Netflix estrenó lo que seguramente sea su nuevo boom coreano: Black Knight, una serie distópica que combina lo mejor de Mad Max y The Hunger Games.
Sí, la bajada puede sonar tan fuerte como categórica, sobre todo porque Mad Max: Fury Road (2015) y The Hunger Games (2012) han sido sucesos gigantescos en los últimos años del cine, pero créanme cuando les digo Black Knight bebe y se nutre de ambos blockbusters de una manera muy positiva.
Esta no es la primera vez que La gran N colorada sorprende al mundo con producciones provenientes del continente asiático. El Juego del Calamar (2021- Corea) y Alice in Borderlands (2020 – Japón) fueron éxitos globales en la plataforma de streaming así como probablemente termine siéndolo Black Knight. Aún si no termina de alcanzar los bestiales números de Squid Game (1.6 billones de horas de visualización), la serie dirigida por Cho Ui-seok tiene todo para instalarse dentro del mainstream plantándose por su propio peso.
Black Knight, que nace como una adaptación del Webtoon Delivery Knight, se ubica en una Corea post-apocalíptica. El mundo como lo conocemos fue arrasado, y el país asiático se convirtió en un desierto tóxico donde el objeto más preciado es el oxígeno, el cual es producido y monopolizado por el Grupo Cheonmyeong. Esta corporación no solo tiene el control exclusivo del oxígeno, sino también de los Repartidores, un grupo de conductores especializado en combate encargados de realizar las entregas a las personas en situación de comprar, ya que por otro lado existen los refugiados, quienes son los indocumentados sin posibilidad de acceder de forma legal a estos bienes y servicios. La única forma de que estos refugiados tienen de pasar a ser “ciudadanos” es convertirse en Repartidores, y esto es a través de una competición al mejor estilo battle-royale donde los participantes son eliminados en el sentido más literal de la palabra.
La historia presenta rápidamente a los protagonistas: por un lado tenemos a Sa-wol, un refugiado dentro de esta Corea devastada que busca ganarse un lugar en el mundo al intentar convertirse en Repartidor. En segundo lugar tenemos a 5-8, un legendario Repartidor, ícono viviente dentro del rubro y considerado por todos como el mejor en lo que hace.
Black Knight te atrapa con rapidez. En primer lugar esto se da no solo por lo bien que funcionan las distopías en la actualidad (The Last of Us, Station Eleven, The Walking Dead, etc), sino por lo bien planteada que está. Los estratos sociales, la casta y la concentración de poder en el 1%,; la manipulación de los bienes y servicios esenciales y la constante lucha de poderes son tópicos que envuelven a esta producción a lo largo de sus concentrados seis episodios.
Esta lucha de poderes, encarnizada en la evidente confrontación Corpo vs. Pueblo, también se hace presente dentro de ese 1%. Políticos, militares y la elite son fuerzas separadas que se funden en alianzas y traiciones con el claro objetivo de convertirse en el jugador clave; compleja de explicar si no vieron la serie y excesivamente spoilera para la situación.
Otro factor que vuelve interesante a Black Knigh es el de poder encontrar ese hilo rojo que une a los personajes. Si bien es un show compacto de 6 episodios que se pasan rapidísimo, le alcanza y le sobra para sembrar elementos que vinculan a los distintos personajes. Esto puede ser de forma más directa o indirecta, pero si uno está atento puede ir viendo esos factores comunes que ayudan a entender el por qué de las relaciones y alianzas tanto de los protagonistas como antagonistas.
Estas relaciones entre personajes llevan justamente a conocer a fondo a varios de ellos. La serie no se limita a darnos contexto solo sobre el dúo protagónico, sino que tiene una construcción sobre varios de los personajes que tienen peso narrativo. Aún en poco tiempo logran dar la backstory necesaria para que empaticemos con cada uno de ellos.
Con respecto al apartado audiovisual de la serie, Black Knight cuenta con altísimos valores de producción. Ya se había visto en otras producciones coreanas lo que este mercado puede ofrecer, pero la verdad es que no deja de sorprender. En todo momento me creí el mundo que la serie plantea, ya sea desde el ambiente desolado el mejor estilo Mad Max: Fury Road, hasta las ropas, accesorios y automobiles hay una verosimilitud dentro de lo irreal que me remite a lo que sentí al ver The Last of Us: un constante “che, esto recontra podría ser así si pasara“.
Las actuaciones también están a la altura del show. Tenemos esos pequeños comic relief inocentones que buscan descontracturar los eventos, pero sin sacarle seriedad y eso es todo gracias a los varios partenaires que cumplen su rol a la perfección.
Conclusión
Para los fanáticos de las distopías, mundos desolados y aventuras cargadas de acción, Black Knight es una parada obligatoria dentro de los próximos días. Con seis capítulos de 45 minutos aproximadamente logra capturar, cautivar y desarrollar por igual, con un producto muy sólido que si bien podría ser explotado a futuro con más temporadas, ya que el Manwha cuenta como 86 issues, tranquilamente puede presentarse como una miniserie autoconclusiva.
Con las producciones coreanas en un constante auge, Black Knight definitivamente se sube a esta con un show de primer nivel e invita a zambullirse de lleno en este mundo.
Ya lo dijo Bong Joon-ho cuando ganó el Oscar por Parasite: “Una vez superada la barrera de los subtítulos, descubrirán películas maravillosas“, y si me lo permitís, querido Bong, a tu frase le sumo series.