Wolfenstein 2: The New Colossus es una evolución en todos los aspectos de The New Order. Más brutalidad, más sangre, pero la esencia de la franquicia intacta.
Luego de haber matado a Wilhelm “Calavera” Strasse al final de Wolfenstein: The New Order, todo parecía indicar que William BJ Blazkowicz había cumplido su cometido en la guerra contra los nazis, que en esta historia ganaron la Segunda Guerra Mundial y se posicionan como la primera gran potencia a nivel global. Sin embargo, lejos de terminar, eso solo ha sido el comienzo de una brutal batalla contra la tiranía y el mal, que en Wolfenstein: The New Colossus se expande a limites exponenciales, llevando todo el fragor de la batalla a los Estados Unidos.
Esta secuela directa del título de 2014 es una evolución, tanto en los aspectos de jugabilidad como en su historia, ofreciendo una mayor dinámica en las misiones pero manteniendo el estilo de Wolfenstein, con una acción brutal al mejor estilo cine clase B que Bethesda y Machine Games han sabido inculcar a la perfección.
Terror Billy is Back
La historia de Wolfenstein 2: The New Colossus se sitúa 5 meses después de los acontecimientos de la primera entrega, y la propia narrativa del juego comienza sin respiro. Si no tuviste la oportunidad de jugar The New Order (si no lo hicieron ponganse a jugarlo ya mismo), la partida comenzará con un resumen de toda la primera entrega, mostrando los aspectos más importantes de la misma, incluso nos permitirá tomar la decisión de salvar a uno de los personajes del primer Wolfenstein, aspecto que repercutirá, ya sea si salvamos a Wyatt o a Fergus, en las cinemáticas del juego.
Un punto a favor de presentar un punto de partida tan cercano al final de la primera parte es que podemos empatizar rápidamente con los personajes secundarios que nos acompañaron durante la anterior entrega: Caroline, Bombate, Anya, Set Roth y Max Hass. Además, se involucrarán en la resistencia comandada por el Círculo de Kresiau nuevos personajes que le aportarán una mayor dinámica a la historia, siempre uno de los puntos fuertes de esta franquicia.
La acción del juego transcurrirá en su mayoría (salvo alguna incursión espacial) en los Estados Unidos, territorio que ha sido devastado e invadido por la cultura nazi. BJ, con la ayuda de sus amigos, deberá ir infiltrándose en distintas ciudades para ir destruyendo al ejército nazi desde adentro, siempre con un objetivo en mente, Frau Engel.
Frau Engel: La villana que necesitábamos
Wolfenstein 2: The New Colossus presenta muchos aspectos positivos, pero la villana de esta entrega es por lejos uno de sus máximos exponentes. Frau Engel, aquella comandante nazi que conocimos en un tren durante una de las misiones de The New Order, presenta el mismo nivel de sadismo y crueldad que la primera entrega, pero con el plus de que tiene su mente contaminada con arduos deseos de venganza contra BJ Blazkowicz, no solo por todo los nazis que mató, sino por su último encuentro personal que la dejó desfigurada.
La brutalidad en su accionar son el impulso necesario para odiar a este personaje desde el primer momento del juego, que estará empecinada en destruir a toda la resistencia de la faz de la Tierra de una vez por todas, empleando todas las herramientas necesarias.
Los fantasmas del pasado y el anhelo de un futuro mejor
The New Order tenía como eje motivador la venganza. BJ Blazkowicz, luego de pasar 14 años recluído, su única preocupación era la de eliminar a Calavera de una vez por todas. En Wolfenstein 2: The New Colossus, la premisa subterránea que hila toda la historia es, en cierto modo, la familia y el amor fraternal.
Terror Billy estará constantemente atormentado por los fantasmas de su pasado, producto del matrato sufrido por su padre cuando era chico, hasta que a los 18 años escapó para alistarse en el ejército. Sin embargo, su preocupación no pasa tanto por lo la complicada infancia sino por el futuro que le va a dejar a sus hijos (recuerden que Anya está embarazada de mellizos). Él es consciente, desde el comienzo de esta secuela, que posiblemente no salga con vida de esta guerra, por eso quiere dejar un planeta libre de nazis, para que su familia pueda vivir en paz para siempre.
Ese ideal es el motor que va a mantener con vida a BJ durante gran parte de la aventura y es el impulso que le va a permitir seguir adelante, a pesar de todas las adversidades que irá pasando durante el juego.}
Más nazis, más brutalidad, más sangre
Wolfenstein, quizas desde su primer lanzamiento en 1982, siempre ha tenido los tintes del gore y la violencia en tonos muy elevados y el caso de Wolfenstein 2: The New Colossus no es una excepción a la regla. Bethesda apostó a tocar lo menos posible la jugabilidad presentada en The New Order y se dedicó particularmente a afinar el lápiz en algunas cuestiones minuciosas. La mecánica es prácticamente idéntica: misiones en diversas locaciones, con objetivos muy básicos, algunos se tratan de ir del punto A al B, otras tenemos que robar información y en otras tendremos que destruirlo todo, a secas.
