinto. Dentro de las mismas hay una buena diversidad de enemigos, cada uno con patrones de ataque bien marcados y una gran cantidad de items para recolectar.
Los movimientos, estilos de combate y su cámara cenital están cimentados obviamente en The Legend of Zelda, pero cuenta con una celeridad en sus movimientos, sumados a un esquive ilimitado, que le impone una mayor dosis de reflejos a cada travesía
Esta diversidad de criaturas y objetos se cuantifica a medida que vamos recorriendo las nuevas mazmorras, ya que ninguna repite los elementos de las demás así como tampoco su estética.
Además, los mismos cuentan con secretos y pistas que funcionan para conocer un poco más sobre estos peligrosos territorios y las fallidas incursiones de exploradores que no lograron salir con vida. De yapa, hay una especie de contrarreloj invisible que está siempre presente, así que decidimos tardar más de los debido una peligrosa criatura de color verde vendrá a perseguirnos.
Para conseguir cada llave, obviamente, tendremos que llegar hasta el final de cada una y enfrentarnos a un boss; esto si llegamos hasta el final, algo que no será muy fácil al comienzo. Las primeras exploraciones funcionarán para aprender un poco sobre el terreno y ver cuántos items podemos obtener, porque como todo buen rogue-like, si morimos esto significa que perderemos cada uno de los objetos que recolectemos y créanme que tener los bolsillos llenos y no abandonar a tiempo por nuestra sed de codicia puede ser una error fatal.
La dificultad en las mazmorras está muy bien impuesta, y no será un paseo para nada sencillo, incluso en Modo Normal.
Todo este ciclo de ir una y otra vez no cae en la monotonía porque, además de los mapas aleatorios, la incursiones son relativamente cortas y las ganas de conseguir objetos se complementan con la segunda mecánica atractiva que tiene Moonglihter. Como mencionamos anteriormente, Will es un comerciante de Rynoka, que heredó la tienda familiar, así que durante el día tendremos que trabajar en la misma, vendiendo los diversos objetos que fuimos consiguiendo.
El sistema de comercio está planteado de manera muy sencilla ya que su curva de aprendizaje es mínima, además contamos con una libreta que nos va detallando el valor de los objetos mediante la oferta y demanda de los mismos. Nuestro éxito como comerciantes permitirá que consigamos dinero, que funciona para upgradear nuestra tienda y mejorar la ciudad. Esto posibilita la llegada de nuevas tiendas y a su vez mayor número de clientes que asisten a diario.
Moonlighter no cuenta con un formato de leveleo de personaje y para mejorar los stats de Will tendremos que recurrir al herrero, quien nos forjará armas y armaduras cada vez más poderosas, acorde a los peligros de las distintas mazmorras. Este punto es el más flaco de toda su jugabilidad, ya que a veces no es tan necesaria la habilidad del jugador sino conseguir los recursos y dinero necesario para forjar mejores armas que simplifiquen nuestras exploraciones.
La duración es relativa, porque depende cuánto tiempo nos lleve atravesar las mazmorras y nuestra buena habilidad como comerciantes, pero como mínimo hay unas 15 horas aseguradas cuanto menos.
El siempre comprador Pixel Art
Para los gamers que venimos disfrutando de los videojuegos desde el siglo pasado, cada vez que llega un título con una estética Pixel Art bien cuidada nos sentimos más que agradecidos y Moonlighter lo cumple con creces. Los muchachos de Digital Sun entendieron a la perfección que a veces menos es más; apostando por una estética que bien resuelta puede dar resultados satisfactorios.
Rynoka se siente con mayor vitalidad a medida que vamos invirtiendo dinero en ella y los detalles de los habitantes así como de las estructuras está bien logrado. Se agradece que cada mazmorra sea distinta, aprovechando al máximo la diversa paleta de colores que ofrece.
La BSO es bastante pegadiza y va a tono con la propuesta visual. La falta de voces, al menos de Will y algunos de los personajes secundarios podría tildarse como aspecto negativo, pero tampoco le resta demasiado ya que la historia no es el punto más fuerte del juego.
Conclusión
En un año donde los indies están llegando tanto en cantidad como en calidad, Moonlighter se sube a este barco con una propuesta que combina diversos generos para ofrecer un producto cuanto menos original y adictivo. Cuesta engancharse al principio con el ritmo mazmorra/trabajar en la tienda, pero una vez que comenzamos a llenar nuestros bolsillos con monedas es muy difícil desengancharse con este juego.