La princesa Diana le da mucha fuerza a DC en la nueva versión de Wonder Woman.
El Universo Cinematográfico de DC se aleja de las películas compartidas por varios superhéroes para dedicarle una obra completa a una de las guerreras más poderosas que han existido y parece que esta nueva propuesta ha obtenido sus resultados.
Wonder Woman cuenta los orígenes de Diana (Gal Gadot), la princesa de las Amazonas. Cuando por fin completa su entrenamiento para convertirse en la guerrera más fuerte de todas se encuentra con un piloto americano (Chris Pine) quien, luego de estrellar su avión en la isla, le cuenta sobre un enorme conflicto que tiene lugar en el mundo (la Primera Guerra Mundial). Convencida de que Ares es el principal artífice de todo, Diana acompaña al soldado para poner fin a todas las guerras.
Es esta ambientación en un conflicto bélico que verdaderamente existió uno de los toques distintivos del film. No solo ayuda a generar un ambiente mucho más verídico, sino que además le agrega mucha profundidad y dramatismo a sus escenas, las cuales esta vez no sufrieron ningún tipo de recortes. Sí, por fin aprendieron y sus 141 minutos de duración dan lugar a una trama que se desarrolla por completo y se aleja de ese vacío existencial que dejaron las últimas obras de DC.
De esta forma Patty Jenkins se lleva las palmas por una dirección a la que realmente se le pueden hacer pocos reproches, acompañada por un guión a la altura. Habría que hilar muy fino para encontrar fisuras, huecos o baches en el argumento. Wonder Woman es un plato que se cuece lento cuando tiene que hacerlo y que no deja parpadear cuando acelera, con unas escenas de acción realmente impresionantes.
Claro que estas no serían posibles sin sus protagonistas. Es que Gal Gadot nació para ser Diana y ya resulta imposible imaginar a otra en ese papel. Los sentimientos del personaje, su simpatía y su enorme corazón le aportan todo eso que DC tanto estaba necesitando. Chris Pine, en el papel de Steve Trevor, puede que esté ante una de sus mejores interpretaciones. La química entre ambos es innegable.
Por otro lado, quizás pueda ponerse en dudas la elección del resto de los personajes más relevantes. Sin entrar en detalles -para que esto no se convierta en un spoiler- quizás las caras de los villanos no son las que mejores encajan para personajes a los que debemos temer.
Otro de los puntos altos de la película es la música. La banda sonora original es la mejor en muchos años dentro de las obras de DC. Así también los efectos de sonido y el CGI que acompañan a la perfección a escenas de acción realmente memorables. Todo sumergido en un ambiente oscuro, como esperan los fanáticos de la compañía, en el que lo que más brilla es la inmaculada armadura de la protagonista que le dará uso a su protección hasta el cansancio.
Wonder Woman es el repunte del Universo Cinematográfico de DC. Un camino por el que deberían seguir. Una apuesta firme por un film sin recortes, con mucho más corazón, solidez y con una historia que comienza, se desarrolla y termina sin espacios vacíos.
Después de algunas entregas que han generado más dudas que aciertos, Patty Jenkins, Gal Gadot y su princesa Diana han demostrado lo que hay que hacer para que las películas de superhéroes vuelvan a funcionar.