WWE 2K Battlegrounds da un giro de 180° con una propuesta más sencilla y arcade, que a pesar de sus falencias saca a relucir su encanto propio.
WWE (antes WWF) tiene el honor de ser una de las franquicias más longevas y extensas de la industria contemporánea de los videojuegos. Durante los últimos 30 años hemos recibido de forma ininterrumpida un sinfin de títulos que de menor o mayor medida reflejaron el espíritu de la lucha libre.
En estas 3 décadas de lanzamientos hemos tenido juegos bastante interesantes y algunos realmente muy entretenidos, tanto para los fanáticos como los consumidores casuales, pero durante la actual generación de consolas la saga, a cargo de 2K Games, no logró reinventarse ni ofrecer nada novedoso sobre la mesa. Títulos que solo modificaban el roster y algunos modos de forma superficial, sin lograr un cambio sideral en su jugabilidad.
El choque de trenes se dio con WWE 2K20, un juego que salió completamente roto. El primero incluso que no tuvo la participación en el desarrollo de Yuke’s tras 20 años. Tal fue el impacto negativo que tuvo el título que a los meses de su salida 2K anunció la cancelación de WWE 2K21 para repensar la franquicia y apuntar el norte hacia la nueva generación de consolas.
Pero que hayan puesto un freno no impidió el lanzamiento de WWE 2K Battlegrounds, a cargo de Saber Interactive, un juego que abandona un rato las intenciones de ser un simulador de lucha libre y sacá a relucir un espíritu arcade, enmarcado con una simpleza definida en los controles y luchas más dinámicas, con unas dosis de espectacularidad exponenciales. Arrastra todavía algunos problemas estructurales de la franquicia, pero para esta edición menos es más, y el resultado es más redondo.
Menos complejo, más espectacular
Los últimos WWE tenían una particularidad y era una una curva de aprendizaje bastante compleja. Para dominar por completo el juego precisábamos aprender una buena cantidad de movimientos, varias combinaciones de botones para arremeter todo tipo de llaves en el que dejaba una enorme brecha entre los jugadores experimentados y los que no tenían mucha práctica.
WWE 2K Battlegrounds busca una simplificación de todas sus mecánicas, con una arcadización (si me permiten inventar el término) que busca dejar a un lado esa dificultad para defendernos arriba y abajo del ring para enfocarnos en disfrutar de este título que satiriza por completo todos los elementos de la lucha libre profesional.
Esta simplificación reduce el poder de creatividad en los combates y la posibilidad de acciones es mucho más acotada. Tenemos un golpe de puño y uno de patada, dos variantes para llaves, el irish whip y un especial. También podremos realizar algunos golpes y llaves más poderosas que consumen nuestra barra de energía.
La reducción en nuestra grilla de ataques se ve complementada por una agilidad más marcada en los combates, físicas que responden de forma más precisa y una serie de potenciadores que no definen las luchas pero intentan torcer la balanza. Podremos equiparnos hasta 3 habilidades distintas, con un medidor que se irá cargando a medida que asestamos golpes a nuestro rival. Las skills van desde una mayor potencia en los golpes, recuperar energía, ataques imbloqueables, entre otros.
Eso sí, todo lo simple que se puede ver a priori en WWE 2K Battlegrounds lo gana en la diversión que produce. Es el perfecto ejemplo de que menos es más, y la apuesta arcade facilita que nos enganchemos rápido con todas las opciones de juego que tiene presentes
Las condiciones para la victoria se mantienen inmutables: pin, sumisión o cuenta de 10 afuera, pero ahora hay una mayor permeabilidad con las reglas. No pasa absolutamente nada si tocamos la cuerda en un conteo, podemos usar cualquier tipo de armas sin posibilidad de descalificación y algunas reglas de los combates cambiaron para adaptarse a la experiencia arcade. Por ejemplo, en los tag team match hay una mayor permeabilidad al momento que nuestro compañero se meta a interrumpir. En los Steel Cage Match, antes de poder escapar de la jaula tendremos que juntar plata que aparece de forma random en el ring.
Todo es más espectacular, más sobrenatural y menos inverosimil en cada uno de los combates. Llaves que elevan a los personajes varios metros por el aire, puños que se incendian, cocodrillos a los costados del ring, el suelo resquebrajándose con lava. La inyección de fantasía es esa dosis con la que WWE 2k Battlegrounds busca sacarse la mochila de la seriedad pero al mismo tiempo ofrecer un producto entretenido.
Los luchadores están segmentados en 5 clases diferentes: Power House, Brawler, All Rounder, Technician y High Flyer. La diferencia entre cada una de ellas son notorias. Los tipo Power House son los que más salud tienen y son especialistas en golpes de puño, lanzamientos y sumisión. Los Brawler son especialistas en el uso de armas y patadas. La variedad All Rounded tienen devoción por el público, lo que al realizar los taunts suben más rápido los potenciadores.
