Tras décadas de espera, The Sandman finalmente tuvo su adaptación de la mano de Netflix y, valga la redundancia, cumple con el sueño de sus fans.
Existe un puñado de novelas gráficas que pueden considerarse trascendentales y The Sandman entra en dicha categoría. Publicada entre 1988 y 1996, Neil Gaiman presentó la historia de Dream (Sueño), uno de los siete Eternos y gobernante de La Ensoñación. Esta aventura vivió a lo largo de 75 issues que, con el paso del tiempo, fueron compilados en distintos tomos, volúmenes e incluso audiolibros, pero sin embargo algo faltaba: una adaptación audiovisual.
No es que no hayan existido intentos o proyectos. Antes de que Netflix se hiciera con los derechos, hubo un fuerte rumor para llevar la obra al cine de la mano de Joseph Gordon-Levitt en 2016. El actor de 500 Days of Summer no solo iba a dar vida al protagonista, sino también dirigir el largometraje, aunque todo esto quedó trunco luego de que, tras diferencias creativas con New Line Cinema, Levitt decidiese dar un paso al costado.
Cinco años tuvieron que pasar para que volvamos a oír algo relacionado a esta obra. En 2021, y durante la Geeked Week, Netflix realizó un anuncio que tomó al mundo por sorpresa: The Sandman adaptada a una serie live-action y Neil Gaiman, padre del monstruo, como supervisor del proyecto. Con esto los fans se esperanzaban con mucha razón que lo que fuese a terminarse cocinando iba a estar a la altura del material original. Y vaya que lo está.
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Para cuando estén leyendo esto, Netflix ya habrá liberado la primera temporada de The Sandman, compuesta por 10 episodios y deja como saldo una de las mejores adaptaciones comiqueras de los últimos años. Todo lo que rodea a la serie funciona bien, incluso los cambios para con el material original, que si bien no son muchos, están perfectamente justificados en pos de adaptar la historia a nivel macro.
Ahora, ¿de que va The Sandman? Tras ausentarse forzosamente por un largo período de tiempo, Dream regresa a su reino para darse cuenta de que el paso de los años lo han debilitado y que sus creaciones, tanto sueños como pesadillas, huyeron del plano astral. Como gobernante de La Ensoñación cae en él la responsabilidad de llevarlos de vuelta a su mundo, disparando en primera instancia una epopeya para recuperar los tres objetos que devolverán el poder a Morfeo, y luego una odisea para recapturar a los sueños y pesadillas prófugas.
A grandes rasgos ese es el hilo conductor que guía a la serie durante toda esta primera temporada, sin embargo la historia está compuesta por numerosas sub tramas, cada una autoconclusiva, que se forman gracias a uno o dos episodios. Estos capítulos desarrollan narrativas independientes que a su vez logran apuntalar a la historia principal, algo que se ve también en la novela gráfica.
Analizando el paralelismo con el cómic, los diez episodios estrenados corresponden a los primeros dos volúmenes de la obra: Preludios y Nocturnos y La Casa de las Muñecas. En total, The Sandman cuenta con 10 volúmenes, es decir que una potencial proyección podría darnos hasta cinco temporadas, aunque también podrían comprimirse algunos volúmenes del cómic y cerrar en una menor cantidad.
Obviamente, como con todo comienzo de una nueva historia, The Sandman introduce una vasta cantidad de personajes, algunos que seguirán a futuro mientras que otros cumplen la totalidad de su función en este compendio de episodios. Lo que sí hay que destacar es lo bien hecho que está el casting, ya sea tanto con los personajes principales como aquellos que solo suman un puñado de minutos.
Tom Sturridge es quien da vida a Dream. Un desconocido para la mayoría pero que nació para dar vida a este personaje. Adaptarlo no es tarea sencilla: estamos hablando de un ser completamente desconectado de la humanidad, cuya falta de empatía lo hacen casi una estatua andante y su único propósito es llevar adelante sus tareas como Rey de los Sueños. Pese a esto, Sturridge logra transmitir la melancolía y soledad que realmente afectan y caracterizan al personaje y nos hace sentir la evolución del mismo a lo largo de la temporada.
Los parteners que acompañan al Oniromante también hacen lo suyo para bailar a su compás. Como con toda adaptación que osa cambiar de género o color a un personaje, el cast de The Sandman fue bastante prejuzgado, sobre todo por las elecciones de Gwendoline Christie como Lucifer Morning-Star, Vivienne Acheampong como Lucien, Jenna Coleman como Johanna Constantine y Kirby Howell-Baptiste en el papel de Death.
Sin embargo, y pese a lo que los haters de siempre quieran creer, todas las actrices mencionadas anteriormente realizan un trabajo increíble. Particularmente el capítulo protagonizado por Death, para aquellos que vengan del cómic, invita a sentir todo aquello que el personaje transmite a la perfección en el cómic. Desde los diálogos para con su hermano hasta las interacciones con el mundo, Kirby Howell-Baptiste logra encarnar a la perfección su papel y te deja con un deseo constante de ver más de ella, algo que también sentimos con la Lucifer de la ex-Game of Thrones, a quien seguramente volveremos a ver en la segunda temporada.
Otro apartado que es imprescindible para que hoy estemos hablando tan bien de esta serie es el trabajo realizado por el equipo de VFX. Al tratarse de una adaptación con todos los tintes de fantasía, magia y onirismo que mencionamos previamente, The Sandman necesitaba efectos y un CGI a la altura, y la verdad, es un trabajo digno de las mejores adaptaciones de Netflix. Desde los hechizos hasta el diseño de La Ensoñación y el Castillo de Dream, todo está tan cuidado que parece sacado directamente las páginas escritas hace más de 30 años.
Y si de elementos técnicos hablamos la fotografía cumple un rol primordial en el abordaje de la obra. Hay un recurso de distorsión, como si estuviésemos viendo todo a través de un lente ojo de pez cuando estamos en el Reino de los sueños, que funciona a la perfección para reflejar esa diferencia con el waking-world. Sin embargo, algunos efectos muy puntales no terminaron de dar la talla, como puede ser el CGI de Corinthian o Gault por momentos, pero que de ninguna forma alteran la experiencia.
Luego de terminar esta primera temporada solo podemos pensar en que confirmen el desarrollo de la segunda y las subsiguientes temporadas del show, ya que The Sandman logra adaptar de forma soberbia una de las novelas gráficas más importantes de la historia. Si bien recomendamos leer el cómic, también es una realidad que la forma en la que está escrito puede no resultar amistosa para todo el mundo, y sin embargo pasa todo lo contrario con la serie. Netflix hizo un gran trabajo adaptando el material para que se sienta tanto fresco para los que no vienen del palo, pero también familiar para aquellos amantes de la obra original.
The Sandman es un sueño hecho realidad para aquellos que leyeron el comic, pero también será la puerta de entrada para muchos que se topen con la serie como primera experiencia. Mientras tanto, y hasta que llegue la segunda temporada… dulces sueños.