Timothy vs the Aliens es una aventura de plataformas con toques de mundo abierto ambientado con una estética noir, ¿estás listo para salvar al mundo?
Timothy vs the Aliens es una de las primeras propuestas indies que nos regala este 2018. El título fue creado por Wild Sphere, una desarrolladora española que obtuvo un galardón por este juego en los Premios PlayStation 2016, por la terna mejor juego infantil (aunque luego el juego fue cambiando parte de su estructura, para terminar siendo para mayores de 12 años).
Ese fue el impulso necesario para terminar de desarrollar, durante todo el 2017, esta aventura plataformera con vestigios de mundo abierto y una estética noir en blanco y negro brillante. Este exclusivo para Playstation 4 nos pone en la piel de Timothy, un gangster que debe salvar al mundo de una invasión alienígena.
Timothy, hoy te convertís en héroe
Como el nombre del juego lo indica, el protagonista de esta aventura ambientada entre los años ’20 y ’30 es Timothy, un gangster que durante su juventud fue abducido (digamos porque estuvo en el momento y lugar indicado) por extraterrestres, otorgándole la habilidad de ralentizar el tiempo, al mismo tiempo que le advertían sobre una futura invasión al planeta, cuestión que decidió ignorar por completo desde que le concedieron ese don sobrenatural.
Desde ese instante, llevó su camino por la senda del delito, convirtiéndose en un reconocido criminal que utiliza el beneficio otorgado por los aliens para robar grandes sumas de dinero. Sin embargo, cuando los extraterrestres regresan al planeta para realizar una invasión a escala completa, deberá tomar cartas en el asunto y ser el héroe del día.
El argumento de Timothy vs the Alien es bastante lineal y sencillo, con pocos personajes secundarios y casi una decena de cinemáticas, que van ayudando a narrar la historia a medida que cumplimos con los objetivos. No esperen una historia abrumadora ni mucho menos giros argumentales tremendos; todo está orquestado de manera tal que justifique nuestros objetivos a lo largo del juego.
En recientes declaraciones, los responsables de Wild Sphere explicaron que Timothy Vs the Aliens es el primero de varios juegos que tienen planeado (incluido un cómic), por lo que en las futuras entregas habrá una mayor interacción con los amigos y aliados del protagonista.
Un poco de cada género
Es difícil definir con un género solo a Timothy Vs the aliens, aunque por similitudes y estructuras al que más se le aproxima es al de plataformas; sin embargo, ostenta una libertad presumida en un reducido mapa. No por esto podríamos considerarlo un sanbdox, aunque sus elementos base están presentes: exploración, coleccionables repartidos por el mapa, la posibilidad de manejar vehículos y diferentes terrenos para recorrer.
La acción es parte del juego en casi todo momento, ya que la aparición de enemigos es casi constante y en pocas ocasiones podremos estar tranquilos de que no aparecerá ninguna criatura para eliminarnos. Los puzzles no podían faltar en este cocktail de géneros que pretende mostrar el juego en sus casi 4 horas que tiene de duración (si, solo eso, aunque hablaremos de este tema un poco más abajo), aunque son relativamente sencillos.
Todas las aristas mencionadas en los dos anteriores párrafos funcionan, en mayor o menor medida, de manera correcta, con la sencillez como modus operandi, pero es en los saltos donde el juego puede sacarnos un poco de quicio, más aún si tenemos en cuenta que tiene al género de plataformas como una de sus principales afluencias. No poder llegar a determinada cornisa porque Timothy no obedece como debería, o caernos de un techo por que no saltamos lo suficiente son algunos de los problemas con los que tendremos que aventurarnos. Es más, estás situaciones son más complicadas que los propios enemigos del juego. Así que, a armarse de paciencia.
Demasiado corto
El principal punto negativo de Timothy vs the Aliens es su duración. Si solo nos dedicamos a completar los objetivos principales y no damos muchas vueltas explorando, podemos terminar la aventura en 3 horas. Caso contrario, si queremos conseguir todos los coleccionables (hay 60 panchos desparramados por toda la ciudad, y algunas mejoras de vida y poder) y cumplir las pocas misiones secundarias, el juego puede extender su vida util a unas 7 u 8 horas, sin otra cosa que hacer.
A pesar de lo atractivo de su propuesta, donde su aspecto estético y audiovisual se destaca por sobre el resto, el juego termina dejandote con ganas de más, básicamente por lo poco que hay para hacer y la facilidad en sus misiones. Los enemigos tampoco serán un gran desafío, y con tener una buena cantidad de munición nunca tendremos un problema real.
Si bajamos un poco la vara de la exigencia, y tomamos en cuenta que el juego fue creado en su génesis para un público infantil, el contenido presentado puede ser el óptimo para aquellos jugadores jóvenes que están dando sus primeros pasos en el mundo gamer (como también lo está haciendo Wild Sphere).
Audiovisualmente atráctivo
El punto más alto de Timothy vs the Aliens en su plano audiovisual. Su estética noir, en donde todo el juego está en blanco y negro como si fuera una película de la época le ofrece una impronta sumamente interesante. El estilo cartoon le otorga otra pizca de estilo y se acopla muy bien a lo que ofrece el juego. Los enemigos son los únicos que tienen color en el juego y resaltan de manera perfecta, ya que todos ellos tienen un tono fosforescente que logran ese desencaje ideal.
La música y el sonido no se quedan atrás en la valoración positiva. Escuchar la canción de El Golpe mientras vamos de camino a enfrentarnos a un alien tiene ese toque especial y permite aumentar esa ambientación que se plantean desde el inicio del juego.
Una buena propuesta, pero muy corta
Timothy vs Aliens es una propuesta más que aceptable y deja bien parado a Wild Sphere, la desarrolladora española que tiene intenciones de pisar con un poco más de esfuerza dentro de la industria gamer. Sin embargo, su escueta variedad de cosas para hacer, sumada a su corta duración hace que el juego pierda un poco de fuerza. Si tienén hijos, es la aventura ideal para pasar un fin de semana, intentando salvar al mundo.