Dialogamos en exclusiva con el dibujante Bruno Redondo, reconocido por su trabajo en Injustice y a cargo del nuevo Escuadrón Suicida junto a Tom Taylor.
Bruno Redondo ha sido parte de las dos etapas de Injustice junto a Tom Taylor, con quien ahora lleva adelante Escuadrón Suicida. El dibujante tiene una gran trayectoria en DC Comics y nos cuenta sobre su trabajo en la editorial.
– Bruno, ¿cómo analizas la evolución que tuvo Injustice en estos años?
Creo que al centrarse cada año en aspectos distintos entre la guerra entre Batman y Superman, cada año de Injustice puede ser apreciado de distinta manera. Donde sí espero que se notase un salto en cuanto a la forma de abordarlo es al pasar de Injustice 1 a Injsutice 2, ya que la pausa nos permitió analizar que funcionaba mejor y qué peor en la primera etapa, para pulir así algunos detalles en cuanto a coherencia gráfica y tomar algunas decisiones estéticas como alejarnos un poco de la fidelidad de los diseños del videojuego en favor de adaptarlo a algo más funcional en cómic; tener en cuenta diferentes medios, diferentes lenguajes visuales, aunque manteniendo el estilo y la marca de la franquicia.
– ¿Cómo es el proceso creativo en la serie?
He tenido la suerte de trabajar con editores y equipos creativos con los que pude trabajar de forma bastante orgánica. Tom trabaja en el guión siguiendo unos parámetros pactados con el editor (en Injustice ha sido siempre Jim Chadwick), yo recibo el guión, preparó un Layout de las páginas que en ocasiones discutimos, para después dedicar todas las horas disponibles a las páginas.
En Injustice trabajaba con Juan Albarrán en las tintas, ahora me entinto yo mismo, y después entraba el colorista (Rex Lokus en Injustice) con el que intento mantener comunicación durante su proceso. Wes Abbot ha sido el rotulista durante toda nuestra etapa de Injustice, ha trabajado más en toda la serie que ningún otro miembro del equipo, a parte de Jim que termina de supervisar e hilar todo lo hecho anteriormente.
– En este momento te encontrás trabajando con un nuevo Escuadrón Suicida ¿Con que nos vamos a encontrar en este nuevo equipo?
Intentamos hacer una fase en la serie que ofrezca a la vez nuevos incentivos y sea fiel al concepto original de la misma: un equipo de personajes con habilidades especiales que podemos usarlos para objetivos moralmente cuestionables, y de los que podes prescindir de ser necesario.
Tom vio esto como una oportunidad para crear una plantilla de nuevos personajes, de modo que al no estar sujetos a otras necesidades editoriales, existiese una posibilidad más palpable de que murieses. Aunque sinceramente espero que muchos de ellos sigan adelante, por que al margen de su durabilidad, creo que hemos configurado algunos perfiles muy divertidos.
– ¿Que te gusta de trabajar con esos personajes?
La posibilidad de crear un equipo con características y dinámicas de cero es a la vez apasionante y abrumador. Quiero decir, no es suficiente con poner un rebaño de personajes en una habitación y creer que ya está hecho, hay que establecer dinámicas, químicas, un juego de equilibrios para que todo ello sirva a la historia.
Afortunadamente Tom es un mago con las relaciones entre personajes, y me resulta bastante fácil entender lo que quiere contar para ayudarle a hacerlo. Pasamos mucho tiempo desarrollando a los personajes, y a veces un concepto gráfico moldea las personalidades, por lo que tengo mucho cariño a estos personajes, creo que van creciendo capítulo a capítulo.
– Recién mencionabas a Tom Taylor, ¿cómo es el trabajo con el?
Tom y yo trabajamos juntos desde hace 7 u 8 años, somos amigos y entendemos muy bien las intenciones creativas del otro. Hablamos continuamente, y Andrea Shea, nuestra editora en Escuadrón lo facilita mucho, ella es una potencia creativa y aporta mucho al resultado final.
– Tenés una gran trayectoria dentro de DC, ¿cómo te sentís trabajando en esta empresa?
Me encanta trabajar en DC, estoy logrando jugar con muchos de mis personajes favoritos de siempre, además de poder crear algunos que espero que pasen a formar parte del legado de la editorial. Tengo muy buena relación con los editores con los que trabajo -horas de Karaoke- entre risas, me parece ¡un privilegio!