Resident Evil 3 Remake reinventa de forma significativa su historia, sacrificando locaciones emblemáticas pero afianzadas por una jugabilidad y ambientación impecable.
Después de años de reclamos y peticiones por parte de los fanáticos, Capcom los escuchó y a comienzos de 2019 tuvimos el placer de disfrutar de Resident Evil 2 Remake, el regreso de uno de los íconos del Survival Horror, con una jugabilidad readaptada al presente y una historia que casi no fue modificada, sin tocar de esta manera ninguno de los lugares que recorrimos con Leon S. Kennedy y Claire Redfield.
15 meses después, tenemos en nuestras manos Resident Evil 3 Remake, una propuesta que desde el vamos mantiene todas las bases solidas en cuanto a jugabilidad se refiere, pero en esta ocasión Capcom decidió abrir la cancha y reinventar parte de la historia, para conseguir una propuesta más cinematográfica y que por momentos abandona el plano del terror para abocarse a la acción pura. Eso sí, el horror clase B, las hordas de zombies y un implacable Nemesis no faltan en ningún momento.
Capcom vuelve a acertar en un montón de aspectos, incluso perdiendo momentos icónicos de la versión original, dejando en claro que estas remakes no son solo efectivos por el valor nostálgico, sino que además ofrecen una aventura a la altura de las circunstancias.
Raccoon City, con las horas contadas.
La intro de Resident Evil 3 Remake nos deja en claro el énfasis que le puso Capcom para darle una mayor impronta a la narrativa en esta entrega. Con mezcla de actuaciones live-action con el uso del magistral RE Engine, los primeros minutos del juego están dedicados a contar cómo Raccoon City empieza a transitar su inevitable final: el Virus-T que Jill Valentine y Chris Redfield combatieron en la mansión Spencer ya se propagó por toda la ciudad y los zombies comienzan a dominar las calles.
Esta desesperación que se vive en los habitantes supervivientes es retratada desde que tomamos el control de Jill, que se encuentra en su departamento suspendida de su trabajo como miembro de S.T.A.R.S.. Mientras recibimos una llamada de Brad Vickers que nos augura que la ciudad se está yendo al mismísimo carajo, una mole de más de 2 metros destruye una de las paredes de nuestro hogar. Sí, Nemesis desde el primer momento del juego se presenta como esa amenaza que no descansará ni un minuto hasta destrozarnos.
Desde acá hasta realmente el final de la aventura, el juego no quiere dejar de pisar el acelerador, con una intensidad en sus escenas y momentos de combate que se irán intercalando con una transición entre diversas áreas. Jill en su periplo por sobrevivir y escapar de Raccoon City conocerá a diferentes miembros de UBCS (Umbrella Biohazard Countermeasure Service) la fuerza paramilitar de Umbrella que aterriza en la ciudad para contener a los zombies y ayudar a los habitantes.
La relación entre Jill y Carlos Oliveira se verá mucho más afianzada en esta remake, pero así como también con otros integrantes de la UBCS que no gozan de tantos minutos en la versión original, como Mikhail y Tyrell. No quiero adentrarme en spoilers, porque realmente si jugaron la versión de 1999 notarán una gran cantidad de cambios, y esto incluye algunos personajes nuevos en el argumento.
Si comparamos con Resident Evil 2 Remake, esta nueva entrega tiene una trama con mayor desarrollo porque hay mucho hincapié en este aspecto. Hay una mayor cantidad de cinemáticas y varias modificaciones en la estructura original que hacen que todo tenga un hilo conductor más real. El hecho también de que sea una sola campaña en vez de 2, hace que haya un guion más extenso y una profundización más clara del relato.
Menos puzzles, más combate.
En Resident Evil 3 Remake se repite casi de forma idéntica los mismos cimientos en torno a la jugabilidad, una fórmula que nos encantó en la anterior entrega y que fue una arista fundamental para cosechar todo el éxito sembrado. Una cámara en tercera persona apostada al hombro, un hud mínimo para que la experiencia sea completamente inmersiva y unos controles que responden de forma correcta y precisa.
Se agrega para esta ocasión, algo que ya estaba la versión original, la posibilidad de realizar un esquive. Utilizando R1 (en la versión obviamente de PlayStation 4) antes de que un enemigos nos agarre o impacte, Jill evitará el daño y si encima apuntamos al instante de dicha acción, la cámara se ralentizara por unos segundos para efectuar algunos disparos.
Si en RE 2 Remake todo el mapa termina interconectándose, acá la situación es completamente diferente. El juego marca bien la cancha al momento separar los diferentes lugares que exploraremos, desde las calles de Raccoon City, hasta la comisaria y el hospital. Todo esta segmentado de forma tal de poder volver sobre nuestro pasos, algo que sufriremos si dejamos algún item sin levantar.
Esta dinámica de los escenarios, que ya estaba impuesta en la versión original, se reinventa de forma más sideral en esta remake todo en pos de, como vengo mencionando varias veces en este análisis, hacer una narrativa más sólida y por sobre todas las cosas más lógica. Es por esto que Carlos tiene mayor protagonismo en el gameplay, con 2 partes exclusivas en las que tomaremos control del mercenario de UBCS, acaparando casi un 30% del grueso del juego.
Si bien hay un buen apartado de criaturas, con ciertas novedades, los zombies vuelven a ser la estrella de este bestiario. Repitiendo esquema de la remake anterior, mantienen esos movimientos erráticos e impredecibles, que hacen que apuntar sea tan complejo como abatirlos, porque incluso a veces impactándolos con un tiro de escopeta tienen ganas de seguir mordiéndonos. Esta tensión va in crescendo cuando jugamos en dificultades elevadas, porque ahí son incluso más duro de vencer y obviamente los recursos son más escazos.
