Toei Company y Saban Films, productora del creador de la franquicia, nos traen la remake de Power Rangers, dirigida por Dean Israelite.
A más de 20 años del estreno de su serie, los Power Rangers se reinventan con una nueva película, producida, entre otros, por quien fuera su creador: Haim Saban. El film es un reboot del universo conocido de la famosa serie de acción y MECHAS que muchos disfrutaron en su infancia.
La trama nos presenta en un flashback el origen de Rita Repulsa (Elizabeth Banks) y Zordon (Bryan Cranston), donde este último es un Ranger Rojo extraterrestre y Rita, un Ranger Verde (de otra raza extraterrestre diferente) corrompido, librando una batalla en la era cenozoica de la Tierra por el cristal Zeo. Zordon se sacrifica a sí mismo para detener a su ex compañera.
En el presente, Jason Lee Scott (Dacre Montgomery), es un joven problemático, muy conocido en el pueblo de Angel Grove por ser el ex mariscal de campo, que termina pasando sus sábados en detención en su escuela secundaria, junto a otro grupo de jóvenes inadaptados. Entre estos, se encuentran, Billy Cranston (RJ Cyler), un chico autista que es víctima de bullying, y Kimberly Hart (Naomi Scott), chica popular y ex porrista de la escuela.
Billy y Jason se dirigen a una mina en el extremo de la ciudad, donde el primero descubre, mediante una explosión, unas monedas de cristal. La explosión llama la atención de Trini Kwan (Becky G.), Zack Taylor (Ludi Lin) y Kimberly, además de las autoridades del lugar. A partir de ese momento, y con la ayuda del androide Alpha 5 (con la voz de Bill Hader) y Zordon como mentor, cuya consciencia se encuentra en su nave, estos nuevos Power Rangers deberán aprender a usar los poderes que los cristales les otorgaron para detener a Rita, quien ha despertado al liberarse las monedas e intentará crear a Goldar para encontrar el cristal Zeo.
Con una duración de 2 horas 4 minutos, el film de Dean Israelite cumple y entretiene. Los Power Rangers crecen cada uno a su forma, aceptando o no el llamado a la aventura desde el principio, hasta convertirse en los héroes que se necesitan. Con algunas libertades, como los cambios en las actitudes y personalidades de los 5 protagonistas y, especialmente, Zordon y Alpha 5, la cinta renueva el mito de los Power Rangers, sin dejar de ser una película de acción entretenida, coherente y sin pretender ser más que eso.
Las actuaciones no son especiales, pero convencen, exceptuando por Bryan y Elizabeth, quienes destacan por sobre los demás. La acción es la justa y necesaria y va aumentando gradualmente. En cuanto a los diseños de Power Rangers, lo más criticable son los Zords y el Megazord, sobre todo en los primeros ya que, a pesar de tratarse de los mismos animales que en la serie original, por las pocas tomas individuales y sus diseños minimalistas en color y de libertades artísticas en cuanto a anatomía, cuesta identificar algunas de las bestias en las que fueron basados.
La dirección de Power Rangers no difiere de cualquier otra película de acción, al igual que la música, que podría haber aprovechado más el característico “leit motiv” y tema emblemático de la serie. Sin embargo, volviendo al guión, salvo algunas acciones cuestionables mínimas de los personajes, la trama se mantiene firme sin obviedades ni cosas dadas por sentadas al espectador, y sin más explicaciones que las necesarias para quien se acerca por primera vez a esta saga que promete volver por más. Es de gran importancia quedarse a los créditos para ver la escena Mid-Credits.