The Division 2 se expande de forma exponencial con Warlords of New York, un DLC que viene con muchos guiños y referencias a su entrega anterior.
Solemos decir con bastante frecuencia que los contenidos descargables (DLC en la jerga gamer) no suelen justificar la inversión de dinero que requieren. En muchos casos la realidad es esa, expansiones pagas que no justifican el gasto, con un contenido pobre tanto de calidad pero de cantidad.
Pero entre tanta malaria, cuando aparece algo interesante es imposible que no llame nuestra atención. Este es el caso de Warlords of New York, el primer DLC pago de The Division 2, que si ya de por sí el juego tiene una bestialidad de contenido y horas de duración, esto magnifica la experiencia.
No solo hay una buena dosis de novedades, sino que esta expansión viene cargada de un montón de guiños y referencias para los veteranos de la saga que tuvieron la chance de jugar la primera entrega.
Cazando al traidor
Hay un marco narrativo que nos invita a abandonar por un tiempo Washington D.C. y embarcarnos una vez más hacia la ciudad de New York. La Agencia precisa de nuestra ayuda para combatir a Aaron Keener, un ex miembro de The Division que, tras se abandonado en una de las Zonas Oscuras de la región por su equipo, decide cambiarse de bando para sembar el caos.
Warlords of New York, obviamente, tiene como objetivo central la caza de Keener, pero no será tan simple como uno puede especular. Además de ser un agente entrenado, para llegar hasta él tendremos que derrotar a sus 4 lacayos que controlan cada una de las regiones disponibles en este DLC.
No por nada destacamos el potencial de esta expansión, porque el mapa de NY es bastante enorme y cada una de las 4 zonas en las que se encuentra dividida cuenta con un cúmulo de misiones primarias y secundarias. Obviamente, Warlords of New York mantiene el tono narrativo de su título base, con varios giros dentro de los personajes, dejando en claro que acá no hay blancos y negros y todos buscan una justificación de sus accionares.
Nuestra llegada al nuevo territorio empezará desde cero: no habrá puntos de control entre las regiones y tendremos que ir abriéndonos paso a través de cada una de las misiones para lograr el control total de la ciudad, que vuelve a ser recreada con un nivel de detalle y fidelidad elocuente.
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Más armamento y nuevas habilidades
La fórmula es igual que lo realizado en Washington D. C., pero Warlords of New York no es solo un puñado más de misiones sino que aumenta las capacidades y habilidades de nuestro personaje.
Para empezar, eleva de 30 a 40 el nivel máximo de nuestro personaje, algo bastante clave para seguir alimentando nuestras ganas de progresar y sumar nuevas habilidades. El loot se mantiene cuantioso, ofreciendo varias armaduras y armas diferentes para seguir potenciando nuestro arsenal.
Si ya vienen con un caudal de horas acumuladas en The Division 2, esta expansión es un soplo de aire fresco, que logra cambiar un poco el entorno pero que además ofrece mucho para hacer. Volvemos a sentir esa sensación de ganar la calle manzana a manzana, con encuentros aleatorios que están a la orden del día, y los hombres de Keener estarán equipados de forma tal que cada enfrentamiento requerirá un uso constante de los drones, torretas y todo lo que tengamos a nuestro alcance.
Lo más importante de este DLC es que no se siente como un relleno forzado dentro del juego, sino que añade una capa de rejugabilidad profunda a The Division 2. Le da un mayor contexto a su narrativa, porque Aaron Keener solo es la punta del iceberg para lo que nos invita a posteriori el juego, ya que después tendremos la chance, durante los sucesivos meses, a ir cazando a otros agentes que decidieron cruzarse de vereda.
Conclusión
A veces pagar por un DLC no suele traer recompensas recíprocas con la plata invertida, pero Warlords of New York vale cada centavo. Más que una expansión se siente como un spin-off del tronco principal del juego, que nos invita constantemente a intercarlar entre ambas ciudades para seguir completando misiones, desafíos, pvp, Zonas Oscuras y loot, loot y más loot para que nunca nos falten las armas y armaduras.