Kubo and the Two Strings es la nueva película de Laika Studios y, hasta el momento, la mejor película animada del 2016.
Laika Studios ya es conocido por varias películas animadas del estilo stop-motion en 3D. Desde colaborar con Tim Burton Productions para hacer Corpse Bride hasta recrear la novela de Neil Gaiman, Coraline; siguiendo con ParaNorman y The Boxtrolls llegando a Kubo and the Two Strings, la destacada del momento.
La película nos lleva a un Japón feudal donde la magia existe. En este contexto, se cuenta la historia de Kubo, un niño que vive tranquilamente en un pueblo hasta que parte de su pasado vuelve para terminar lo que un día empezó. Esto llevará a Kubo a un viaje en la búsqueda de una armadura que su padre intentaba conseguir, formando una alianza con dos personajes que se unen a su travesía.
Kubo (Art Parkinson), Monkey/Simio (Charlize Theron) y Beetle/Escarabajo (Matthew McConaughey) crean un triángulo muy agradable y fluido. Toda interacción denota una relación muy natural y a medida que la película va avanzando demuestran detalles que hacen seguir el curso de la historia sin dejar nada suelto. Todo tiene un por qué, hasta las emociones de los personajes.
Cada uno de los héroes, así como también los villanos (Rooney Mara y Ralph Fiennes) tienen una historia y la variedad de cada uno de ellos aporta diferentes sentimientos que se pueden notar a lo largo de la película. Pasando por drama y comedia, el espectador termina envuelto en una especie de mito asiático que deja esa sensación entrañable parecida a lo que puede suceder con La princesa Kaguya de Isao Takahata (Studio Ghibli).
El productor Travis Knight se bautizó como director en esta película, quedando con una buena primera experiencia. En conjunto con los escritores Marc Haimes, Chris Butler y Shannon Tindle, Knight creó una fina y mágica obra. El equipo ha logrado una historia homogénea, no hay escenas colgadas, que sobren o que hagan ruido y saquen al espectador de la pantalla.
El guión es profundo y simple al mismo tiempo, ya que la historia que escribieron Shannon Tindle y Marc Haimes es intensa y mitológica, pero al mismo tiempo el guión de Butler y Haimes -creador de la historia- es fresco. Las interacciones con los personajes y sus conversaciones reflejan eso.
Sin embargo, el guión no lo es todo. Sin la expresión que tienen las animaciones, nada sería lo mismo. Por lo que la calidad de Laika con la fotografía de Frank Passingham, es la herramienta correcta para llegar al resultado esperado. Y la frutilla del postre es la música que Dario Marianelli otorga a la película. La historia se basa en magia, origami y música. Kubo inicia la película con su shamisen, el instrumento mágico que toca a lo largo de la historia, dando clima y ambientación, posicionando a la música como lagran base de la película
Lo más sorprendente -y lo que más suma- en este tipo de películas a parte de una buena historia de trasfondo, es el trabajo del estudio. El día de hoy se tienen buenas animaciones de parte de Pixar, Disney o DreamWorks, por ejemplo, pero el arte del stop-motion mezclándolo con animación 3D, da un tipo de resultado, en algunos casos, mucho más ricos y trabajados.
Para concluir, es una película que los fanáticos de este género tienen que ver sí o sí. Y si no se está familiarizado con el stop-motion es la mejor oportunidad para adentrarse en ello. Es una historia disfrutable, cautivadora, para todas las edades y para no olvidar. Vale la pena ir a verla.