El género de aventura narrativa se reinventa con The Council, una propuesta que suma elementos de rpg y una sólida historia.
En un presente donde todo (o casi todo) ya se inventó, la necesidad de ver algo distinto siempre está a la orden del día, y las aventuras narrativas, o del estilo point and clic, también deben presentar algo novedoso. Empresas como Telltale (te extrañaremos por siempre) han vuelto a poner este tipo de títulos a la vista de jugadores durante la presente década, pero de tanto repetir las misma formulas el producto termina siendo el mismo pero con otro envase.
Con esta premisa, la propuesta de la debutante Big Bad Wolf y Focus Home Interactive viene por ese lado de la innovación pero manteniendo las bases del estilo. The Council es una aventura narrativa llena de misterios, enigmas y personajes con más de un secreto en el bolsillo. Sumado a esto, se encuentra una fuerte influencia del rpg: podremos subir de nivel, asignar puntos de habilidad y elegir la personalidad para nuestro protagonista que influirá, junto a nuestra toma de decisiones, en el futuro de la historia.
Descubriendo los misterios de la isla misteriosa
El protagonista de The Council es Louis de Richet y su historia comienza sin preámbulos. Luego de un breve prólogo, estamos pisando el muelle de una misteriosa isla, propiedad de Lord Mortimer, aristócrata que nos invitó a la isla para que colaboremos en la búsqueda de nuestra madre, desaparecida en el territorio hace 15 días.
Con este marco, hay que agregar otro condimento a la historia: La Orden Dórada, una sociedad secreta que incluye entre sus miembros a los más altos políticos, nobles y miembros de la Iglesia. Como segunda arista a tener en cuenta, el libro Al Azif, que en nuestra jerga es más conocida como el Necronomicón, extraído de la literatura lovecraftiana. The Council logra mezclar elementos históricos reales con la ficción, es un argumento que se irá poniendo más complicado con el paso de los minutos.
Cada diálogo, una decisión
Si abstraemos la jugabilidad, The Council puede parecer similar a cualquier aventura gráfica que hayamos jugado en las últimas dos década y media. Sin embargo, es en esta arista donde el juego destila su mayor innovación y frescura.
Desde el principio del juego, tendremos que elegir cuál será la personalidad de Louis de Richet. Si es un hombre propenso a la política, le será más fácil involucrarse en las conversaciones y estar a tono de la gran mayoría de las charlas que ocurran con personajes como George Washington y Napoleón. Si preferimos destacar nuestro perfil de detective, tendremos una mayor facilidad para descubrir secretos y reaccionar ante las acciones de los personajes; mientras que si optamos por el ocultismo, utilizaremos el engaño como medio para obtener el fin.
Sin importar la rama que elijamos, las 3 opciones comparten el mismo árbol de habilidades, aunque tendremos una mayor dificultad para conseguir aquellas que no formen parte de la clase elegida.
El principal punto de interacción se lleva a través del diálogo, y en nuestras decisiones se encuentra el camino que vaya tomando la historia. Hay diálogos en donde las opciones son más simples y menos influyentes en los argumentos, mientras que hay otros en donde tienen un desafío mayor, y las habilidades que tengamos cumplirán una función crucial, ya que cada personaje en The Council tiene virtudes y debilidades (que iremos descubriendo a medida que avanzamos), y conocerlas será clave para salir airosos de cada encuentro.
Utilizar las habilidades especiales que tiene Louis de Richet consume Puntos de Esfuerzo, por lo que su utilización (a menos que encontremos items parar rellenarlos) tiende a ser limitada.
Lo que más destacamos de The Council es la sensación de duda que te imprime en cada decisión que tomamos. Recordemos que el juego tiene múltiples caminos y ramificaciones, así que no solo tiene una enorme rejugabilidad, sino que siempre nos da la sensación de no saber si estamos eligiendo la opción más correcta. Cada acción tiene una consecuencia y, sin entrar en spoilers, las alianzas o enemistades que hagamos con los invitados por Lord Mortimer le sumarán a Louis de Richet más de un problema.
La inmersión dentro de las elecciones que tomemos brilla en esta aventura. The Council no nos recuerda constantemente las consecuencias de nuestras acciones sino que se ven de manera tácita, en el comportamiento de los personajes y curso que va tomando el relato. Si bien hay un hilo conductor en el que inevitablemente todos los jugadores transitan, el contexto del mismo es definido íntegramente por lo que decidamos hacer.
Audiovisualmente contradictorio
The Council muestra un enorme cuidado de sus distintos escenarios. La isla está muy bien lograda y su juegos lumínicos logran un contraste bastante armonioso. La mansión es bastante grande y cada metro cuadrado está trabajado al detalle, desde sus ornamentaciones y las distintas pinturas que decoran los pasillos y las habitaciones. Sin embargo, las animaciones y los rasgos de los personajes son bastantes flojos, elementos que no deberían pasar por alto en este tipo de aventuras.
5 capítulos, un irregular relato
The Council está segmentado a través de 5 episodios distintos. Los que no vienen jugando la aventura desde su lanzamiento a finales de febrero, pueden disfrutar de todo el relato de corrido, que nos llevará alrededor de las 15 completarlo, aunque después queda abierta la posibilidad de rejugarlo gracias a su ya explicada toma de decisiones.
Dentro de su contenido, hay una buen balance entre la exploración, los secretos a encontrar y los diálogos, algo que se profundiza con el correr de los capítulos. Se puede apreciar un mayor nivel de detalles en ciertos escenarios y algunas correciones a partir del capítulo 3, aunque tampoco es algo para destacar.
Sin entrar en el terreno de los spoilers, los dos primeros episodios de The Council funcionan de manera excelente. No solo es una introducción a toda la premisa argumental y presentación de personajes, sino que no se siente como tal y desde el arranque ya queremos descubrir todo los secretos que habitan la isla. Es un relato con un poder de inmersión asombroso, y su jugabilidad no rompe ningún momento con esta esencia. Big Bad Wolf marca la cancha y deja en claro cuando quiere que pongamos atención en explorar y recolectar coleccionables y cuando pretende que no perdamos el hilo de la trama.
El climax de la historia llega a mediados del cuarto capítulo y si bien su final no es algo que decepciona, me dejó un tanto estupefacto, principalmente porque no logra sostener todo lo que había construido con tanta firmeza en las primeras 10 horas de aventura
Conclusión
The Council es una aventura gráfica que logra algo que venimos pidiendo, casi a gritos: innovar dentro de los géneros. Con un relato correcto, grandilocuente por momentos y e inmersivo en casi toda su extensión, el debut de Big Bad Wolf está más que aprobado, con un título que apela a que no nos desconcentremos en ningún momento al conocer a los distintos invitados a la isla de Lord Mortimer, porque las consecuencias se pagan caras.
Una jugabilidad que no rompe en lo absoluto con el relato que se intenta contar durante los 5 episodios y una dosis de rpg que le da un toque más personal a nuestro estilo de juego. Puede que el sistema de discusiones termina siendo un tanto repetitivo, pero es una idea bastante particular, que termina influyendo de manera directa dentro del transcurso del juego.
Si te gustan las aventuras gráficas, o querés sumergirte en un relato fantástico y atrapante que nos invita a explorar cada rincón que recorremos, The Council es una opción más que recomendada.