Games Farm y Kalypso Media vuelven a inmiscuirse en los rpg isométricos con Shadows: Awakening un título que nos regala un rico universo junto a una dinámica jugabilidad.
Cada vez que jugamos un título de este estilo es imposible no encontrarle parecidos a Diablo (Diablo 2 más que nada). La huella que dejó la saga de Blizzard es un punto de referencia para todos las producciones de este género, que intentan deleitarnos con juegos de estructura similar pero con otros matices.
Luego de presentar el año pasado Vikings: Wolves of Midgard, Games Farm y Kalypso Media repiten la fórmula presentando Shadows: Awakening, un rpg isométrico que si bien no innova en casi nada, tiene la potestad de enmarcarnos en una aventura interesante, con un universo profundo y una mecánica de personajes bastante atractiva. Estamos ante una especie de reboot de Shadows: Heretic Kingdoms, título lanzado en 2014.
Shadows: Awakening comienza cuando Krenze, un poderoso mago, invoca a un demonio, denominado Devorador, que tiene la habilidad de absorber almas y manejar sus cuerpos. Nosotros tomamos posesión de este ente, que se mueve por el plano espectral, llamado Reino de las Sombras, hasta que rápidamente tenemos la posibilidad de consumir el alma de un gran guerrero: Kalig, Jesker o Evia.
El relato arranca con cierta perplejidad en su argumento, porque somos invocados sin saber el motivo real de esto, pero luego nos enteraremos que estamos ante una misión tan difícil como peligrosa: evitar que la Penta Nera, un culto conformado por magos fanatizados por ideales políticos, destruya el universo.
El juego nos da la opción, como si fuese la elección de una clase al comienzo de un rpg, de seleccionar uno según nuestras preferencias, ya que hay quien se destaca por la lucha física, otro por la magia, mientras que el tercero tiene a la destreza y el combate a distancia como sus atributos. Cada uno de estos personajes fue un gran héroe mientras estuvo vivo, y tuvo injerencia excluyente en los territorios que habitó. Una vez hecha la elección descubrimos que podemos ir intercambiando entre el plano físico y espectral para poder recorrer los diferentes escenarios que presenta Shadows: Awakening.
Si jugaron alguna vez Soul Reaver, entenderán perfectamente lo que significa la posibilidad de poder movernos con facilidad entre planos: mientras que algunos caminos permanecen bloqueados en el mundo físico, los mismos estarán abiertos en el espectral, y viceversa. Esto también se aplica a la buena cantidad de secretos, puzzles y acertijos que están diseminados en todo el mundo.
Por suerte, Shadows: Awakening no solo limita su jugabilidad a un solo héroe y al Devorador, ya que conforme vayamos progresando en la historia y nos abramos paso completando misiones primarias y sidequest, podremos ir sumando nuevas “marionetas” (como se denominan a los héroes que absorbemos) para formar un squad compuesto por 3 personajes más el Devorador. Mientras que las marionetas pueden morir una cantidad ilimitada de veces, ya que los podemos ir reviviendo en puntos específicos del mapa, si el demonio también sucumbe ante el enemigo, esto automáticamente en un game over.
La posibilidad de sumar a varios integrantes al squad, deja a nuestro criterio el estilo que queremos abordar para nuestro equipo, ya que podemos armar un mix entre mago, guerrero y arquero, o todos de una sola clase, aunque esto solo funcionará si vamos prestando atención a las misiones y objetivos a completar, ya que algunas almas se sumarán a nosotros de manera obligatoria por el desarrollo del juego, mientras que otras se consiguen indagando en ciertas cuevas y mazmorras.
El componente argumental es el que le da cierta solidez a Shadows: Awakening para presentar el amplio abanico de personajes jugables (más de 12 a disposición), cada uno con su propia historia, personalidad y química entre sus compañeros, porque a pesar de que no controlamos a todos de manera simultánea, entre ellos suceden diálogos que le aportan mucho color a la odisea.
Hay bastante npc durante toda la aventura, por lo que los conversaciones serán una moneda corriente mientras nos desplazamos por las ciudades que recorremos. En las mismas no faltarán las opciones de diálogo, que si bien la mayoría no influyen en absolutamente nada más que en el orden que las elegimos, otras sí tienen injerencia en el desarrollo del juego que, aunque mínimas, modificaran el desarrollo de la aventura. Esto le da esa cuota de rejugabilidad a Shadows: Awakening, ya que no es posible jugar con todas las marionetas en una sola aventura y cada gran héroe que elegimos al comienzo tiene su propio relato e interacción con compañeros.
Si bien ponderamos el rico universo en el que nos introduce Shadows: Awakening, puede resultar bastante tedioso, más al principio, y difícil para engancharse, por la gran cantidad de personajes que aparecen de manera intempestiva, ya que hay muchas referencias al pasado reciente y lejano de este mundo, con el poder político, las guerras territoriales y los misticismos que rodean los diferentes rincones.
El sistema de progresión es bastante sencillo y es un factor el cual Games Farm no ha querido complejizar demasiado. No importa el personaje que controlemos, todos reciben la misma cantidad de experiencia y suben de nivel de manera equitativa. En cuanto el armamento, está completamente diversificado, y cada una de las marionetas puede utilizar únicamente armas y accesorios, como armaduras y cascos, específicos de su estilo. Eso si, el inventario no tiene esa comodidad que se le exigen a los rpg y puede engorroso tener que estar equipando y desequipando constantemente las cosas.
Los objetos tiene la ya conocida clasificación por color según su rareza, aunque además del loot que encontremos durante la aventura, podremos ir mejorando las armas comunes o raras con Esencias, que le mejoran los atributos a las mismas.
Si lo comparamos con su trabajo anterior, Games Farm nos presenta una ambientación muy lograda, con un fino diseño de los escenarios, que tienen una intensa variedad que se complementa por su amplia paleta de colores y los personajes jugables tienen un correcto trabajo. Es muy favorable ver como la estética de los personajes va mutando según las armas y armaduras que les coloquemos. Sigue presentando algunos pormenores que arrastra, como la poca diversidad de enemigos o ralentizaciones en algunos escenarios que se ven muy cargados .
Shadows: Awakening es un correctísimo rpg, por lo que los amantes del género encontrarán una aventura que se adecua perfectamente a los estándares exigidos. Con más de 25 horas de duración con solo su arco principal y la posibilidad de jugar 3 campañas (que repiten la mayoría de sus contenidos), esta aventura es una propuesta bastante atractiva, que cuenta además con 4 niveles de dificultad, con uno realmente complejo, destinado para aquellos que buscan un desafío exigente.