La nueva película Spider-Man: Homecoming se ríe hasta de sí misma en su escena post-créditos.
Después de cinco películas, Sony se puso de acuerdo con Marvel para que Peter Parker comparta el Marvel Cinematic Universe con los demás héroes y vuelva al estudio originario, así, dirigida Jon Watts (Cop Car /2015) y protagonizada por Tom Holland (Capitán América: Civil War / 2016) llega Spider-Man: Homecoming (2017), una adaptación totalmente diferente a lo que se vio de Spidey hasta ahora en los cines.
Ubicada temporalmente después de la presentación del personaje en Capitán América: Civil War (2016), Spider-Man: Homecoming presenta a un Peter Parker con quince años en la preparatoria y con muy poco tiempo llevando el traje de Spider-Man. Por su poca experiencia y desprolijidad para ser un héroe, Tony Stark (Robert Downey Jr/Capitán América: Civil War /2016) se convierte en su mentor y auxilio cuando las cosas quemen y se descontrolen.
La nueva aventura del Hombre Araña difiere de las anteriores caras que tuvo el personaje en la gran pantalla: Watts propuso un adolescente Peter Parker realista y adaptado a estos tiempos, con las preocupaciones que aquejan a los jóvenes en esa etapa: la escuela, popularidad, la relaciones con las mujeres y la histeria producto de las redes sociales. La nueva cinta se mantiene lejos del dramatismo y los golpes bajos llevados a cabo en las anteriores películas para abrirle paso al Spider-Man bromista, inexperto (¡tiene solo quince años!), descuidado e influenciado por los tantos héroes que antes miraba por YouTube o la televisión.
Para alcanzar este nuevo enfoque, se optó por presentar nuevos personajes y obviar la participación de los clásicos que aparecieron en otras cintas y ya fueron usados de forma reiterada, como Harry y Norman Osborn, Gwen Stacy, J.J Jameson; así también los villanos como Green Goblin y Doctor Octopus. Así, como aire fresco, Peter comparte sus aventuras con su mejor amigo Ned (Jacob Batalon) y un grupo de nuevos personajes bajo una idea de diversidad para romper con los moldes tradicionalistas. En Spider-Man: Homecoming, Flash Thompson (Tony Revolori – El gran hotel Budapest – 2014) posee rasgos indios y el amor de secundaria de Parker es Michelle (Zendaya), una chica afroamericana.
En este nuevo escenario planteado por Watts y Marvel Studios, Spider-Man: Homecoming se desenvuelve dejando de lado el dramatismo y el peso moral expuesto explícitamente en otros films para atender a los problemas más urgentes y reales de un adolescente, que, mientras tanto, se equivoca y aprende para hacer de Spider-Man. Justamente Homecoming tiene como meta desarrollar una aventura de un joven superhéroe, con amenazas reales de un barrio común y corriente mientras debe presentarse a clases y tomar coraje para hablarle a la chica que le gusta.
Spider-Man: Homecoming toma como gran influencia al Ultimate Spider-Man de Miles Morales, desde sus problemas en el aprendizaje para ser un héroe, los descuidos en la escuela como también la participación y ayuda de su mejor amigo, que en Ned queda evidenciada la influencia. A su vez, son muchas las referencias de momentos, objetos y hasta cameos de otras películas del MCU que aparecen en el film, además de rendirle homenaje a la tapa de un cómic clásico del personaje. Atención, la aparición de Donald Glover como Aaron Davis (Atlanta / 2016) deja a la interpretación del espectador que seguramente veremos a Morales compartiendo films con Peter.
Tom Holland logró la mejor interpretación de Peter Parker y también la de un inmaduro Spider-Man. Sus limitaciones, dudas y errores combinados por un sentido del humor propio y reconocible del personaje de los cómics potencian a Holland, mostrando la esencia del personaje en sus comienzos, sin la necesidad de caer tanto en el castigo y la culpa por ser un héroe. El actor cargó con el peso de ser el protagonista del film con solvencia y carisma, dejando a lo justo y necesario la participación de Robert Downey Jr como mentor y ocasional compañero.
En cuanto al villano, Vulture (Michael Keaton – Birdman /2014) se desprende de las inspiraciones que llevaba en las historietas para dotarlo de otros contenidos, como la familia, el honor y hasta cierto respeto. Keaton comprende a la perfección lo que significa ser parte de una película de superhéroes y, en este caso, estar en ambos lados de la vereda.
Spider-Man: Homecoming entretiene, divierte y funciona en este nuevo modo de presentar al personaje, desde su seno íntimo diverso como también en potenciar en escena el humor, la acción y conflictos juveniles de Parker. Siguiendo esta línea, May Parker (Marisa Tomei – La gran apuesta /2015) dejó de ser una frágil anciana con problemas de salud para ser una mujer mucho más joven e independiente de su sobrino. Sin embargo, por continuar este enfoque se decidió por ignorar un aspecto fundamental y trascendental en la vida de Peter para llegar a ser Spider-Man y cumplir su deber de poder y responsabilidad. En su composición, es tal el funcionamiento acertado de Spider-Man: Homecoming que se pasa por alto y se acepta la inexistencia de ese argumento en esta película.
Spider-Man:Homecoming es una lavada de cara a una franquicia que ya se había cansado de explotar situaciones y personajes sin llegar a un buen puerto, volviendo a la esencia más pura, clásica y aventuresca de Spider-Man, el primer superhéroe adolescente.