Repitiendo estilos pero agregando muchas novedades en contenidos, GRID Legends quiere hacerse un lugar en la vertiente arcade de juegos de conducción.
GRID Legends es el segundo juego que Codemasters lanza luego de la compra de la desarrolladora por parte de Electronic Arts.
La compañía británica es una de las grandes referencias en cuanto a juegos de conducción se trate y, la adquisición por parte de EA, trae enormes expectativas sobre cuánto más pueden potenciar sus propuestas. Un primer vistazo de esto lo vimos en F1 2021, y ahora con GRID Legends podemos ver que algunas de esas cosas también se reflotan acá.
Codemasters no metió tanta mano a la jugabilidad en comparación al anterior GRID, lanzado en 2019, sino que la huella está marcada en la versatilidad de contenidos y en la necesidad de ofrecer narrativas e historias dentro de sus aristas. Además del modo historia, el juego se apoya en otros modos y un robusto online, en el que podemos sacarle el jugo a los más de 100 vehículos y un nutrido puñado de pistas.
Driven to Glory
Esta primera incursión directa de la franquicia en GRID Legends a un modo más cinemático y narrativo es un paso sin mucha solvencia y seguridad, pero es un primer paso al fin y será el punto de partida para futuras ediciones dentro de la saga.
Driven To Glory nos cuenta la historia que ya conocimos mil veces dentro del rubro y ese es su principal problema. La narrativa gira en torno a Seneca, un equipo automovilístico que a pocos días de comenzar una nueva temporada se queda sin uno de sus 2 pilotos y en esa necesidad aparecemos nosotros, tras destacarnos en una competencia amateur. Nuestro crecimiento sostenido dentro del equipo despertará la apatía de nuestra compañera de escudería Yume Tanaka, quién también quiere mostrarse como una de las mejores pilotos del mundo, mientras que también rivalizaremos con Nathan McKane, un nombre propio dentro de GRID y a quien por primera vez le ponemos una cara.
La aventura se segmenta en 36 capítulos. 36 carreras en las que tenemos que competir con un objetivo; que va rotando entre completar X cantidad de vueltas, terminar la competencia por encima de una determinada posición, o finalizar la carrera por delante de un piloto específico, y alguna que otra vez (creo que no supera las 2 veces) ganar una carrera. Entre medio de cada desafío una serie de cutscenes que buscan darle otra impronta a la historia, con actores reales – incluso muchos van a reconocer a Ncuti Gatwa – el actor de Sex Education).
Los problemas empiezan a quedar a la vista a los pocos desafíos, ya que no solo hay un relato chato y previsible, sino que además es muy poco ambicioso en cuanto al nivel de sus narrativas. Las cutscenes aportan lo justo y necesario para que haya un hilo conductor dentro de cada carrera que competimos, y acá es donde deja en evidencia una falencia en su estructura: los diálogos o inclusos las frases que hilvanan dentro de las carreras no se modifican dependiendo que tan bien o que tan mal hayamos cumplido el objetivo. Me pasó que en una carrera – que me pedía terminar arriba de las quinta posición – la terminé primero con vueltas record, y el líder del equipo Seneca me felicita eclamando “por lo justo, pero conseguimos lo que vinimos a buscar”.
Más allá de estos dilemas en su estructura, Driven to Glory tiene un punto muy favorable, que es el de darnos una amplia introducción a todo lo que ofrece el juego más allá de esta arista: tipos de vehículos, pistas y su sistema Nemesis, una forma de cambiar el comportamiento de la IA en las carreras. Cuando se activa esta función en uno de los pilotos, seremos su objetivo durante una determinada cantidad de vueltas: no solo buscará pasarnos, sino que si en el proceso puede sacarnos de la carrera o perjudicarnos lo hará sin dudar.
Cuando GRID Legends se saca la mochila de la innovación por querer presentar algo más atractivo para sus modos single player con Driven To Glory es cuando empieza a demostrar todo su potencial. Porque donde su modo historia no acierta sí lo logra con su modo “Carrera Profesional”, una robusta campaña repleta de desafíos a lo largo de todo el mundo y que nos invita a sumergirnos una buena cantidad de horas para triunfar en todas las competencias, carreras individuales y eventos especiales.
