El juramento, cómic esencial sobre Doctor Strange, es una historia fundamental que debes conocer antes de ver el filme.
Finalmente, llegó la hora de Doctor Strange (2016) para el Universo Cinemático de Marvel. La mística y fantasía formará parte de un mundo que aceptó superhéroes con The Avengers (2013), la tecnología (Iron Man), planos mitológicos (Thor), la ciencia (Ant-Man y Hulk), el universo (Guardians of the Galaxy) y la problemática social (Daredevil, Luke Cage y Jessica Jones). De la mano de la dupla creativa Brian K. Vaughan y Marcos Martín, se presentó Doctor Extraño: Juramento (Doctor Strange: The Oath) una miniserie de cinco números publicada en 2006 que volvió a poner en los primeros planos de la época moderna de los comics al Hechicero Supremo.
En pleno auge de lo psicodélico y lo extrasensorial, el Doctor Strange se convirtió en un ícono pop de la cultura de los finales de los sesenta y principios de los setenta. Desde su primera aparición en 1963 en la colección Strange Tales siendo utilizado como un complemento para la Antorcha Humana de ese momento, Stephen Strange tomó popularidad rápidamente para ser el punto clave de la magia en el universo Marvel. Ocurrió debido a su contexto extravagante, sin límites en bidimensionales relacionado a lo visual-narrativo, antagonistas a la talle del hechicero supremo como Dormammu, Barón Mordo, Pesadilla o Mefisto y ser la fuente principal de descubrimientos que superan la psiquis humana como en el caso de Eternity, quien es la síntesis de todo lo que existe en el espacio-tiempo del universo Marvel.
En Doctor Strange: El juramento volvemos a los inicios del personaje con un lavado de cara y solvente adecuado a la nueva era del siglo XXI gracias a la gran narración de Brian K. Vaughan. En esta miniserie, el doctor místico deberá afrontar una problemática que pone en duda sus compromisos como defensor de sus pacientes en el plano terrenal como así también protector de la Tierra sobre las cosas que van más allá de la realidad. La contradicción, la mezcla de necesidades eclosionarán a tal punto que el Doctor Strange deberá decidir si anteponer sus prioridades personales antes que cumplir su tarea, su juramento como leal protector de todas las almas vivientes del planeta tierra. Su juramento como hipocrático como médico en el cual siempre deberá velar por la salud y bienestar de sus pacientes se enfrentará al místico cuando tendrá en sus manos la salvación de millones de personas.
Vaughan, autor de Runaways y de Y: The Last Man, nos entrega una obra consistente con grandes diálogos y una narrativa que no toma respiro entre viñeta y viñeta, entre flashbacks, personajes misteriosos y monstruos, a la par que vamos conociendo más de fondo la relación que une a este grupo improvisado entre el Doctor, su ayudante Wong y Linda Carter, la médica que auxilia a todos los superhéroes cuando se encuentran con problemas de salud. En este caso, Rosario Dawson como Claire Temple evoca al mismo personaje en el MCU en las series de Daredevil, Jessica Jones, Luke Cage y que también aparecerá en Iron Fist para ser uno de los nexos en común entre todos los Defenders. Será la casualidad –o el destino- que en El Juramento se mencionan y comparan también a los personajes de Arthur Conan Doyle en reiteradas oportunidades: Sherlock Holmes y John Watson, de manera indirecta también forman parte de la historia de Doctor Strange (¡Hola Benedict Cumberbatch!)
En las lápices y trazos Marcos Martín demuestra porqué es el ganador de dos premios Eisner. Después de un gran labor en Batgirl: Year One como así también en su trabajo en las portadas, como en el Daredevil de Mark Waid, Martín apuesta por un Doctor Strange dinámico, moderno pero con grandes guiños a la época de esplendor y jerarquía con Steve Ditko
Doctor Strange: El juramento es el renacimiento en la edad moderna para el mago más importante de Marvel y una buena puerta de entrada para cualquiera que quiera adentrarse en este camino de viajes a otras dimensiones, mundos paralelos y grandes antagonistas, con una historia que dejará al lector atrapado entre su vertical narración como también en los trazos de sus dibujos.