Clint Eastwood regresa como director y protagonista para la historia de un octogenario que acabó siendo una pieza clave de un cartel de drogas mexicano.
A sus casi 90 años Eastwood no parece querer descansar. De hecho todo lo contrario, porque su regreso a la gran pantalla se da en los roles de director y protagonista para The Mule, haciéndolo todo al nivel al que acostumbra. Al igual que en su última producción (15:17 to Paris), abarca hechos reales para contarnos con total naturalidad los increíbles acontecimientos que pasaron por la vida de un ex combatiente de 89 años.
Earl Stone (Clint Eastwood) es un hombre octogenario que ha dedicado la mayor parte de su vida a trabajar en sus flores. Cuando su negocio se viene abajo y se da cuenta de que está solo, un nuevo trabajo parece ser la solución a la quiebra y la posibilidad de recuperar a su familia. Pero lo que en un principio parecía ser un simple transporte de mercadería, acaba siendo un envío de drogas para un peligroso cartel mexicano. Endulzado por la importante cantidad de dinero Earl sigue adelante, pero las cosas nunca son fáciles cuando hay narcotraficantes de por medio.
Las drogas y los hombres corrientes involucrándose en asuntos oscuros parecen ser temas bastante recurrentes durante los últimos tiempos para las producciones estadounidenses. Caer en hacer más de lo mismo parece ser un riesgo que está a la vuelta de la esquina y con el que muchos se han topado ya en este transitado camino. Pero no Eastwood, el veterano de Hollywood toma una historia que bien podría haber caído en todos los clichés del género y la hace propia, única.
Pueden gustar más o menos sus películas, pero de ello dependerá el gusto personal de cada uno y no la calidad de las mismas. Es que no hay dudas de que el protagonista de El bueno, el malo y el feo sabe como tratar los temas y volcarlos en la gran pantalla y eso queda claro, una vez más, con The Mule. La vida de Earl Stone bien hubiera dado para una vulgarización de las internas de una banda narco, pero por suerte no es este el caso ya que el tema está tratado desde la mirada de un hombre común que solo quería cumplir con su trabajo y ayudar a quienes tenía alrededor.
Y es justamente la personalidad del protagonista lo que da el color a la cinta. ¿Que ocurre si un viejito simpático debe lidiar con peligrosos asesinos armados hasta los dientes? Deben creernos cuando les decimos que descubrir la respuesta a eso en manos de Earl es todo un verdadero placer, sobre todo debido a la naturalidad de la interpretación de todos los que componen esas relaciones y unos diálogos que acompañan la lógica, sin la necesidad de usar palabras de más cuando los hechos hablan por sí solos. Es que Eastwood es de esos directores que prefieren callar y contemplar antes que rellenar escenas con elementos sensacionalistas, estilo que en este caso resulta totalmente acertado.
Pero no se confundan, The Mule no es una película plana en la que no pasa nada, sino que su fórmula se va cocinando a fuego lento para que vayamos disfrutando de todos los detalles que van formando esta peculiar historia. De vez en cuando nos pone los pelos de punta, también provoca que nos mordamos las uñas, también reímos en varias ocasiones y nos involucramos a tal punto que llegamos a emocionarnos.
Todo esto también es mérito de un reparto excepcional, encabezado por un Clint Eastwood que a sus 88 años demuestra cuál es el estado de alguien que hace lo que ama. Bradley Cooper en el papel de un agente de la DEA completamente humano, vuelve a demostrar que ya es un consagrado de Hollywood. El resto de los nombres acompañan al nivel, destacando entre ellos a Michael Peña, Taissa Farmiga, Laurence Fishburne, Dianne Wiest y Alison Eastwood (sí, de tal palo tal astilla).
Para cerrar vamos a hacer mención especial para el director de fotografía canadiense Yves Bélanger, que trato a The Mule con un cariño notable en cada plano, destacando los paisajes y las expresiones de un Earl Stone que pasa por todos los sentimientos que un hombre puede pasar.
Concluyendo podemos decir que Clint Eastwood lo ha vuelto a hacer. Después de una 15:17 to Paris que no acabó de convencer, vuelve al ruedo para otra historial real pero esta vez con mucho más que contar. Su sello de calidad está impreso en cada escena y la película mantiene ese tono natural y realista que tanto lo caracteriza.
The Mule involucra drogas y narcotraficantes, pero lo hace desde la mirada de un sencillo y simpático hombre de casi 90 años que solo quería ayudar a quienes tenía alrededor. Por la naturalidad de su relato, por su tono simpático y por un elenco excepcional, es una película que definitivamente vale la entrada de cine.