Matt Damon encabeza La gran muralla (2017), un proyecto chino-norteamericano plagado de acción mientras desenvuelve la cultura china y sus tradiciones.
En La gran muralla (2017) un mercenario inglés (Matt Damon – Jason Bourne / 2016) junto a otro español (Pedro Pascal – Game Of Thrones) se toparán con la Gran Muralla China: un imponente muro construido para mantener alejados a los mongoles. Sin embargo, serán otros los principales rivales que pondrán en jaque la autoridad China como así también del mundo.
Bajo el lente de Zhang Yimou (The Flowers of War / 2011) –un director con una vasta trayectoria- La gran muralla expone una experiencia diferente en cuanto a la mitología China y uno de sus principales iconos. Desde su guion y narración, da rienda suelta a las historias folclóricas relacionadas a los héroes, el honor, la guerra y la defensa de su territorio sagrado frente a la opresión del enemigo extranjero.
La gran muralla deja entrever la esencia y la tradición China desde el ojo del director a través de la paleta de colores utilizada de manera notable -por ejemplo en las armaduras-, los planos panorámicos donde se expone la magnitud de su ejército y diálogos relacionados al honor y el arte de la batalla. La gran muralla es una oda a la cultura China adaptada para la aceptación del público occidental bajo una premisa de grandes efectos especiales, acción y personajes carismáticos y caricaturescos.
La gran muralla es una historia sencilla que marca bien a dónde quiere llegar y de qué manera: la acción frenética entre hombres y monstruos es el motor principal que sirve para el desarrollo de la película. Una óptima utilización del CGI para recrear la magnitud de ambos ejércitos coordina a la perfección con las coreografías de combate tan versátiles, elásticas y ágiles características de China. Tal vez el punto más flojo es el guión: predecible, poco conocido pero aceptable en cuanto lo que es la historia en sí. La narrativa de La gran muralla nunca decae gracias al carisma de sus protagonistas, las escenas de humor así como también la bajada de línea relacionada a China y sus costumbres.
Siguiendo la línea clásica del cliché del héroe extranjero que encuentra el honor en las líneas extranjeras, Matt Damon encabeza este título de manera satisfactoria y con una actuación más que aceptable. Por otro lado, Pedro Pascal sirvió como compañero de dupla de Damon aunque quedó muy marginado a un plano cómico y poco relevante para el desarrollo de la historia. Él es el bastión para romper el drama y las situaciones tensas en la película y nada más. Lo mismo ocurre –o peor- con Willem Dafoe: un actor con una larga trayectoria que encarna un papel sin significado, mínimo y hasta inútil.
Para tener en cuenta, son cada vez más las producciones chinas-estadounidenses que buscan actores de renombre occidentales para encabezar proyectos producidos por los inmensos fondos chinos, con el fin de explotar tanto el mercado asiático como el norteamericano.
La gran muralla (2017) es una película entretenida, divertida que explora los mitos y leyendas de la cultura China bajo los términos del cine occidental-norteamericano. Bajo esa premisa, con Matt Damon como caballo de batalla, cumple y alimenta la diversión gracias a la batalla de dos grandes ejércitos sin grandes pretensiones más que el entretenimiento, mientras a su alrededor se desenvuelve el aura China con todas sus características.