La humanidad pone a prueba su supervivencia contra la Inteligencia Artificial en Atlas, una nueva película original de Netflix bajo la dirección de Brad Peyton y protagonizada por Jennifer Lopez.
La Inteligencia Artificial, la ciencia ficción y el cine vienen en una simbiosis perfecta desde hace 50 años. Blade Runner, Terminator o Her son tan solo ejemplos para describir cómo este tópico es un tema recurrente en producciones cinematográficas.
En los últimos años, la IA viene avanzando a pasos agigantados y forma parte de lo cotidiano de las personas, al punto tal de que vemos de forma palpable muchas cosas que hace un tiempo solo veíamos en películas, libros y series.
Atlas, la nueva súper producción de Netflix, va un paso mas allá y combina en un futuro distópico, un avance sideral de la Inteligencia Artificial, no al punto de Terminator pero bajo un mismo denominador común: que avance tanto al punto tal que se vuelva una amenaza para la humanidad. Es una película que combina una buena dosis de acción con la intención de setear las bases de este universo, con una Jennifer Lopez que por primera vez protagoniza casi de forma estelar una mega producción inundada de pantalla verde.
Atlas utiliza sus primeros minutos para establecer las “bases y reglas” de su universo. La ciencia y la tecnología desarrollaron avances extraordinarios en la Inteligencia Artificial, que atravesó la humanidad de forma transversal, incluyéndose en todas las actividades de la vida. Avanzó al punto tal que una IA llamada Harlem (interpretada por Simu Liu) se rebeló y comenzó una revolución contra la humanidad, activando a otros humanoides a liberar una guerra dentro del planeta.
El conflicto escaló a una guerra que dejó millones de muertos y a un Harlem escapando de la Tierra a un lugar incierto. A partir de este hecho, y ante la incertidumbre de cuándo podría regresar esta amenaza al planeta se crea Coalición Internacional de Naciones que tiene como objetivo proteger la humanidad pero sobre todas las cosas prepararse para el potencial regreso de Harlem.
28 años después entra en acción Atlas Shepherd, una analista de datos que trabaja para esta organización y que creció con un odio distante hacia la Inteligencia Artificial, con una razón que atraviesa de raíz el desarrollo del personaje: es hija de la científica que creó a Harlem y que murió asesinada víctima de esta anarquía.
Las investigaciones y pericias de la científica permiten hallar el paradero de esta amenaza, ubicado en un remoto planeta geográficamente hostil para los humanos, por las terribles tormentas y condiciones climáticas desfavorables: una base perfecta para que Harlem pueda construir su ejército y preparar un contraataque letal y definitivo para terminar lo que empezó hace 3 décadas.
Por este motivo el CIN decide enviar a un escuadrón de elite liderado por el Coronel Elias Banks (Sterling K Brown) para investigar el planeta, encontrar a Harlem y asesinarlo. Para ello, las tropas humanas desarrollaron un exo traje robot que funciona mediante Inteligencia Artificial sincronizada con la mente de su usuario, y de esta forma poder sincronizar todos los movimientos. Obviamente, Shepherd no va a querer saber nada con que su mente haga sintaxis con una IA, pero esto será gran parte del disparador narrativo y lo que haga evolucionar el desarrollo tanto de la trama como del personaje.
A partir de acá, la trama escala a una aventura que marida entre la ciencia ficción y grandes dosis de acción, con una fuerte carga narrativa que, si bien al principio oscila pretender mostrar ser otra historia trillada de Inteligencia Artificial, busca con sus propios recursos mostrar algo diferente, incluso demostrando en parte de su guión que no todo es tan apocalíptico. Hay un choque de conceptos claros que van zigzagueando con el paso de las dos horas que dura la película: por un lado ese temor constante del avance imparable de la IA, mientras que por otro lado se despiertan vertientes de que todo no es tan malo como parece, sin terminar cayendo en una moralina constante.
Obviamente habrá algunos giros de guión, algunos que se ven venir y otros no tanto, pero Atlas mantiene un ritmo vertiginoso y constante en gran parte de la película, que se acrecienta cuando el escuadrón humano llega al planeta para cazar a Harlem. En una visión macro, el film funciona tanto como una competente película de acción y también como una aventura de ciencia ficción; los parametros de su universo están correctametne seteados y hay un atractivo de conocer más sobre lo que nos presenta este mundo futurista con un montón de posibilidades.
Jennifer Lopez, con más de un 70% con protagonismo único en pantalla, se carga al hombro el desarrollo de su personaje y también dar curso a todos los eventos de la trama. La evolución de su personaje es también un reflejo de la versatilidad de la actriz y cantante, quien se sumerge por primera de forma tan profunda en el mundo sci-fi. Sterling K. Brown y Simu Liu tienen sus momentos para lucirse pero quedan en un segundo plano gracias a una JLo que realmente se devora la pantalla con todas las escenas de supervivencia y acción que transita.
Brad Peyton, ya un director probado dentro de la industria, se siente cómodo entre el caos y la destrucción. En Rampage o Terremoto: la Falla de San Andreas apostó por guiones efectistas y que la vorágine e impacto de los acontecimientos acomoden la narrativa. El problema que sucede con Atlas es que presenta un mundo realmente atractivo y rico, pero setea demasiado rápido todo su universo, y los elementos terminan sucediendo de forma muy veloz para llevar la historia al presente. Hay un gran vacío que queda inconcluso y que deja con ganas de más, principalmente atada al origen revolucionario de la IA y cómo sucedió esta guerra. Tampoco quedan claras muchas cosas y elementos que ocurren en la actualidad de la Tierra, con elementos tecnológicos o recursos a los cuales les faltan algunos minutos más de profundidad.
El problema de darle una relevancia pronunciada a JLo es que Simu Liu, como antagonista, queda desdibujado. Su propósito queda claro desde el arranque de la película, pero le falta robustez para defender su propósito. Las razones de esta anarquía contra los humanos son declarados por el propio antagonista en varios tramos, pero le faltan impacto para convertirlo en algo memorable.
En cuanto a la dirección y efectos especiales, es una de las producciones más rutilantes de Netflix y eso queda claro en cada tramo de la película. Las escenas de combate son espectaculares y grandilocuentes, pero tambíén hay un detallado artístico bien marcado en la fotografía. Es curioso ver como el planeta Tierra es una arquitectura futurista por momentos desconocida para nosotros, mientras ese planeta el cual se refugia la amenaza para los humanos tenga esos vestigios de la naturaleza que son más propios a lo que nosotros tenemos como concepto de nuestro actual planeta.
Atlas cumple, entretiene y cuenta con una Jennifer Lopez que no le esquiva a meterse en una aventura sci-fi que sin romper moldes intenta ofrecer una narrativa distinta. Donde falla es en presentar un mundo lleno de matices sin querer profundizar. Se queda en el molde con varias ideas conceptuales interesantes, a las cuales Peyton decidió jugar a lo seguro sin querer apostar un pleno en decisiones de desarrollo más arriesgadas.
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Atlas cumple, entretiene y cuenta con una Jennifer Lopez que no le esquiva a meterse en una aventura sci-fi que sin romper moldes intenta ofrecer una narrativa distinta. Donde falla es en presentar un mundo lleno de matices sin querer profundizar. Se queda en el molde con varias ideas conceptuales interesantes, a las cuales Brad Peyton decidió jugar a lo seguro sin querer apostar un pleno en decisiones de desarrollo más arriesgadas.