Los tipo Technician cuentan con un mayor poder en las llaves y sumisiones, pero también son ductiles en el combate directo. Los High Flyer son los que menos salud y resistencia tienen, pero lo compensan con una excesiva velocidad, aguante y un combate aéreo demoledor. No hay un diferencia sustancial entre las 5 clases (quizás los Power House sean los más destructivos si los sabemos usar bien), pero le agrega una capa de profundidad para no sentir la jugabilidad de todo el amplio roster de la misma forma.
Lo que sí me descolocó un poco fue la poca fidelidad que tienen varios luchadores con sus movimientos especiales en la vida real. WWE 2K Battlegrounds busca llenar de guiños en todas sus aristas, pero cuando estamos controlando a varios personajes, las habilidades más poderosas no se asemejan a lo que tienen como marca registrada cuando combaten arriba del ring.
WWE 2K Battlegrounds tiene, dentro de sus modos principales, una camtpaña narrada en forma de cómic y que atraviesa a las figuras actuales y leyendas de la lucha libre. Su argumento es bastante simple pero se complementa con la intencionalidad propia del juego: Vince McMahon quiere darle un golpe de frescura a la industria de la lucha libre y a Paul Heyman, una mente maestra dentro de la franquicia, tiene varias ideas en el tintero. Para lograr su cometido le pide ayuda a Stone Cold Steve Austin para que reclute a nuevos luchadores y que lleguen para revolucionar la industria.
De esta manera, iremos controlando a diferentes luchadores (creados exclusivamente para WWE 2K Battlegrounds) a través de más de 90 luchas y desafíos, con enfrentamientos con casi todo el roster actual y algunas leyendas en el camino.
Las viñetas de cómics que funcionan como “cinemáticas” tienen una leveza y simplicidad al momento de contar la historia, que tiene más guiños y referencias a los personajes que una narrativa interesante. Es una simple excusa para tener decenas de enfrentamientos y cambiar entre los nuevos luchadores que reclutamos.
Es curioso porque no funciona ni para darle un mimo a los fieles seguidores de la WWE, porque la referencias y detalles son superficiales, ni tampoco invita a los que nunca se metieron en este universo a interiorizarse más en el tema.
Avanzar por la campaña nos premiará con una buena cantidad de personajes que están inhabilitados de lanzamiento, pero también conseguiremos monedas y bucks para canjear en la tienda, para desbloquear cosméticos y luchadores nuestro gusto.
Respecto al roster, WWE 2K Battlegrounds tiene (entre habilitados y para comprar) 70 luchadores y 2k Games adelantó que habrá 70 más, que llegarán a través de actualizaciones gratuitas. The Undertaker, John Cena, Triple HHH, Finn Balor, Jeff Hardy, Daniel Bryan, Edge, Seth Rollins y varias de las caras nuevas de la franquicia, tanto hombres como mujeres.
Hay vida más allá de la campaña, con diversos modos que alternan entre las opciones offline y online. Hay uno particular que me gustó bastante, y tiene un esquema similar al modo historia, en el que tendremos que crearnos un luchador y mejorarlo a base de luchas y desafíos. Subiendo de nivel y moldeando su estilo, atravesaremos diferentes instancias para llegar hasta Wrestlemania, la meca del wrestling profesional.
Ya de por sí WWE 2K Battlegrounds juego nos entra de lleno por los ojos, con una estética caricaturesca en el que emula a sus luchadores como si fuesen juguetes de colección. De hecho, si vamos a la tienda a desbloquear algunos de los personajes, estarán encerrados en un packaging, esperando que canjeemos algunas monedas para poder utilizarlos en los diferentes modos que ofrece el juego.
Esta infantilización de su plano audiovisual va de la mano con los conceptos arcade que pregonan en esta instancia y el diseño de los escenarios son un buen complemento a toda la propuesta. En cuanto a rendimiento, el juego funciona bastante fluído y los personajes no son tan duros como uno presuponía en los gameplays previos a su lanzamiento. Eso sí, hay que practicar mucho al comienzo la distancia de todos los golpes, y sacarnos el chip de las entregas anteriores, porque todo tiene un alcance muy limitado y será muy común quedarnos cortos en 8 de cada 10 movidas.
Conclusión
Un soplo de aire fresco. Después del desastroso WWE 2K20, la franquicia no podía caer más bajo, pero lejos de ser un título sacado a las apuradas para mantener la vigencia de un lanzamiento anual, WWE 2K Battlegrounds es una propuesta más que correcta, que conoce de sus limitaciones y decide no más ambicionar más allá de sus expectativas.
Será interesante ver cómo continúan con las actualizaciones de contenidos en los meses que vienen, pero WWE 2K Battlegrounds es, con su contenido base, un título entretenido y con pocas complicaciones, dejando a un lado las cataratas de bugs y los controles complejos para enfocarnos en elegir a nuestro luchador favorito y ser el rey del ring.