La reinvención de gran parte del nudo de la historia termina sacando de la ecuación algunos escenarios bastante icónicos del juego y borra casi por completo del mapa a los puzzles, que si ya en la anterior remake no eran complejos acá prácticamente brillan por su ausencia. Salvo uno o dos muy marcados, la mayor parte del tiempo estaremos entrando y saliendo de las zonas agarrando items y llevando objetos del punto A al B sin mucho para razonar, porque el juego evidentemente no quiere que pierdas tiempo en eso y te dediques más a explorar y a tener cuidado con Nemesis, el arma biológica que prometía ser una molestia constante pero termina siendo un tanto engañosa su ejecución.
Los primeros minutos del juego en el que nos veíamos perseguidos en una brillante secuencia que mezcla cinemática con jugabilidad nos daba una pequeña pista, que nos podía anticipar que Nemesis es un peligro latente y qué podía molestar en cualquier momento. La realidad es que no es tan así como uno esperaba y si bien su presencia es bastante cotidiana en el desarrollo del juego, no es tan sufrida como lo padecimos con Mr. X en la comisaria.
Nemesis tiene la particularidad en esta remake de aparecer en momentos específicos del juego, que mucha veces se entremezclan cuando estamos pasando de una gran zona a otra. En el combate es implacable y tendremos que tener afilado el tema del esquive porque no solo es más rápido sino que cuenta con ataques largo alcance para hacernos bastante daño. Como un mimo a los fans, si llegamos a tumbarlo en estos encuentros, nos dejará tanto piezas de armas como otros items como recompensa.
No voy a negar que hay una brillante espectacularidad en cada uno de los momentos de duelo y escape entre Jill y Nemesis, Capcom sabe cómo manejar la tensión en este dúo y durante toda la remake jugamos (y también presenciamos con muy buenas cinemáticas) constantes enfrentamientos contra el arma de Umbrella, pero si hablamos de tensión, ansiedad y quizás hasta cierto deje de paranoia, Mr. X logra un trabajo mucha más efecto en la remake de Resident Evil 2, por el sencillo hecho de que no paraba de perseguirnos y no sabíamos realmente cuando iba a abrir una puerta para atraparnos. La lógica con Nemesis es mucho más predecible y estos enfrentamientos y escapes están más segmentados, a pesar de que también puede abrir puertas e incluso ir por los techos para ganarnos terreno.
La duración de la campaña puede no contentar a todos. En épocas donde los juegos se vuelven artificialmente estirados e interminables, Resident Evil 3 Remake puede ser completado en su dificultad Standard (la normal) cruzando la barrera de las 5 horas, superando por más de 90 minutos el desarrollo de la aventura original. Con uno de los trofeos que nos invita a superar la historia en menos de 2 horas, se darán cuenta que esto puede llegar a ser un punto negativo para muchos al momento de comprar el juego.
¿Cómo logra paliar este tema Capcom? Por un lado nos ofrece 5 niveles de dificultad. Recién estoy por la cuarta, llamada Nightmare y creánme que es una experiencia completamente diferente, más acercada al verdadero Survival Horror: las balas y recursos son contados y la disposición de los enemigos como de su resistencia y daño cambian radicalmente. También tendremos desbloqueables que podremos adquirir con ciertos puntos que obtendremos completando diferentes requisitos durante la aventura; algunas son cosméticos y concept art mientras otros son directamente items para usar ingame.
Mientras que, además, con el juego se incluye Resident Evil Resistance, una vertiente multijugador asimétrica que va por fuera de esta remake y que puede resultar un atractivo cuanto menos interesante para seguir en la misma tónica.
El RE Engine deleitándonos una vez más
Desde que lo vimos debutar en Resident Evil 7, Capcom ha demostrado todo su potencial utilizando el RE Engine en estas 2 remakes. Resident Evil 3 tiene la ventaja de mostrar escenarios, entornos y lugares abiertos, siendo un verdadero lujo audiovisual recorrer estas calles de Raccoon City asediada por zombies, perros, Hunters beta y otras criaturas desagradables.
Lo jugué en la versión de PlayStation 4 Pro y se ve realmente espectacular, con una fluidez constante, algo que no suele ser habitual en casi todos los juegos, y las bajas de fps que se ven marcadas son exclusivamente para los zombies que están fuera del plano jugable, quizás el sacrificio que deba realizar Capcom para aportarnos esta joyita audiovisual, en la que el sonido cumple un factor clave en el tema de la ambientación, no solo en las exclamaciones de Nemesis, hay un gran trabajo de voces de los actores que encarnan a los personajes y de todo lo que sucede en la periferia de nuestras acciones con Jill y Carlos, que nos sumergen en este infierno de no muertos que atraviesa Raccoon City.
Conclusión
Como hace 21 años en la primera PlayStation, Resident Evil 3 vuelve a quedar un escalón por debajo de lo que propuso Resident Evil 2, en parte también porque son pocas las novedades jugables que presenta en comparación a su antecesor.. Esta Remake es una hermosa aventura, que tiende a desviar su eje del survival horror para apuntarlo a la acción, pero que logra sostenerse gracias a su reinventada historia y un Nemesis al que le pedimos un poco más pero es un enorme atractivo para esta propuesta.
Me hubiese gustado que Capcom, así como se envalentonó para cambiar varios aspectos de la narrativa, haya sido más ambicioso al momento de desarrollar la estructura jugable y la forma de encarar cada uno de los escenarios.
Sin embargo, la desarolladora viene con un 100% de efectividades en la remakes y revivió a una saga que venía de caída tras caída y que con Resident Evil 7 está en un hermoso presente.