La década de los 80 marcó un quiebre en la vida de muchas personas, no sólo por los hechos históricos culturales, políticos o por los videoclips musicales, sino que también fue una década en donde los videojuegos tuvieron su auge y explosión con la aparición de las máquinas Arcade, que hoy en día comenzaron a ponerse de moda y que a muchos nos trae inmemorables recuerdos de cuando éramos chicos; como así también, juegos que nos volaron la cabeza. Algunos de ellos fueron el Pac-Man, Donkey Kong, y como olvidarnos de Mario Bros, entre muchísimos otros.
Adam Sandler vuelve a traernos todos esos recuerdos con PIXELS, y a sumar una película más en su curriculum, en donde interpreta a un muy poco exitoso geek, fanático y subcampeón mundial juvenil de los videojuegos de Arcade, pero que por suerte se cruza en su vida un acontecimiento único para volver a brillar, salvar al mundo de la amenaza de los extraterrestres.
A esta altura, se estarán preguntando qué tiene que ver los extraterrestres con los videojuegos. ¡No se precipiten, tranquilos!
La historia comienza en el año 1982, cuando dos amigos se juntan para ir a la inauguración de una tienda de maquinas de Arcade, ubicada en su barrio. Sólo con pisar el lugar y comenzar a jugar, Sam Brenner (Adam Sandler) se da cuenta de que es un genio en el mundo de los videojuegos, muy distinto a su amigo Will Cooper (Kevin James) que lo único a lo que sabe jugar es a la maquina de peluches de la garra.
Pronto, Sam se vuelve una figura pública muy reconocida en el ámbito y decide entrar en un campeonato mundial de videojuegos para probar hasta donde es capaz de llegar con sus habilidades como jugador de Arcade. Es en este campeonato en donde comienza a entrar en la trama la vida en otros planetas. En el mismo se comunica a todos los espectadores y jugadores, que lo que suceda en ese mismo día iba a ser capturado en imágenes para colocarlas en una cápsula de la NASA y enviarla al espacio exterior para que otra vida inteligente pueda conocer toda nuestra cultura de videojuegos.
Para fortuna de la raza humana, la cápsula es interceptada por extraterrestres, pero cuando éstos ven lo que hay dentro, malinterpretan las imágenes de las maquinas recreativas como una declaración de guerra y deciden atacar nuestro planeta, empleando dichos juegos como modelos para su ofensiva contra la Tierra.
Desesperado, el Presidente norteamericano Cooper recurre a sus amigos de la infancia para salvar al mundo de la destrucción por parte de PAC-MAN, Donkey Kong, Galaga, Centipede, y Space Invaders, creando así un equipo de especialistas en juegos integrado por Sam Brenner, Ludlow Lamonsoff (Josh Gad) y Eddie “The Fire Blaster” Plant (Peter Dinklage). A estos se les une Toru Iwatani (creador original de PAC-MAN), que sólo aparece unos pocos minutos, y la Teniente Coronel Violet Van Patten (Michelle Monaghan), una especialista que aportará las variadas y originales armas que desplegarán los jugadores en su lucha contra los alienígenas.
Al ritmo de We Will Rock You, la trama se desarrolla con facilidad, sin dar muchas vueltas o complicaciones como para no entenderla, atrapándonos y sumergiéndonos más en la historia, con ese toque de humor característico que Sandler le aplica a todas sus películas pero que en este caso es acompañado, y podemos decir que por un buen elenco, para apoyar y transformarla aún más en un film de comedia.
Pero la mayor fortaleza de la película está en las imágenes que generan los juegos llevados a un tamaño gigantesco y la descomposición en miles de coloridos píxeles de todo lo alcanzado por sus ataques.
No cabe duda que los nostálgicos disfrutarán todas y cada una de las emotivas expresiones del pasado y los más jóvenes encontrarán en la acción y los efectos visuales motivo de regocijo.