Pero, la premisa de esta saga no se trata en contemplar la meta, sino que apunta a disfrutar el camino que se recorre: una fila interminable de soldados nazis y su bestial maquinaria, todos carne de cañón para nuestro nutrido arsenal.
Para esta entrega se han agregado algunas armas nuevas y se ha modificado el sistema de kits de mejora, para aumentar aún más nuestro poderío armamentístico. El árbol de habilidades vuelve a decir presente para esta secuela, otorgando diversos beneficios según vayamos cumpliendo distintos requisitos.
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El sigilo vuelve a ser una pieza fundamental para salir ilesos de cada enfrentamiento, principalmente si jugamos en la dificultades más elevadas. The New Colossus cuenta desde su inicio con 6 dificultades distintas, con una séptima, llamada Mein Leben, que se desbloquea una vez finalizada la campaña principal, que tiene una duración promedio, si solo nos dedicamos a cumplir las misiones principales, entre 12 y 14 horas.
Volviendo al tema del sigilo, recalcamos que es una pieza más fundamental que en The New Order ya que, a pesar de tener un devastador arsenal que arrasa todo lo que tenemos a nuestro paso, habrá momentos en que no podremos tan solo equiparnos con dos ametralladoras y avanzar sin parar. Los enemigos presentan una mejorada IA, y se posicionaran de manera estratégica para eliminarnos.
A la caza de los Übercommandos
Para evitar el esquema lineal que tuvo la primera parte, Wolfenstein 2: The New Colossus cuenta con un puñado de misiones secundarias, todas accesibles desde el Martillo de Eva, el submarino que secuestramos en The New Order y que ahora funciona como cuartel general del Círculo de Kresiau. Algunas realmente son bastante irrelevantes e insulsas, y están puramente de relleno, pero hay una que bastante interesante y la que más tiempo nos llevará: La caza de los Übercommandos, los soldados de elite del régimen nazi. A través de los códigos Enigma (en esta entrega tienen una función más tangible) que vayamos consiguiendo en el juego, descrubiremos la localización de estos comandantes, 14 en total.
El estilo Quentin Tarantino como estandarte
Ya sea desde la fotografía, la sangre, la violencia o los dialógos, Wolfenstein 2: The New Colossus respira un aire Tarantinesco que le otorga una gran frescura a toda la ambientación de esta secuela. Las cinemáticas largas y los extensos diálogos son un sello del cineasta, y todo el entramado de la guerra contra los nazis parece sacado del guion de una de sus películas.
No solo la tendencia de este estilo brutal y violento que se ve a destajo son un sello distintivo, sino las distintas críticas sociales, hacia el racismo y el machismo principalmente, y los conflictos políticos que se hacen constantemente en el juego, llenan de color las diferentes situaciones que vamos atravesando junto a Terror Billy.
Gráficamente sin la evolución esperada.
En el aspecto audiovisual, no hay el salto de calidad que esperábamos por parte de los muchachos de Bethesda y Machine Games. No presenta una calidad gráfica mala, pero en algunos detalles se queda bastante corto, como por ejemplo la poca variedad de enemigos, que presentan muy pocos cambios en sus vestimentas y armaduras. Caso contrario lo que respecta al armamento y la iluminación de las locaciones, que se encuentra muy cuidada. El soundtrack mantiene el estilo, que oscila entre el rock pesado y el metal industrial.
La falta del Multiplayer
Como gamer, soy un fiel devoto de los juegos que tienen una gran historia o un competente Modo Campaña. Sin embargo, a pesar de que Machine Games lo aclaró desde un comienzo que iban a dedicarse a realizar un juego que tenga una campaña en solitario a la altura de las circunstancias, se echa en falta un multiplayer, ya sea local u online. Un deathmatch que nos enfrente contra distintos usuarios o luchas en conjunto contra hordas de zombies, sería muy bien recibido por la comunidad, ya que presenta una jugabilidad tan dinámica y frenética como las mejores versiones de Quake.
Gracias por volver BJ
Wolfenstein 2: The New Colossus es una más que digna secuela que evoluciona, en algunos aspectos más y en otros menos, todo lo logrado en la primera entrega. Más allá de las distintas aristas en donde presenta falencias, el juego cumple con su principal objetivo, que es el de entretener y mantenerte pegado a la pantalla del televisor. Si te enganchaste con The New Order, esta secuela cumplirá todas tus expectativas y más que nunca te darán ganas de exterminar a todo el ejercito nazi. Un shooter de acción en primera persona que tiene que figurar en tu lista de imprescindibles.