Ya está en los cines La Llamada 3, la tercera parte de la saga que por alguna razón se tomó más de siete días de vacaciones.
En tiempos de redes sociales y teléfonos inteligentes, donde imágenes y videos se propagan más rápido que la gripe, hay tan solo una cosa que te puede pasar peor que abrir inocentemente una foto de Los Simpsons para encontrarte con el negro de Whatsapp, y es el video de La Llamada. Afortunadamente en nuestro mundo no funciona como en las películas, y tenemos solo algunas películas a las que recurrir para ver como sería, a estas hoy se le suma una nueva entrega, La Llamada 3.
Pero tal como (esperamos) será el caso del negro de Whatsapp, todas las tendencias en algún momento son olvidadas para siempre, y el momento de La Llamada parecía haber quedado extinto a principios del 2000, cuando las películas de terror tenían un peso enorme en las carteleras. Este clásico originario de Japón sin embargo supo emerger del pozo ciego cual Samara y trepar una vez más a la pantalla grande para traer terror una vez más a los cineaficionados.
En La Llamada 3 vemos cómo, a pesar de los esfuerzos de Naomi Watts durante dos películas enteras (de hecho podríamos decir que las ignoran por completo), el espíritu atormentado de Samara Morgan sigue aterrorizando a jóvenes adolescentes alrededor de la costa oeste de los Estados Unidos con su infame video.
Pero en esta oportunidad el VHS cae en manos del profesor Leonard*DIGO* Gabriel (John Galecki), quien se descubre fascinado por el fenómeno con el que se encontró. De aquí en adelante perseguiremos a la belleza etérea de Julia (Matilda Lutz), la nueva protagonista de la película. Ella es separada de su novio Holt (Alex Rose) cuando el afortunado parte hacia la universidad; sin embargo mantienen una relación a distancia hasta que un día el joven enamorado desaparece sin dejar noticias ni avisos. Julia correrá al encuentro de su pareja para descubrir que el profesor Gabriel comenzó una especie de club secreto para estudiar científicamente el video de Samara con la ayuda voluntaria de sus estudiantes, entre ellos Holt.
Julia entonces decide, para devolverle el tiempo a su novio con menos de 12 horas hasta que el anuncio telefónico termine, ver el video. Pero siendo Julia una chica altamente perceptiva, su encuentro con la cinta (ahora digitalizada por el profesor Gabriel) trae una nueva colección de señales que nunca antes habían estado en La Llamada. Por lo que la protagonista deberá salir a buscar una forma de salvar su vida, pero sin condenar a alguien más con una copia.
Guiados siempre por lo que vive Julia, La Llamada 3 nos va mostrando símbolos tan crípticos como los que conocimos durante toda la saga, sin embargo cumple la excelente tarea de darles una razón de ser en el transcurso de la cinta; incluso a algunos de las entregas anteriores. Esto lo logra manteniendo el mismo sentido estético y modelo de narración que las primeras dos películas. Un gran merito de parte del guión que brinda a las audiencias, además de la ya conocida experiencia de la llamada , es una sensación de sentido en el transcurso del film, que se imprime en la misión de la protagonista.
Julia funciona como el vehículo por el cuál entramos en la historia. Es por medio de ella, y lo que siente, ve y vive, que accedemos casi exclusivamente a la trama. Quizás es por esto que eligieron como protagonista un personaje al que nunca se le conoce familia, amigos, pasado, presente ni futuro. Un caparazón vacío al cuál poseer como Samara en La Llamada 2. La actriz ayuda para lograr esta sensación impasible, su expresión parece trascender el tiempo y la trama; y, más que una incapacidad de Matilda Luz como actriz, pareciera ser una decisión estilística de la dirección. Lo cual sería totalmente válido, aunque bastante desacertado, porque mata todos los restos de terror. En Julia no pesa la cuenta regresiva que pone sentencia final a su vida. Los siete días parecen uno largo cuando la protagonista no suda una gota por su futuro.
Hay momentos también en que la misión que persigue Julia deja de ser tan clara. Se revela a ella una fracción de la vida de la niña maldita que sería determinante para entender tanta crueldad que persiste en su espíritu. La historia que vivió antes de nacer; y nuestra nueva protagonista no solo investiga la vida de Samara, sino también la de su madre biológica, Evelyn, pero por momentos puede desdibujarse a quién persiguen.
Sin embargo el verdadero problema con la protagonista está en su otra mitad. El novio. Entendemos, son adolescentes enamorados, pero buena porción de los encontronazos de Julia terminan siendo resueltos por la intervención de Holt. Una versión aburrida del príncipe azul que debe salir constantemente al rescate de su princesa.
La Llamada 3 se enfrentó con un gran problema a la hora de hacer la película, y es que el VHS quedó muy desactualizado. Necesitaban algo que haga la transferencia entre analógico y digital, y por alguna razón decidieron sacrificar una película entera para que el video de Samara llegara a su máximo potencial viral que todos esperamos ver en esta película. Por un lado da esperanzas para el futuro de la franquicia que tiene un renacimiento; pero también enfurece un poco por que nos toca ver una suerte de precuela de lo que vendrá. Y sí, La Llamada 3 da pie a la resurrección de la saga. Su final es polémico y confuso por varias razones (que no detallaremos aquí), y será responsabilidad de futuras entregas justificar la decisión que hizo volcar a un guión que hasta entonces parecía tener bastante claro hacia dónde iba.
Tres cosas importantes para que puedas apreciar al máximo La Llamada 3:
Tener bien en claro la historia de Samara: va a ayudar a diferenciar su vida con la de Evelyn, la madre biológica del espíritu endemoniado.
Tener bien en claro cómo “funciona” el video: es decir, cuándo alguien muere y cuándo no. Qué tiene que hacer. A pesar de que pasaron 12 años desde que se explicó, La Llamada 3 lo pasa muy por arriba, y podría despistar a algunas personas.
Conocer a la Chicharra (también cícada o cigarra): es un símbolo recurrente en la historia de la humanidad, y muy presente en La Llamada 3. Este insecto al que todos escuchamos cantar alguna vez en los más cálidos días de verano tiene un ciclo de vida muy curioso. Pasa su periodo de maduración enterrada varios metros debajo de la tierra, a veces por años, hasta que finalmente llega su momento de pasar a una siguiente fase. Para terminar su maduración y emerger grandiosa con nuevas alas, la chicharra trepa el tronco de un árbol y procede a escapar del capullo que la frena de la madurez evolutiva y una nueva vida llena de música. En el proceso deja atrás, aún prendado del tronco del árbol, un caparazón vacío que todavía conserva su forma pasada.
https://www.youtube.com/watch?v=WOH3ORdVmk8