SEGA trae a la actualidad cuatro de las entregas más rutilantes del erizo azul y sus amigos con Sonic Origins, en el compilado más robusto lanzado hasta la fecha.
Impulsada por sus dos películas, Sonic está atravesando una suerte de revival dentro de la cultura pop, con un impacto reflejado en un nuevo público infantil que está descubriendo al erizo azul y toda su camada de personajes.
Mientras esperamos con más incertidumbre que expectativas Sonic Frontiers, una propuesta mundo abierto que llegará a finales de este año, la desarrolladora nipona decidió lanzar un recopilatorio de 4 de los juegos más importantes de la franquicia bajo el nombre de Sonic Origins. Como el nombre lo indica, este compilado trae consigo Sonic The Hedgehog, Sonic CD, Sonic The Hedgehog 2 y Sonic The Hedgehog 3 & Knuckles. Una de las principales curiosidades de esta remasterización es la de traer, casi por primera vez de forma oficial, Sonic 3 y CD, títulos que fueron relanzados a través de mods que por versiones oficiales.
Si bien cada uno puede tener sus apreciaciones y gustos sobre la saga, el impacto de Sonic en la cultura gamer de la década del ’90 fue definitoria para marcar un impulso radical en los títulos de la plataforma, y que sirvió de inspiración para toda una camada de franquicias que llegaron en los últimos años del siglo. En este marco, SEGA logra con Sonic Origins una remasterización muy cuidada, no solo por el trabajo pulido de las 4 entregas, sino que también decidieron agregar nuevas cinemáticas que complementan la narrativa de los juegos y una modernización en algunas mecánicas, que hacen más amena toda la experiencia.
Un trabajo artesanal
Durante los últimos años el boom de las remasterizaciones, remakes y reboots se transformaron en moneda corriente dentro de la industria. Y dentro de tanto relanzamiento flojo de papeles, en Sonic Origins hay un detallado proceso para optimizar la experiencia de los 4 títulos al máximo. Esto sucede porque todo el compilado fue rehecho nuevamente bajo el trabajo del Retro Engine, a cargo de los responsables de Sonic Mania – un título que particularmente me gustó poco y nada pero que su motor era de las pocas virtudes de la propuesta -.
Este trabajo, casi de artesanía, queda en evidencia en los primeros minutos de probar cualquiera de estos juegos: todas las texturas mejoraron notablemente, la calidad del sonido también fue modificada y también se nos permite la posibilidad de configurar la pantalla de forma panorámica, aprovechando el potencial de los televisores modernos.
La reedición de cero de estos títulos no es solo una mera cuestión audiovisual: Sonic Origins permite jugar tanto con Sonic como con Tails o Knuckles en cualquiera de los juegos, algo imposible hace 30 años. Además de estas incorporaciones, que no rompen con la estructura del juego, también se sumaron una buena cantidad de animaciones. Donde hubo casi nulos ajustes fue en la sensación del joystick, la respuesta de los comandos y el timing de movimiento: acá la decisión creativa fue la de respetar la experiencia original para que la esencia y espíritu de estos juegos se mantenga tal cual.
Entre tanta celebración por el amor que el equipo le puso a Sonic Origins, tampoco podemos hacer la vista gorda en varios bugs durante momentos puntuales que no rompen la experiencia pero que hacen un cierto ruido. Esto se ve principalmente cuando controlamos Knuckles en los 2 primeros Sonic, y cuando tenemos a Tails como acompañante npc; en el primer caso el personaje no responde bien a los controles de planeación y cae subitamente; mientras que en el caso de Tails como sidekick en más de una oportunidad el blondo aliado de Sonic queda atrapado sin sentido entre rocas o elevaciones del piso.
Desglosando el contenido que ofrece el juego, Sonic Origins cuenta con una amplia gama de posibilidad de disfrutar estas aventuras y la primera gran división es en la posibilidad de disfrutar en su Modo Clásico y Modo Aniversario. Como lo indica su nombre, el clásico es la experiencia original de la tetralogía: desde el formato de resolución de pantalla, hasta las vidas limitadas y todas las features de jugabilidad. Una forma de no olvidarse de las verdaderas raíces de la franquicia y también una invitación a comprobar lo inoxidable que son este tipo de propuestas.
Pasando ahora al Modo Aniversario, las opciones se vuelven a dividir. Por un lado tenemos el repaso de las cuatro aventuras con todas las características y mejoras que comentamos más arriba: elección libre de personajes, mejoras de rendimiento y audiovisuales, y a nivel jugable también se encuentra la incorporación del Drop Dash – propio de Sonic Mania – que permite empezar un giro cuando estamos cayendo de un salto.
Dentro de las opciones de la remasterización contamos con un Modo Historia, pero que no los engañe como a nosotros al momento de poner las manos en el juego. Se trata de una “invitación” a jugar las 4 aventuras de forma cronológica, con todas las cinemáticas añadidas pero que como principal contra encontramos que está únicamente disponible con Sonic.
Avanzando un poco más en las posibilidades de rejugabilidad dentro de Sonic Origins, SEGA incluyó un Boss Rush para enfrentar a todos los bosses de un tirón, pero lo mejor de todo es la incorporación de un modo Misiones: diferentes tareas que tienen requisitos diferentes (terminar un nivel en x cantidad de tiempo, recolectar una determinada cantidad de aros, evitar daño, entre otras). Si bien no son muchas, tienen una linda curva de desafío y varias de ellas son lo suficientemente exigentes para elevar la vara de nuestras habilidades. Por último, la varieté de modos se completa con uno bautizado Espejo, invirtiendo el recorrido de los niveles, para que los más expertos en la materia mejoren sus reflejos para completar todos los niveles pero al revés
Cada una de las diferentes aristas, desafíos, misiones, y niveles nos irán dando monedas para canjear en la amplia galería que desbloqueables que tiene Sonic Origins: desde soundtracks, imagenes de personajes, bocetos, animaciones, material descartado y mucho más, que se resume en un deleite para los fanáticos de la franquicia.
Conclusión
Independientemente de tu gusto por la franquicia, el trabajo que SEGA le dedicó a Sonic Origins tiene que elevar la vara al momento de hablar de futuras remasterizaciones. El amor de sus responsables se nota en el cuidado trabajo por respetar la obra original inyectando novedades y contenidos atractivos para modernizar las experiencias, sumando mucho valor agregado y rejugabilidad.
Los bugs que están aquí y allá serán seguramente corregidos en futuros parches, pero si siguen permaneciendo no manchan la experiencia de los fanáticos para revivir estas aventuras, y también es una hermosa puerta de entrada para descubrir las raíces de esta saga.