¿Ganas de un buen susto? No dejes pasar entonces El Conjuro 2.
Si hace algún tiempo se te ocurrió ver “El Conjuro” y todavía no dormís tranquilo, te tenemos una mala noticia. Este jueves se estrena en todos los cines la secuela y gracias a los chicos de Warner ya la vimos para poderte contar qué onda.
Entramos al cine con miedo y salimos temblando, no sabemos como pero de alguna manera sobrevivimos y no fue para nada fácil. La película no pierde un segundo, asegúrate de haber terminado de rezar para cuando se apaguen las luces porque antes de que te des cuenta ya vas a estar saltando en la butaca.
El inicio es fuerte y nos ayuda a fortalecernos, nos deja en claro cual va a ser el tono de la película y como se van a manejar los tiempos. Los sustos son fuertes, desde los momentos de tensión absoluta hasta los típicos jump scares o screamers, todo está estratégicamente colocado y bien repartido a través de los 134 minutos del film. ¿Qué? ¿134 minutos? Sí, no te sorprendas, tenemos dos horas y cuarto que, si bien es un poquito más de lo que acostumbra el género, valen totalmente la pena.
Con respecto a la primera entrega, el ambiente es muy similar. Salvando las diferencias en cuanto a locación y contexto, la forma en la que nos cuentan la historia nos provoca un no sé qué, que nos hace acordar a la anterior. Si bien la peli la rompe, se siente un poco opacada por su predecesora y pierde así un poco de brillo.
De la dirección podemos decir poco y nada, James Wan vuelve a coronarse el maestro del terror y decir esto es poco. Habiendo madurado como director desde su trabajo en SAW, el director malayo la tiene clarísima a la hora de jugar con nuestros corazones y sabe orquestar a la perfección todos los elementos necesarios para llevarnos de la paz y tranquilidad absoluta hasta el borde del infarto.
Otro elemento de vital importancia a la hora de elaborar este relato, es el trabajo de cámaras y edición, desde tomas estáticas en las que tenemos que deducir que está pasando, hasta secuencias en la que la cámara sigue al protagonista rápidamente, todas hacen que nos perdamos en lo que estamos viendo y nos sintamos uno más con los protagonistas, la frutillita del postre es un juego que realizan enfocando y desenfocando elementos clave para la narrativa y queda copadísimo.
Las actuaciones son regulares, todos tienen un buen nivel similar al de la primera entrega. En esta ocasión vamos a destacar a Madison Wolfe y Lauren Esposito, que con sus caritas de inocencia nos transmitieron el miedo como nadie. También destaca Patrick Wilson en su personaje de “no le tengo miedo a nada” que deja buenos momentos en pantalla y hasta se toma unos minutos para cantarse un temita de Elvis.
Una de las patitas flojas de la peli es la atención que le dedican a ciertas sub tramas, hay momentos en los que parece que todo el mundo se hubiese olvidado de las cosas que están pasando para ponerse a hacer otras o, en los casos más graves, hacerse los desentendidos y seguir como si nada.
Para terminar de contar lo malo, la película tiene una trama tan sólida y, dentro de los márgenes obvios, realista que las decisiones que se tomaron a la hora de diseñar alguno de los “mounstros” o demonios quedaron un poco exageradas, si bien los efectos a la hora de realizarlos son excelentes, la mera forma o apariencia de las criaturas parece más digna de película animada y nos hace ruido verlas por ahí, llegando a alejarnos un poco de la historia.
En síntesis el film es excelente y, si bien no alcanza el nivel que vimos en la primera entrega, se defiende más que bien por sí mismo. Si bien no deja de cometer algunos de los cliché más característicos del género, se los perdonamos gracias al hermoso combo que logran la dirección y las actuaciones.
Si sos fanático del terror y de ensuciarte un poco los pantalones, te la recomendamos y, si te gusto la primera, esta te va a encantar. Ahora si, te toca verla a vos y contarnos que te parecio El Conjuro 2