The Vast of Night es un homenaje brillante al cine de ciencia ficción, en donde la falta de recursos se tapa con una eleocuente creatividad y un efectivo guion.
Andrew Patterson. Recuerden este nombre porque es probable que en los próximos años lo tendremos mucho más presente. Sin embargo, lejos de hacer futurología, hoy les quiero hablar de una película que apareció en el catálogo de Amazon Prime Video a finales de mayo y se transformó rápidamente en una de las grandes sensaciones de la plataforma de streaming.
The Vast of Night es la opera prima de Andrew Patterson, un film que tiene en sus bases y estilos un homenaje sentido al génesis de la ciencia ficción en el mundo cinematográfico, todo adornado con un aroma clase B que funciona de forma correcta y efectiva.
Las influencias a Encuentros Cercanos del Tercer Tipo y The Twillight Zone (incluso en la manera de presentar la historia), entre otros exponentes son inconfundibles luego de sus primeros minutos y que empieza a moldearse la trama de la película, pero uno de los puntos más altos de The Vast of Night es la creatividad con la que el director logra contar la película con el claro acotado presupuesto que manejó y cómo disimula esto con una puesta en escena atractiva y un guión con muy pocas fallas.
Es una película, en su composición, pequeña, pero que logra captar nuestra atención con una premisa sencilla y un atmósfera atrapante.
La trama de The Vast of Night, ambientada en la década del ’50 en Nuevo México, gira en torno a Everett (Jake Horowitz), un elocuente conductor radial de un programa nocturo y Fay, una joven radiooperadora de teléfonos que admira el trabajo que hace su amigo y al mismo tiempo tiene entre sus anhelos seguir sus pasos.
La relación entre los protagonistas maneja lo fraternal pero también hay una jerarquía invisible que predomina en gran parte de la historia: todo el carisma que maneja Everett obnubila y apabulla a Fay, que intenta aprender todo lo que le puede sobre el oficio de entrevistar y preguntar.
Sin embargo, más allá de esta desigualdad de personalidades, mantienen un vínculo y una conexión que va por encima de estos aspectos. Ambos se sienten sapos de otro pozo, unos apasionados por la tecnología, por el futuro. Los 2 encerrados en un pueblo tan pequeño que sencillamente se paraliza cada vez que el equipo local de básquet juega un partido.
Los primeros minutos de la película funcionan para establecer la relación entre los protagonistas y describir la tranquilidad de este pueblo con una gran puesta en escena y un trabajo de cámaras que no escatima en hacer largos planos secuencia.
Toda la introducción es solo un preludio para cuando el ritmo de la película comienza a tomar forma. Fay, ya establecida en su estación de trabajo recibiendo llamadas, capta un extraño sonido, algo que le llama la atención y que rápidamente termina comunicándoselo a Everett, que está en plena emisión de su programa. La curiosidad del dúo protagónico es muy fuerte para dejar pasar este extraño mensaje y comienzan una búsqueda del origen de la misma.
¿Es solo una intermitencia en las señales o hay algo oculto detrás? Este es el disparador de The Vast of Night y no quiero contarles absolutamente nada más porque es de esas producciones en donde tenemos que llegar con la menor información posible. Su arranque puede ser un poco lento y quizás desperdicia parte de su corta duración (91 minutos) hasta que mueve las primeras fichas trascendentes en la trama, pero después hay un gran ejecución para mantener el suspenso y la tensión hasta su desenlace.
La época elegida y la ciudad no son un mero capricho del director, sino que funcionan para contextualizar los ideales de los personajes, pero también sus miedos (primeros años de la Guerra Fría, comienzos de la carrera espacial, etc)
Como mencioné más arriba, estamos ante una película de bajo presupuesto, lo que lo acerca más a una producción clase B que a un mega tanque de Hollywood. Dicho esto, es mucho más elogioso el trabajo de Patterson, que logra con una creatividad acentuada en el sonido, los diálogos potentes y una fotografía correcta mantener una tensión constante y un atractivo por la historia que no decae nunca en su segunda mitad. La palabra le gana a lo visual y gran parte de lo que transmite The Vast of Night funciona por la elocuencia de sus diálogos y los planos que utiliza al momento de que se va desarrollando la acción.
Al igual que los protagonistas, estamos expectantes ante cada pista descubierta y la curiosidad por develar el misterio va a la par del temor por lo desconocido, con una resolución que tiene la misma sencillez que la producción misma.
Los fanáticos del género van a recibir un golpe de nostalgia con The Vast of Night, una historia que no intenta abarcar más de lo que puede y si bien puede pecar de sencilla, es en esa simpleza lo que logra enaltecer todo el trabajo realizado por Andrew Patterson.