Konami quiere recuperar el trono perdido desde hace unos años por su eterno rival, ¿lo consiguió con PES 2018? Enterate en nuestro análisis.
Todos los mayores de 22/23 años que les gusta jugar títulos de fútbol han crecido, en su enorme mayoría, con Winning Eleven (Pro Evolution Soccer) entre su catalogo habitual de juegos. Durante más de una década, FIFA nunca estuvo ni cerca de acercase a disputarle la hegemonía en el rubro, sin embargo, a comienzos de esta última década, principalmente entre 2011 y 2013, la balanza se inclinó hacia el juego de EA Sports, haciendo que muchos de los fieles seguidores abandonaran la épica saga de Konami.
El principal problema no radicó en que PES mermó su calidad (salvo el olvidable Pro Evolution Soccer 2012) sino que FIFA elevó la vara de una manera abrumadora en poco tiempo, lo que llevo a Konami a reestructurar su manera de desarrollar la saga.
Desde el vamos, PES 2018 no es el mejor juego de fútbol de la historia. Sin embargo, parece haber encontrado el norte y entrega tras entrega le acorta el margen de diferencia a FIFA.
La principal mejora respecto a la edición anterior está claramente enfatizada en la jugabilidad. Pro Evolution Soccer 2018 ha bajado su ritmo de velocidad en la cancha, permitiendo movimientos más reales, que acompañan a la física de la pelota. Konami ha intentado (con éxito) no empeñarse tanto en los desplazamientos de la caprichosa, que ya ha conseguido mantener un nivel sumamente aceptable, y dedicó sus cambios más radicales a los 22 jugadores que están en la cancha. No solo tienen movimientos más naturales (aunque algunas acrobacias son físicamente dudosas), sino que poseen una naturalidad más armoniosa en su desempeño. Además, los regates podrán funcionar como un arma letal ante los mejores defensores y su buen uso puede definir partidos.
Esto viene acompañado con una decena de nuevos movimientos corporales que difieren notoriamente cuando llevamos la pelota o no. Los nuevos regates son un condimento extra que esta nueva edición de PES se pueden disfrutar mucho. Los arqueros también han mejorado bastante, aunque por momentos sacan pelotas que parecen imposibles y se hacen los goles más fáciles.
Los controles no han sufrido muchos cambios respecto al anterior PES 2017, y se adecuan a la reducción en la velocidad anteriormente mencionada. Con la inclusión del sistema Real Touch +, que permite pases más reales con todas las partes del cuerpo, le aporta una mayor dinámica a los partidos.
Otra de las mejoras se presenta en sus disparos con efectos. La pegada con R2 o los disparos bien colocados en tiro libres están muy bien logrados, cuestión que se contraponen con los disparos normales, que no tienen del todo claro regulada su velocidad. Por momento hay tiros al arco en donde la pelota aumenta su velocidad de manera asombrosa durante el último tramo de su recorrido y es algo que es bastante molesto por momentos. La sensibilidad en el boton es algo que se ha modificado, por lo que si presionas medio segundo de más, la pelota va a terminar en la segunda bandeja.
La IA mantiene el mismo nivel de los PES anteriores, aunque tiene una gran merma en la parte defensiva. Si aprendemos a utilizar correctamente los pases profundos, la última linea siempre dejará huecos bastante amplios o no retrocederá tan rápidamente en los contragolpes.
En cuanto a la configuración de estrategias y cambios previos al partidos, la estética y opciones se han mantenido, salvo alguna que otra formación y táctica nueva, idénticos a las anteriores entregas, siempre destacando ese cambio en las valoraciones de los jugadores según la posición en donde los coloquemos.
Es increíble que estemos hablando de PES 2018 y el problema de las licencias siga siendo una piedra en el zapato para Konami. A pesar de que se soluciona con la instalación de un simple parche importando desde el option file (o si les apasiona editar manualmente), es inadmisible a esta altura que equipos tan importantes como el 95% de la Premier League, la Juventus, equipos de la Liga Española (o la ausencia del Bayern Munich) y demás, no tengan las licencias correspondientes. La seriedad que le quita esta arista se compensa notoriamente con las competiciones oficiales. Jugar un partido de Champions League con la música y gráficas le otorga un plus bastante alto.
Para los jugadores argentinos, otro de los puntos altos son las licencias de la Liga Argentina y los cambios en los relatores. La llegada de Rodolfo de Paoli y Diego Latorre otorga una frescura en los comentarios, que con el correr de los meses se irán actualizando agregando más nombres y otras modificaciones
Gráficamente, es el juego más avanzado de Pro Evolution Soccer hasta el momento. El acople definitivo del Fox Engine (uno de los valuartes de Konami) ha permitido una mejora sustancial en el aspecto visual del juego. A pesar de que sigue teniendo algunos puntos flojos como el cesped de las canchas, las caras de los jugadores o detalles de algunos estadios (claramente los licenciados) son increíbles. La entrada de los jugadores al campo de juego también es muy interesante y permite resaltar todos los rasgos de los jugadores.
Los modos de juego dentro de PES 2018 no han variado y mantienen, principalmente desde el parte offline, la misma linea. La Liga Master sigue siendo el mejor modo y una de las opciones históricas a la hora de manejar nuestro propio equipo de futbol (real o creado). Lo que se ha agregado para esta ocasión son nuevas cinemáticas y un nivel mayor de dificultad, pero al igual que otro de los modos que se viene repitiendo año tras año como Ser una Leyenda, no presenta demasiadas innovaciones.
Si nos referimos al online del PES 2018, los nuevos modos cooperativos de 2v2 y 3v3, que venían anunciándose con bombos y platillos desde hace varios meses, funciona bastante bien y eso se debe a que los servidores de Konami han mejorado drásticamente desde las últimas entregas. Durante todos los partidos que jugamos no hemos sufrido ningún exabrupto y la conexión ha sido fluida.
En lineas generales, no estamos ante un juego que revoluciona el mercado futbolístico gamer, pero sin dudas PES 2018 es una clara evolución de sus antecesores. Konami ha invertido este año de desarrollo en reforzar las falencias y no apostó a innovar con nuevos modos de juegos o una modificación drástica en la jugabilidad. Si mantiene está linea de evolución, tarde o temprano recuperará el lugar que le fue arrebatado.