Moving Out 2 amplia sus posibilidades en una secuela que busca diversificar sus contenidos y propuestas mientras nos dedicamos a mudar objetos de todas las formas posibles.
El debut de Moving Out se dio en abril de 2020, comienzos de la pandemia y restricciones de salidas por el Coronavirus, con una propuesta party súper simple pero increíblemente funcional: como empleados de la irreverente empresa Smooth Moves teníamos que hacer encargos de mudanza por toda la ciudad de Packmore.
3 años y medio después de esta empresa, Moving Out 2 aparece como una secuela que, trazando paralelismos, mantiene una línea ideológica similar a Overcooked! 1 & 2: la misma premisa, el mismo adn, pero una capa de contenidos mucho más variada y atractiva, con el objetivo a fin de cuentas de no traer a la mesa una idea agotada.
Si venís de jugar Moving Out 1, te sentirás rápidamente familiarizado con este mundo y te vas a dejar llevar rápidamente por sus novedades a nivel jugable, al igual que si sos un nuevo F. A. R. T. (Furniture Arrangement & Relocation Technician), porque la diversidad de niveles y rejugabilidad que ofrece esta nueva entrega invita a todo el mundo a pasarla muy bien.
Volvió el fletero a Packmore, y más allá.
Repasando sus mecánicas, Moving Out 2 conserva el adn que hizo tan atractiva su primera entrega: encargamos de realizar mudanzas en todo tipo de lugares, con el objetivo de agarrar x cantidad de objetos y llevarlos al camión mudancero. Además de reunir todos los muebles, cada nivel cuenta con objetivos adicionales que dan estrellas para habilitar niveles bonus.
Los primeros 4/5 niveles de Moving Out 2 repiten este concepto para familiarizar nuevamente a los viejos jugadores (a pesar de que hay un breve tutorial como en el juego anterior) y darles la bienvenida a los novatos en la franquicia. Con ese humor tan característico y particular que tiene la franquicia, nos damos cuenta que esos primeros niveles tan solo son una punta de iceberg de cómo después el juego se abre y busca traer bocanadas de aire fresco a su dinámica.
Obviamente que todo lo que hacemos en esta nueva entrega tiene también un hilo argumental, completamente hermoso y lleno de gags y referencias a la cultura pop (con mucho énfasis en Volver al Futuro). En esta secuela, nuestro jefe, que siempre está en búsqueda de la eficiencia mudancera, descubrió una máquina que, según se teoría, aumentaría la eficacia de la empresa en un 90%, pero al activarla lo único que hizo fue sumar problemas y problemas.
Ya no nos quedaremos únicamente en Packmore, sino que en la propia ciudad se activarán una serie de portales, gracias a esta particular máquina, que nos llevarán a diferentes “mundos” para rescatar a nuestro jefe de cartón, cada uno con una tónica distinta en su ambientación y, también, desafíos jugables. Por ejemplo, en la ciudad caramelo además de realizar mudanzas tradicionales habrá niveles en donde podremos usar gomeras gigantes para transportar los objetos o en vez de llevar cosas al camión usaremos esas gomeras para romper objetos y ganamos si acertamos a x cantidad.
De esta forma, cada nuevo mundo que visitamos abre las posibilidades jugables para mantener esa frescura y atractivo, haciendo que las dinámicas de las partidas cambien mientras la diversión se mantiene. En otro ejemplo, la ciudad futurista que se encuentra en las nubes aprovecha recursos como nubes para tapar el escenarios, plataformas flotantes o ganchos para colgarnos e ir a diferentes zonas de los niveles.
Como denominador común para estos nuevos niveles, encontramos un pulido mucho más definido a nivel físicas: ahora tenemos más precisión al momento de agarrar cualquier cosa dentro de los niveles y los personajes son más “flexibles” y permeables a todo lo que sucede en el escenario. Obviamente que el caos también forma parte de esta ecuación, y habrá situaciones donde la pantalla estará cargada de objetos desordenados por todos lados para desbordar de locura.
