El nuevo capítulo de The Walking Dead trajo una oleada de zombies a la puerta de Alexandria. ¿Podrán resistir las murallas que separan a los vivos de los muertos?
Luego de la masacre causada por el grupo de los W, “la normalidad” vuelve al pueblo y los cuerpos de los muertos son apilados en las calles. Maggie se entera de que Glenn ha desaparecido y no se sabe nada sobre su paradero.
Como si fuera poco lo que vivieron nuestros protagonistas, ahora se enfrentan a una nueva amenaza. La mitad de los zombies que eran alejados de Alexandria llegaron a las puertas, como se preveía. Pero no llegaron solos, Rick venía encabezando la fila de zombies y esquivándolos como podía. A los gritos de: ¡Open the door now!, llega con suerte a la puerta donde lo estaban esperando Michonne, Deanna, Maggie, Morgan y los demás habitantes.
Ahora, un nuevo plan es puesto a prueba para alejar a los zombies de las murallas. Mientras esperan a que Daryl, Abraham y Sasha, que todavía se encuentran afuera, vuelvan con los vehículos para ahuyentar a los muertos y alejarlos del pueblo, Alexandria se volverá un verdadero cementerio, los habitantes no emitirán ningún sonido para no atraer o alentar a los zombies que se encuentran del otro lado. Aunque muchos de éstos ya perdieron la fe y comienzan a poner en duda los planes de Rick.
En medio de la angustia, Aaron decide alzar su voz para apoyar a Rick y recordarles a todos, que si no fuera por él, la otra mitad de los zombies que fueron alejados también estarían golpeando las murallas. Además, les explica que gracias a un error que cometió al tratar de entrar a una fábrica mientras reclutaba con Daryl, perdió su mochila en donde llevaba las fotos de Alexandria y que seguramente los W le siguieron el rastro. Caso resuelto de cómo llegaron los W al pueblo.
Los habitantes, asustados de que el pueblo sea su tumba, deciden comenzar a saquear las pocas provisiones de comida que hay en Alexandria. Pero éstos son detenidos por el hijo de Deanna, Spencer, él cual los convence para devolver todo a su lugar.
En cuanto a Maggie, no lo duda ni un minuto y decide ir a buscar a Glenn. Aaron intenta interponerse en su camino para que no salga, ya que es muy peligroso cruzar en este momento las puertas con todos los zombies afuera, pero ésta no le hace caso. Sin más remedio, decide ayudarla y le muestra una forma distinta de salir de Alexandria, a través de la cloaca.
Al bajar, comienzan a seguir los túneles hasta encontrar una puerta de salida, pero al ver que ésta conducía directamente a los zombies, Maggie se asusta y decide frenar a Aaron antes de que la abra.
(Como siempre, les avisamos que si no vieron el capítulo frenen hasta acá porque lo que sigue los va a dejar con la boca abierta, y además es un punto clave de la temporada).
Es en este preciso momento que Maggie le confiesa a Aaron que está embarazada de Glenn. Uuuuo!! ¿Justo ahora tenías que irte Glenn?
De vuelta en el pueblo, Deanna se sumerge cada vez más en una depresión y comienza a darse cuenta que lo que había estado creando con Alexandria era sólo una fantasía, dejándole en claro a Rick que él es el único que puede lograr mantener el pueblo con vida.
Un nuevo amorío, más que anunciado, crece entre Rick y Jessie, que al encontrarse los dos solos no pierden la oportunidad para besarse.
El final de este capítulo es aún más tenso ya que muestran como una parte de la muralla se ha quebrado por la presión que ejercen los zombies.
En resumen, podemos decir que para nosotros éste fue uno de los mejores capítulos de la temporada, marcado por el embarazo de Maggie. Dejando de lado al de la “muerte” de Glenn aunque todavía no sabemos qué pasó.