Carol Danvers muestra todo su poderío en esta película de presentación, que da el puntapié perfecto en la recta final hacia Endgame.
Puede que muchos estén saturados de las películas de superhéroes y es comprensible. Sin embargo, pronto llegará a la gran pantalla una de las historias más esperadas (Avengers: Endgame) y el estreno no podría darse sin la presentación de la que será, sin lugar a dudas, una de sus grandes protagonistas. Hablamos de Carol Danvers, una de las heroínas más poderosas de la editorial de Stan Lee, que demuestra de todo lo que es capaz con con su primera cinta en solitario.
Captain Marvel se remonta a una época nunca antes recorrida por el MCU, en la que la Tierra se encuentra en el medio de una guerra galáctica entre dos razas alienígenas. Como guerrera Kree, Vers (Brie Larson) emprende una misión para acabar con la amenaza de los Skrull. Pero cuando hace contacto con la humanidad comienza a dudar sobre la realidad que la rodea, mientras intenta descubrir quién es realmente y lucha por convertirse en una de las heroínas más poderosas del universo.
Captain Marvel es una película introductoria y eso es algo que hay que tener en cuenta de entrada. El MCU viene de una última racha muy potente, con películas de alto vuelo como Avengers: Infinity War y Black Phanter. Sin embargo, esta nueva entrega regresa a los orígenes del universo y recuerda a aquellas en las que el principal atractivo era descubrir a un nuevo personaje. Esto tiene sus puntos positivos y negativos, ya que siempre está bien conocer una nueva cara, pero al mismo tiempo es difícil asimilar que esto viene en conjunto con una producción de menor potencia.
Y está bien aceptar esta realidad, porque justamente el film alcanza uno de sus principales atractivos cuando se centra en una trama mucho más terrenal. Carol Danvers descubre muchas cosas de sí misma y el espectador lo hace con ella, ya que la intención es justamente que todos puedan comprender por lo que está pasando. En este sentido, los directores Ryan Fleck y Anna Boden han hecho un muy buen trabajo dedicando grandes escenas a situaciones absolutamente humanas, que se mantienen bien lejos de la aparición de los elementos de ciencia ficción. Un ambiente que además se alimenta de la época en la que se sitúa y aprovecha todos sus recursos, regalando un sinfín de guiños retro que ponen foco en la nostalgia de quien está en la butaca. Es como que en la historia de la Capitana Marvel hay un poquito de cada uno.
Pero todo esto no podría ser posible sin el alma de la fiesta, la gran protagonista de toda esta aventura. Es que el personaje de Carol Danvers está muy bien construido y encanta cuando muestra los rasgos más humanos de su personalidad. El guion hace de las suyas cuando regala diálogos muy naturales y también en la evolución de la soldado que se convierte en heroína. Captain Marvel pasa de ser una guerrera Kree que no puede lidiar con sus recuerdos y sentimientos, a una poderosa mujer que solo necesitaba liberar todo lo que llevaba adentro para poder demostrar cual es su verdadero poder. Y sí, para quienes se lo preguntan, en rol de la mujer cobra gran peso en la trama, pero lo hace sin los típicos discursos obvios que acaban siendo introducidos de forma forzada. Por el contrario, los hechos terminan hablando mucho más que las propias palabras.
Detrás de cada heroína existe, inequívocamente, una gran mujer. En este caso la protagonista es respaldada por Brie Larson, la actriz ganadora del Oscar a la que no le queda para nada grande el traje. Su interpretación está a la altura de los poderes que guarda en sus puños, mientras que amalgama a la perfección los rasgos de una guerrera y la inocencia de una joven que está descubriendo quién es en realidad. Completan a la perfección un elenco principal sobresaliente el siempre efectivo Samuel L. Jackson, Jude Law y un Ben Mendelsohn que le da muchísimo color a uno de los personajes más atractivos de la película, Talos el Indómito.
A pesar de todo esto, no todo es color de rosas en Captain Marvel. Las limitaciones de la propia historia y de sus intenciones, provocan que en tres cuartos de la película no se presenten escenas de acción lo suficientemente poderosas, algo que a estas alturas puede chocar para los seguidores acérrimos del MCU. Que no haya un villano de gran peso también es otro de los elementos que se puedan echar en falta, aunque es algo totalmente lógico si se piensa que es una introducción que está pensando en llegar mucho más allá con Endgame. La cinta, como era de esperar, tampoco puede escapar a todos aquellos gags y recursos tan clásicos del cine Marvelita de Disney, que aparecen muchas veces de forma acertada y en otras ocasiones para terminar con el clima que se estaba generando. Establecer cuáles son los momentos perfectos para meter un chiste parece que sigue siendo todo un misterio en las producciones del estudio.
Concluyendo, Captain Marvel es una película introductoria con todo lo bueno y lo malo que eso conlleva. Lo bueno es que se vuelve al estilo de las primeras películas del MCU, en las que la presentación de un nuevo personaje es el gran atractivo de lo que se cuenta. Lo malo, es que eso reduce en gran medida las cargas de acción y la magnitud de los villanos que se presentan.
Más allá de esto, y aunque la película no puede escapar de todos los recursos del cine Marvelita de Disney, lo que prevalece es la propia Carol Danvers. La Capitana Marvel es, quizás, uno de los mejores personajes que presenta el universo y, sin dudas, el más poderoso hasta ahora. Y no solamente por los poderes que presenta, sino por su atractiva personalidad que la hace mucho más humana que el resto. Su aparición es el puntapié perfecto, porque provoca las ansias para volverla a ver en Endgame.