Otra de las premisas interesantes en los nuevos niveles es que se abandonó como regla general que el objetivo principal sea “muda x cantidad de objetos al camión” para ganar. El ejemplo que mencionamos más arriba de la gomera que derriba los objetos es tan solo uno de ellos, pero también hay más reformulaciones.
Por ejemplo, habrá desafíos en donde tendremos más de un camión, y en cada uno colocaremos una segmentación de objetos específica. Pero uno de los más divertidos es la mudanza inversa que, como su nombre lo indica, tendremos que sacar todos los muebles de un lugar y colocarlos en el lugar que nos indica; un nivel que exige coordinación y estrategia para que no terminemos con un embudo o cuellos de botella que no se puedan destrabar.
La rejugabilidad es un punto importante en Moving Out 2. Se repite el sistema de 5 estrellas para cada nivel pero ahora estas estrellas no solo desbloquean algunos misiones extra sino que también suben nuestro nivel F.A.R.T.; este sistema que agregan para la segunda entrega funciona para bloquear algunas zonas en cada mundo e ir revisitandolos para acceder a los niveles más difíciles. Una segmentación que marca la cancha a nivel dificultad pero también evita que completemos toda una zona de un tirón, sino que vayamos desplazándonos de aquí y allá por todos los escenarios.
Todos los escenarios, incluidos los niveles y hub para desplazarnos, esconden secretos y, principalmente ligados a personajes desbloqueables (que entre las variables superan las 100 opciones) y cosméticos. Algunos más escondidos que otros, pero hay un mejor ingenio también para los objetivos secundarios y que revisitar los escenarios no sea algo tedioso. En este punto, la relación esfuerzo/recompensa está mejor calibrado, porque mientras a más estrellas mayor nivel F.A.R.T. y con esto podremos jugar los desafíos más difíciles.
Moving Out 2 vuelve a tener un plus a nivel accesibilidad, bajando las barreras para eliminar la complejidad de los niveles y que todo sea mucho más lúdico. Extensión de tiempo, sacarle el peso a los objetos o hacer que los muebles desaparezcan cuando los colocamos en el camión son items que modifican la dinámica de las partidas. Esto, a fin del día, lo presenta como una opción ideal para jugar con más chicos y repite la misma premisa que su entrega anterior: es una hermosa puerta de entrada para cualquier persona que no esté dentro del mundo del gaming.
Esta accesibilidad viene complementada con su componente online cooperativo, algo nuevo para esta entrega. Para el desarrollo de esta review no pudimos probar su conectividad, pero con el lanzamiento oficial del juego y que sea completamente cross-play entre plataformas, aumentará la vida útil de esta secuela, con la promesa latente de nuevos contenidos en los meses venideros.
Conclusión.
Más grande, más diverso, más divertido. Moving Out 2 es una secuela superadora gracias a su amplitud de contenidos y vuelta de tuerca en sus desafíos jugables, logrando mantener su atractivo a lo largo y ancho de todos sus niveles. Quizás los jugadores de la entrega anterior ya no tengan ese golpe de efecto o frescura, pero Team 17 y SMG lograron revitalizar su fórmula (de algo tan sencillo como agarrar un item y llevarlo del punto A al B) para patear el tablero y traer mucha innovación a la mesa.
El componente online era una pieza clave en el engranaje para ampliar el alcance y lograr que la propuesta extienda su vida útil. De esta forma, Moving Out 2 corrige las principales falencias de su entrega original y es una propuesta que le abre la puerta a todo el mundo. Es tan divertido que por momentos te convence que hacer mudanzas es algo que entretiene.
Más grande, más diverso, más divertido. Moving Out 2 es una secuela superadora gracias a su amplitud de contenidos y vuelta de tuerca en sus desafíos jugables, logrando mantener su atractivo a lo largo y ancho de todos sus niveles. Quizás los jugadores de la entrega anterior ya no tengan ese golpe de efecto o frescura, pero Team 17 y SMG lograron revitalizar su fórmula (de algo tan sencillo como agarrar un item y llevarlo del punto A al B) para patear el tablero y traer mucha innovación a la mesa.