Una nueva versión del icónico villano llega a la gran pantalla, con Joaquin Phoenix para encabezar un oscuro y retorcido relato de sus orígenes.
El universo cinematográfico de DC tal y como lo conocimos en los últimos años ha llegado a su fin, con Joker como abanderada en lo que podría ser el nuevo estilo de adaptaciones de la editorial. Y tienen que creernos cuando les decimos que si este es el camino elegido, el futuro es grandioso para el género de los superhéroes, ya que esta no solo es una gran película sino que también ha llegado para marcar un antes y un después.
Para quienes todavía no sepan de qué va la cosa, la historia sigue a Arthur Fleck (Joaquin Phoenix), un hombre que quiere dedicar su vida a hacer reír a los demás. Sin embargo, su risa patológica le impide llegar lejos en su profesión y la sociedad parece querer ir en su contra en cada rincón del mundo. Cansado de la tragedia que lo rodea, Fleck comienza a ver el mundo de otra manera a la vez que descubre las verdades de su pasado.
Puede que en los tiempos que corren existan pocos personajes que generen tanta expectativa antes de llegar al cine, quizás en gran parte generada por las últimas representaciones que ha tenido este mítico personaje, como la gloriosa de Heath Ledger o la cuestionada de Jared Leto. La cuestión es que el Joker vuelve a la gran pantalla y por si esto no fuera suficiente como para generar alboroto entre la comunidad, lo hace con una película en solitario y para contar los orígenes del villano más emblemático de Batman. Detallaremos todo lo que nos ha gustado y lo poco que no a continuación, pero desde ya anticipamos que la obra de Todd Phillips está a la altura de lo que ha generado.
Si en la previa se la pasaron haciendo comparaciones, los vamos preparando para meterselas en el bolsillo. Esta nueva versión del archienemigo no tiene nada que ver con cualquiera que se haya visto antes. No solo por la concepción misma del personaje, sino porque la película es un viaje oscuro que por momentos parece encerrarnos junto a su protagonista en la mismísima miseria. Es oscura, es retorcida, es salvaje, es despreciable, admirable y conmovedora, todo al mismo tiempo. Es una historia tan simple como las muchas que se viven día a día en la sociedad, que se posa sobre un incomprendido que por distintas circunstancias de la vida acaba trascendiendo, pero es en lo verosímil del relato -pese a algunas incoherencias que desentonan un poco- que esta historia cobra la fuerza que merece.
Seamos claros, acá no hay tecnología de avanzada, ni tanques de guerra convertidos en batimóviles, tampoco hay una amenaza al planeta Tierra. Es a partir de todo esto que quienes hayan valorado el trabajo de Christopher Nolan por llevar a Gotham City a un nivel de realismo sin precedentes con la saga The Dark Knight, quedarán encantados con este nuevo surgir del personaje. Es lo más terrenal que se ha visto dentro del universo cinematográfico de superhéroes, pero no por eso deja de ser todo lo impactante que uno espera del género, aunque en este caso el impacto no llegue por grandes batallas o escenas de acción, sino de la mano de un guion brillante que construye de forma creíble a un psicópata que se ha cansado de quienes lo rodean y ha decidido tomar cartas en el asunto.
Como podrán leer, hay pocos reproches que hacerle a la película de Todd Phillips pero no queríamos dejar pasar esta oportunidad de mojarnos un poco con un tema que ha estado dando vueltas desde el anuncio de la producción. Seguramente muchos se estarán preguntando a estas alturas, después de que la crítica haya aclamado a este nuevo Joker en diversos festivales, ¿cuál es mejor, Phoenix o Ledger? A esto nosotros podemos responder con absoluta seguridad, que elegir a un favorito es cuestión del gusto de cada uno -estamos hablando de dos Jokers completamente diferentes- pero a nivel de preparación de personaje y actuación ambos están al mismo nivel (y eso ya es decir muchísimo).
Y por último, ya que viene al tema y porque es imposible dejarlo pasar, vamos a hablar del propio Joaquin Phoenix. Decir que su desempeño es grandioso probablemente se quede corto, porque quienes sepan el detrás de cámaras de la preparación de su personaje sabrán que la cosa va mucho más allá. El actor de origen puertorriqueño está sobresaliente a nivel de actuación y al mismo tiempo se supera a la hora de convertir las carcajadas en dolor puro, con cada tos irrita las garganta del espectador y con cada escena perturba más y más la mente. El resto del reparto, que incluye al infalible Robert De Niro, parece estar simplemente de relleno ante al surgir de un Joker que no tiene comparación con ninguno que se haya visto antes; simplemente magistral.
Concluyendo, la expectativas de la mayoría eran altas en la previa de esta nueva versión del villano de Gotham City que llega a los cines y, ahora que hemos podido contemplarla, nos alegra decir que está a la altura de cualquier cosa que nos hayamos imaginado. Todd Phillips y Scott Silver han construido una historia terrenal, oscura, verosímil e igual efectiva que consigue sumergir al espectador en una tragedia desgarradora y en sus lógicas consecuencias.
Pero por si la propia historia no tuviese la suficiente fuerza (que la tiene y de sobra), cualquier palabra que defina a la performance de Joaquin Phoenix se queda corta. Su Joker es simplemente magistral, consiguiendo que las carcajadas se conviertan en dolor y haciendo que sea imposible compararlo con cualquiera de sus predecesores: si es el favorito o no quedará a gusto de cada uno, pero nadie podrá reprochar a quienes lo elijan como el mejor.