El objetivo principal de este modo es la de crear una nueva escudería y llevarla a la elite del mundo automovilísitico. Lo enriquecedor de la propuesta es que los premios, puntas y créditos que vamos obteniendo no solo funcionan para desbloquear nuevos autos, sino también para hacer crecer a la escudería y las habilidades de nuestro compañero de escudería, manejado por la IA. Esto representa un desafío doble, ya que mejorar a nuestro partner también es fundamental para el progreso de la campaña y no podemos depender de nosotros solos.
El modo online no tiene una gran profundidad y apuesta a lo seguro, con creación de partidas personalizadas y posibilidad de sumarnos a diferentes eventos semanales. Las carreras mantienen el adn de GRID: vertiginosas, destructivas en curvas aglomeradas de autos y con algunos matices de realismo que salpican en una apuesta que va a fondo con su adn arcade. Dentro de lo más llamativo de su variante multijugador – cosa que vi celebrada dentro de la comunidad – es la posibilidad de reemplazar a un auto manejado por la IA durante una carrera empezada para no tener que esperar tanto tiempo para entrar en una sesión.
Diversión asegurada
Poniendo las manos sobre el volante, GRID Legends mantiene esa cuota de diversión innata que tiene impregnada desde sus orígenes (cuando todavía mantenía el nombre de TOCA Touring Car) y eso se traspasa lo que buscan proponer en cada una de sus carreras.
Las competencias son dinámicas, vibrantes y tiene esa cuota de impredecibilidad que le otorga toda su variante arcade: choques constantes, rampas y saltos de película, y carrocerías que se van desmembrando choque a choque, vuelta a vuelta.
La variedad de autos queda segmentada en 7 clases, que van desde clásicos (hay un Ford GT 40 que enamora o un escarabajo todo tuneado que lo querés desbloquear a como de lugar), autos eléctricos y hasta camiones.
Contrariamente a todo lo que impone la dinámica de sus carreras, la jugabilidad de GRID Legends no se siente como un título arcade al 100%, sino que tiene varias cosas que lo acercan a una vertiente más del estilo simulación. Esto lo encontramos en 2 puntos muy enfáticos: la velocidad promedio que tenemos en los vehículos y cómo encaramos las curvas. Detalles que pueden parecer no tan perceptibles pero en comparación a otros exponentes del género (DIRT o The Crew).
Este resultado no termina perjudicando en lo absoluto al juego, pero los que buscan algo desenfadado a velocidades que alcancen los 200km/h, puede que no lo terminen encontrando. La toma de la curvas tiene un show aparte, y a veces encarar un tramo de la pista con poca estabilidad nos puede terminar jugando en contra. Para suplir esto, el juego cuenta – algo ya clásico en mucho títulos de autos – una mecánica tipo “flashback” que nos deja, 3 veces por carrera, volver sobre nuestros pasos si chocamos o no tomamos un tramo de la pista como corresponde. Obviamente, esto no está incluido en la versión online, algo imposible de ejecutar de forma correcta.
A nivel gráfico GRID Legends es una propuesta correcta. Hay una clara intención de mostrar mucha diversidad en el entorno de las pistas, y realmente se disfruta mucho correr en los empalmes urbanos, con pistas que atraviesan calles o grandes páramos para apreciar el paisaje. Los más de 100 autos aprovechan todo su potencial para mostrar versatilidad con una medida personalización que permite dar un toque más único a cada vehículo.
Conclusión
Superando con creces la anterior entrega, GRID Legends es una correcta evolución de la franquicia y al mismo tiempo una oportunidad más que ideal para que novatos en el género se suban al volante con un título que tiene una curva de dificultad súper accesible y una jugabilidad integral.
Driven to Glory es un puñado de buenas intenciones, pero en 2022 pedimos algo más que cinemáticas sueltas y un poco de personalización: tiene que ir un paso más allá y dejar de apostar a lo seguro. Sin embargo, la profundidad en sus otros modos de juego y la amplitud de vehículos y pistas extienden la vida útil del juego y dan como resultado una entrega que sin ser rutilante divierte y entretiene.