Un título hecho para jugar con amigos. Overcooked! 2 repite las mecánicas de su anterior entrega profundizando su sistema de dificultad y el modo online.
¿Qué puede tener de divertido un videojuego sobre cocina? Me imagino que esta pregunta debe ser el denominador común entre los prejuiciosos. Pero quédense, si nunca pelaron una papa en su vida Overcooked! 2 puede ser igualmente una experiencia muy pero muy disfrutable y adictiva. Pero eso si, que esto se potencia cuando jugamos con amigos.
Team 17 y los muchachos de Ghost Town Games cambiaron pocas cosas del esqueleto principal de su anterior entrega, pero profundizaron en los desafíos y en la curva de dificultad, haciendo de Overcooked! 2 un simulador de cocina atractivo por la calidad de sus desafíos, que se contrapone completamente por su sencillez audiovisual.
¡A luchar contra el Pan-demonium!
Overcooked! 2 cuenta con 3 modos distintos de juego para poner a pruebas nuestras habilidades culinarias, en el que se incluye una campaña que nos ofrece la posibilidad de jugarlo tanto solo como con hasta 4 amigos y es el que, a fin de cuentas, más jugo se le puede sacar por sus desafíos y cierta rejugabilidad, ya que cada uno de los niveles que componen las 6 etapas tienen puntuación, de hasta 3 estrellas cada uno, y en las últimas fases es un reto más que interesante.
El Rey Cebolla manda a llamar a sus mejores chef para alimentar a unos panes zombies que se levantaron de sus tumbas gracias al poder del Necroñamicón, pero al no poder estar a la altura de la circunstancias, salen a explorar el mundo para aumentar sus habilidades culinarias para ser sencillamente los mejores. Esta divertida premisa es la que nos invita a completar el tutorial de manera veloz, y emprender la aventura, porque Overcooked! es muy sencillo de aprender pero no creas que será un paseo fácil.
En las primeras fases tendremos situaciones bastantes cómodas para ir acostumbrando nuestros reflejos, pero luego la situación se descolocará de manera brillante, para terminar cocinando hamburguesas en medio de un abismo o sushi en globo aerostático, siempre cuidando de tener platos limpios para servir o que la cocina no nos explote.
Tuve la posibilidad de completar parte de la campaña tanto en solitario como en multijugador, y son experiencias completamente diferentes. Jugándolo solo el disfrute no es el mismo y el tener que manejar a dos chefs a la vez intercambiando el control de ambos puede ser un tanto frustrante, más que nada cuando encaramos las partes finales de la campaña. Ni hablar de los niveles secretos, que son los más difíciles de todo el periplo.
Si les digo que en multijugador tiene otro disfrute créanme que es así, porque a la diversión y el desafío se le suma la estrategia y la coordinación de trabajar con otro chef igual de comprometido. Mientras que uno va cocinando las preparaciones, el otro se encarga de ir emplatando y llevando cada comanda a tiempo para ir sumando puntos, haciendo que completar cada nivel con 3 estrellas sea algo sumamente más accesible.
La campaña en si no es relativamente extensa, puede llevarnos unas 4 o 5 horas completarla, por lo que después queda la ambición de cada uno en completarla al 100% para ir desbloqueando los distintos avatar secretos que hay disponibles.
Hay un merito en el trabajo realizado por Ghost Town Games que reside en la reinvención constante de Overcooked! 2. El juego tiene un planteamiento de juego muy sencillo con pocas mecánicas a realizar: cortar los ingredientes, mandarlos a cocción con su respectiva manera, armar la preparación, servir y despachar. No hay una lógica o un modus operandi que exceda esta rutina pero nunca sentimos que estamos haciendo constantemente lo mismo gracias al gran diseño de sus niveles y el hecho de cada uno tiene una rutina diferente. Si no hay que tener precaución de que nos pise un auto hay que vigilar de no caernos en precipicios, y esa dinámica hace que el título se empape de una dinámica constante.
Overcooked! 2 cuenta además con un Modo Arcade, que permite realizar desafíos de forma gestionada a nuestro antojo de dificultad y un Modo Versus, que nos da la posibilidad de enfrentarnos con hasta 3 amigos más tanto de manera local como online, manteniendo las mismas mecánicas y opciones que ya analizamos en su campaña. Su cantidad de contenidos es ciertamente limitada y se le puede pedir mucho más, pero el título cumple perfectamente con lo que pretende ser: un título party para jugar con amigos a un género distinto, con mucha competitividad y diversión a la vez al ser muy fácil de aprender.
Los controles son la pata más flaca de sus jugabilidad y a veces no terminan respondiendo como nosotros deseamos. Arrojar comida es una estrategia no solo valida sino clave en algunos niveles en donde los abismos separan a los chef. Lamentablemente, puede terminar siendo un poco frustante ver como nuestra comida preparada y lista para servirse cae por el precipicio debido a una mala recepción o un lanzamiento realizado a cualquier parte.
Gráficamente sencillo
En el plano audiovisual, Overcooked 2! pega un giro de 180° grados. Si antes hablábamos de una complejidad en sus desafíos que le daban ese gusto particular a los níveles, los gráficos del juego van por la senda contraria. No es un punto negativo, pero estamos ante un título que no decidió arriesgar en esta arista, planteando una dirección de arte sumamente sencilla, con escenarios poco vistozos y alimentos que podrían haber tenido un mayor nivel de detalle. El sonido es bastante correcto y el soundtrack puede estar como no que pasa completamente desapercibido.
Conclusión
Overcooked! 2 es la opción ideal para jugar a algo distinto con tus amigos. A pesar de su poca cantidad de contenidos, es un título divertido, con mucha imaginación en el desarrollo de sus escenarios y una aprendizaje muy veloz, ponderando a este simulador de cocina como es una evolución positiva de su franquicia. Toda esta diversión y competitividad pierde frescura cuando lo jugamos solo, perjudicando ampliamente a la vida útil del mismo, porque el disfrute de su campaña gana muchos puntos cuando lo hacemos acompañado.